Los meses de verano son siempre duros para un seriéfilo: la mayor parte de series que ves a lo largo del año se van de parón, las que se emiten en verano puede que ni las veas, o aquellas que se estrenan estos meses ni siquiera te llaman lo suficiente para darle una oportunidad. Para eso estamos nosotros. Desde el equipo de Casa Spammer, hemos decidido volver a proponeros opciones para afrontar este período estival, siguiendo la línea de hace un año, cuando publicamos el primer post de Recomendaciones veraniegas. Esperemos que alguna os llame la atención lo suficiente como para que la fichéis, y así podáis pasar estos meses mejor hasta que llegue la temporada regular. 

Scream (Daniel Bernat)

En un primer momento, cuando una cadena como MTV anuncia que va a realizar una serie acerca de una de las sagas de cine más famosas, como es la de Scream, es fácil pensar rápidamente en el típico “buff, seguro que no vale para nada” o derivados. Entre otras cosas, porque como bien dice Noah (uno de los personajes de la serie y para mí el mejor), ¿cómo es posible mantener el interés y la tensión a lo largo de una temporada de una serie de televisión, con una temática de slasher movies? Tras una temporada y media en pantalla, he de deciros que Scream lo consigue, o al menos a mí me convence lo suficiente como para seguir viéndola semana a semana.

No os mentiré: Scream no es la mejor serie que podéis ver en la actualidad, pero ni de lejos. Pero a veces, no se necesita un gran despliegue de medios, un gran elenco, o que la cadena que la emite sea de las más conocidas e importantes. Simplemente, con saber hacer bien tu faena, saber exactamente qué le quieres ofrecer al público, y mantener la trama lo suficientemente interesante como para que el espectador quiera ver otro episodio más, es todo lo que se necesita para fidelizar televidentes.

Además, lo de las cadenas empieza a ser una mala excusa para no ver una serie. En mi experiencia personal, estoy encontrándome mejores series o mucho más interesantes y más trabajadas en The CW que en FOX o ABC estos últimos años; y en cable igual. Showtime y AMC están lejos de su época dorada, y HBO la salva el masivo fenómeno de Game of Thrones. MTV está demostrando estos últimos años que puede ofrecer productos de calidad, como Teen Wolf o The Shannara Chronicles (que ya entré a analizar hace unos meses), y ahora Scream es otro.

La primera temporada tiene un ritmo frenético; raro es el episodio donde no pase algo, y la mayoría de las veces de relevancia y peso para la trama. En 10 episodios que componen la primera no hay margen para el descanso o el relleno, y termina cerrándose de forma que si la hubieran dejado en miniserie tampoco habría quedado mal. Quizá el principal momento de debilidad de la serie haya sido en el arranque de esta segunda. Si bien la Season Premiere estuvo bastante bien, creo que hasta el 2×05 no deja el primer gran capítulo de la temporada, aunque analizándolo fríamente, quizá era necesaria esa pausa y esa bajada en las revoluciones tras los acontecimientos de la primera temporada. Quiero pensar que a partir de ahora la trama va a ir a más, y nos va a dejar más momentos de calidad para concluir esta segunda temporada.

Por último, deciros que si bien otras series las podéis ver con calma, dosificando los episodios, o no siendo necesario ver más de dos seguidos, Scream es ideal para un maratón, ya que la trama y la narración de la misma parece pensada para ello, sobre todo en su primera temporada, que apenas tiene momentos de pausa. Ya sabéis, si queréis algo fácil, bueno, y que os ofrezca una trama que engancha, no dudéis en fichar Scream. Además, siempre os podéis poner al día rápido y llegar a la recta final de la segunda temporada, que aún quedan varios capítulos por emitirse.

Poldark (María Lage)

Ross Poldark (interpretado magistralmente por Aidan Turner), regresa a su casa en Cornualles tras pelear en la Guerra de la Independencia. La vuelta a casa está muy lejos de ser lo que él esperaba, en su ausencia ha sido dado por muerto y lejos de recibir una calurosa bienvenida encuentra a su prometida casada con su primo, su casa en ruinas, su fortuna dilapidada y a su padre muerto. Poldark tendrá que reconstruir su vida desde cero, en una sociedad en la que nadie va a ponerle las cosas fáciles. De eso trata la serie, de un hombre emergiendo desde el lodo… aunque también hay algo de amor, muerte, amistad y todo lo que debe tener una gran historia.

No es una telenovela dieciochesca, no es tampoco una serie romántica. Es una serie de aventuras y desventuras donde la suerte no siempre acompaña a los protagonistas. Además se hace muchísimo hincapié en la injusticia del mundo de los hombres y mujeres que vivían en la Inglaterra del siglo XVIII, pues la serie aborda temáticas como las diferencias sociales entre ricos y pobres, los excesos de la burguesía, el endeudamiento de la aristocracia, el desempleo, el hambre, la peste o la explotación laboral…

Es una serie muy entretenida, de ritmo rápido, donde no cesan de ocurrir cosas. Todos los episodios son interesantes, en una temporada de tan solo ocho capítulos no hay espacio para la paja. Hay giros que sorprenden y otras cosas que son previsibles, pero aún así merece la pena contemplar el desarrollo. Por si todo esto fuera poco, los paisajes en los que se desarrolla la acción son una preciosidad y además viendo la serie podrás aprender un poco de historia.

La trama se desarrolla en el siglo XVIII y la serie es tan buena como la mayoría de los dramas de época firmados por la BBC. Basada en la obra de Winston Graham, Poldark ya tuvo una adaptación a la televisión en 1975. Obviamente la historia es la misma, aunque contada de otra manera. La primera temporada consta de ocho episodios de aproximadamente sesenta minutos cada uno y es una serie de BBC One que huele a producto británico por todas partes. La segunda temporada volverá en septiembre del 2016 y no va a ser la última. La showrunner, Elizabeth Kilgarriff y el actor protagonista Aidan Turner, ya confirmaron que habrá una tercera temporada, la cual se emitirá en 2017 y constará de diez episodios.

Fresh Meat (Raquel Blanco)

Las series británicas molan. Y las series británicas de adolescentes molan mucho más. Quizás porque se alejan de toda la parafernalia de los bailes de primavera y de los quarterbacks, quizás porque, aunque solo sea por razones geográficas, nos pillan más cerca en todos los aspectos. En las islas del Brexit saben tratar a los adolescentes de una forma mucho más realista, con actores que (¡milagro!) suelen tener la edad que interpretan, y con situaciones, en definitiva, mucho más identificables. 

Hoy os hablamos de Fresh Meat, esta serie sobre seis chavales que empiezan la universidad en Manchester y comparten casa. Si os gustaron Skins, Misfits, o My Mad Fat Diary, apuntaos esta, mucho más desconocida pero igual de disfrutable, o incuso más, porque al contrario que las que he nombrado previamente, Fresh Meat es una comedia en toda regla. Comedia de las que te arrancan carcajadas, lo cual en este periodo veraniego siempre apetece. Además, consta de cuatro temporadas de aproximadamente ocho episodios cada una, o lo que es lo mismo, se ventila en tres tardes tontas.

La serie tiene muchos puntos buenos: las risas aseguradas, esas situaciones incómodas que todos hemos pasado, esos puntos de drama hábilmente colocados… Pero mi cosa favorita es el cariño inmenso que se les coge a todos y cada uno de los protagonistas. Son seis partes separadas que al final forman un todo, con sus cosas buenas y malas, con la capacidad de liarla y de desprender ternura, todos tienen algo de todos nosotros. Me encanta poder decir que el tema principal de Fresh Meat es la amistad, que al verla,es como si te estuvieras tomando unas cañas con tus amigos después de un día duro. Y hay pocas sensaciones mejores que esa.

Gomorra (Rubén García)

Quizás sea osado señalar lo primero de todo que una de las mejores series del presente año provenga de Italia y que además sea una de las más esperadas en mi particular calendario seriéfilo por encima de otras mucho más conocidas. Pero no lo es. En absoluto. Porque desde hace unos años, la ficción en Europa ha ido creciendo progresivamente con productos de una elevada calidad comparable a los que habitualmente vemos de EEUU ó Reino Unido. Ya en 2008 el canal Sky Italia nos sorprendió a todos con la espectacular Romanzo Criminale (¡igualmente recomendable!) que durante dos temporadas narró el auge de una peligrosa banda callejera con el sueño de conquistar Roma a finales de los 70.

Bien se podría decir que esa fue la serie que catapultó a la ficción italiana al lugar que se merecía en el panorama televisivo, y de la que os vengo a hablar hoy –Gomorra– es la que, sin duda, ha recogido su testigo, y precisamente en el mismo canal y por la misma persona que dirigió aquella: Stefano Sollima. El principal motivo de que la incluya entre las recomendaciones veraniegas no es otro que el poco seguimiento que creo que tiene, o al menos es la sensación que tengo en los círculos seriéfilos en los que me muevo cada día, cuando en mi humilde opinión debería ser una serie de obligado visionado.

La serie, para quien no lo sepa, está inspirada en el libro homónimo de Roberto Saviano, que combinaba periodismo de investigación, novela y ensayo, para ir destapando las conexiones de la Camorra con el mundo de los negocios. De esta manera, Gomorra -la serie- se centra en explicar al mundo la cruda realidad de la mafia en el distrito de Scampia, en Nápoles, donde precisamente está rodada, lo que contribuye al increíble realismo de la misma (de hecho, esto trajo a la producción diversos problemas en forma de quejas sobre la imagen que se daría del lugar o incluso he leído que el rodaje tuvo que pararse un tiempo por conflictos del equipo con la Camorra, ahí es nada).

Entrando más en detalle, la serie centra su historia en el enfrentamiento entre dos capos, Savastano y Conte, que se disputan el poder en una guerra que estalla desde el primer momento y que va in crescendo conforme avanzan los capítulos, y todo con unas espectaculares escenas de acción, pues otra cosa no, pero violencia en esta serie hay a puñados. Además la serie está llena de personajes potentes (tanto hombres como mujeres) que se rigen por una moral propia, heredada y tribal, que no dejan sitio para el débil y menos todavía si la etiqueta es la de traidor. De esta forma, la supervivencia, la ambición y la venganza se convierten en los tres pilares fundamentales de la serie.

Hace pocas semanas terminó su 2ª temporada (y lo hizo por todo lo alto, superando incluso a su antecesora) lo que confirma ese reconocimiento de la crítica internacional, que ha alabado su guión, su valentía y su excelente factura técnica. Termino diciendo algo obvio pero que no puedo evitar: esta no es una serie para ver doblada. Oír los diálogos en su italiano siempre amenazante y, a veces, en su napolitano propio, no tiene precio.

Tyrant (Iván Cuerva)

El año pasado os hablé por estas fechas de una de los mejores estrenos de estos últimos años (de hecho el mejor “in my opinion” que ha sacado la AMC desde “Breaking Bad”) con “Halt and Catch Fire”. Este verano voy a tomar una decisión similar a la que tomé en primer recomendaciones veraniegas escribiendo sobre una serie que contra todo pronóstico vive tapada por muchas otras. Es el caso de “Tyrant”.

La serie de FX vive a la sombra de su hermana mayor, “Homeland”, con la que comparte creadores y en cierto sentido esto, junto con ser estrenada durante la peor temporada de la serie de showtime, ha conseguido que mucha gente haya pasado de “Tyrant” o simplemente la haya dejado en el cajón de series pendientes hasta caer en el olvido.

Historia con el foco en oriente medio, similar al de las primeras temporadas de la citada “Homeland” y un reparto sin ninguna cara conocida han sido otros de los factores que han conseguido que mucha gente no se subiera al carro en su día (entre los que yo me incluyo), pero una vez dejados los prejuicios a la ficción atrás, nos encontramos ante una historia trepidante y adictiva.

El punto de partida es el regreso del hijo menor de un dictador de Oriente medio al país que le vió nacer, tras 20 años fuera intentando desligarse de su familia. Coincidiendo con su estancia un atentado a su familia será el detonante de toda una maraña de intrigas y juegos de palacio por conseguir el poder en Abbudin.

Serie con un ritmo frenético, que pese a tener una muy interesante primera temporada, su punto fuerte ha sido sin duda la segunda, donde desde el primer momento la serie va con todo en cada episodio, sin miedo a ser valiente en ninguna de sus tramas.

La valentía de la que hablaba es otro punto a favor de “Tyrant”, no solo porque no les tiemble la mano en según qué decisiones, sino porque no duda a la hora de utilizar temas de rabiosa actualidad como ISIS en la serie, mostrándolo tanto dentro como fuera de la organización y tratando de forma bastante correcta todo lo relacionado con el Islam.

Para acabar, solamente decir que “Tyrant” es aquella serie que no empezasteis por pereza cuando se estrenó y cuando la veáis en una maratón os arrepentireis de esa decisión, yo lo hice.