Person of Interest: EOF
Esta semana hemos dicho adiós a una de esas series que temporada tras temporada nos ha ido ganando el corazón. “Person of Interest” pasará a la historia como una ficción cuya evolución tras el paso de los años ha sido ascendente y que ha finalizando en el momento perfecto sin desgastar la trama. Esta es nuestra despedida.
No es la primera vez que le dedico una entrada personal a la serie, a mitad de la cuarta temporada tras el magnífico “If-then-else” os comenté acerca de ella, ahora es el turno de hacer un repaso a la ficción ya como una obra finalizada, con la nueva perspectiva que le da al producto el hecho de estar acabado.
El mayor logro que ha tenido “Person of Interest” es ser capaz de ir expandiendo su argumento de forma inteligente durante todo su desarrollo, prácticamente todas las decisiones tomadas en la serie son lógicas y logran mejorarla en vez de volverla incoherente como hemos visto en otras muchas ficciones. Cuando me refiero al argumento general me centro ante todo en la máquina y su duelo de titanes contra Samaritan en las 2 últimas temporadas, pero no me olvido de las tramas secundarias, otro gran punto fuerte de la serie con RRHH, Elias, la hermandad y otros pequeños hilos que han ayudado a que “Person of Interest” sea más que la historia de una máquina que nos espía, abarca todo un universo propio a su alrededor.
También nos ha permitido disfrutar de grandes personajes como Finch, Reese, Root, Shaw, Carter y Fusco, un elenco de protagonistas perfecto, pero que lamentablemente, en lo que a villanos se refiere, solamente Elias o Greer han estado a su altura (recordemos que Samaritan es una IA). Pero al igual que el argumento, todos estos personajes han sufrido una evolución coherente, lo cual no ha dejado una serie, que pese a ser de ciencia-ficción, ha mantenido un desarrollo en el que ha primado el sentido común.
Pero no todo en “Person of Interest” han sido luces, la ficción carga con 2 temporadas excesivamente procedimentales, que aunque sientan muy bien las bases de la mitología de la serie, son una pesada losa para aquellos que la empiezan desde cero sin saber el magnifico producto del que van a disfrutar.
Para cerrar esta despedida quiero hacer una mención aparte a la genial temporada final que ha terminado esta semana y que demuestra que las grandes series tienen que terminar en su quinta temporada (“Breaking Bad”, “Six Feet Under”, “Boardwalk Empire”, “The Wire”, etc).
Toca despedir a una ficción que nos ha enseñado muchas cosas: que las series de network pueden ser complejas y durar más de un año, que no todos los procedimentales son repetitivos y que éstas definitivamente aunque lo parezcan, no tienen porqué ser procedimentales. Gracias “Person of Interest”.
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