Retomamos nuestra cita mensual, con el repaso a las series que más nos gustaron en abril. En esta ocasión, seleccionamos tres en lugar de las cuatro habituales, pero no por ello de menor calidad. Víctor se ha decantado nuevamente por la temporada final de The Bad Batch, que se despidió hace unas semanas; Daniel opta por la miniserie de éxito en Netflix, Baby Reindeer; mientras que Iván ha elegido un popular estreno de Prime Video, Fallout. Todas sus opiniones, a continuación.

Lo Mejor del Mes para Iván

Fallout

Cuando se anunció que la serie de Fallout estaría en manos de Jonathan Nolan y Lisa Joy tenía total confianza de que iban a estar a la altura, ya que tanto Westworld como Person of Interest son dos series sobresalientes. No había nada que pudiera hacerme dudar de que la serie no estuviera a la altura y afortunadamente los que nos han dado está al nivel que imaginaba.

Los guionistas han sabido entender muy bien el mundo de la saga de Bethesda y utilizarlo como un lienzo en blanco en el que contar sus historias, unas historias que casan mucho con el propio tono que ha tenido siempre la franquicia en los videojuegos, si a todo le sumamos un apartado visual bastante currado que consigue mezclar muy bien elementos CGI con efectos prácticos tienes una serie que posiblemente en unos meses pelee por el EMMY en la categoría de drama.

Se que siendo yo quien escribe esto lo más lógico era que os diera la enésima chapa sobre los mutantes y los absurdamente buena que es X-Men 97 como ya hice el mes pasado, pero creo que Fallout en su mes emisión se merecía tener presencia.

Lo Mejor del Mes para Víctor

The Bad Batch

Con apenas un mes de diferencia, regresamos a una galaxia muy, muy lejana para acompañar a nuestro escuadrón de clones favorito en su última misión. Aunque técnicamente la serie concluyó el 1 de mayo, es imposible no referirnos a ella en su totalidad, especialmente considerando su emocionante episodio final.

Podemos afirmar con tranquilidad que nos despedimos de otra gran serie del universo Star Wars. Dave Filoni ha sabido cerrar este capítulo de manera magistral, ofreciendo un final de serie que no solo satisface, sino que también deja una huella imborrable en el corazón de los que disfrutamos con esta saga. Los arcos narrativos se han cerrado con elegancia, proporcionándonos momentos que, si bien no alcanzan la categoría de épicos, se encuentran sin duda a gran altura.

Omega se consolida como el corazón de la serie, y su desarrollo en estos últimos episodios ha sido particularmente destacado. No obstante, el resto del equipo no se ha quedado atrás. Hunter, Wrecker y Echo han tenido momentos brillantes, mientras que Crosshair se reafirma como un personaje complejo y fascinante, consolidándose como mi favorito de la serie, seguido de cerca por Omega.

El epílogo sugiere que quizás no sea una despedida definitiva, y es probable que volvamos a encontrarnos con estos personajes en el futuro. La maquinaria galáctica de Star Wars no se detiene, y aunque las series de acción real siguen dominando el panorama, la animación aún tiene muchas historias por contar. Esperamos con ansias las próximas aventuras que el universo Star Wars tiene reservadas para nosotros. Además, si os habéis quedado con ganas de más siempre podéis ver el programa que le dedicamos hace unas semanas coincidiendo con el final de la serie: Escuadrón Spammer 5×22: El adiós Spammer a la Remesa Mala.

Lo Mejor del Mes para Daniel

Baby Reindeer

Netflix es capaz de anunciar a bombo y platillo producciones que luego acaban perdiéndose en el éter, y pasan sin pena ni gloria (o sí son un éxito, depende del caso), y otras que lanza en su plataforma, sin mucho ruido, y que impactan de forma inesperada, tanto para propios y extraños. Baby Reindeer es el ejemplo perfecto de una ficción con nula promoción previa, pero con un desempeño en cuanto a audiencias y crítica se refiere notabilísimo.

Y es totalmente merecido. La miniserie (qué raro llamar un producto así actualmente) británica ha dejado un poso tremendo, por todo lo que cuenta, por cómo lo cuenta, y por las fantásticas interpretaciones de sus dos protagonistas, que transmiten todo tipo de sentimientos y sensaciones, y qué pocos de esos son positivos. Lo cual, importante remarcar esto, denotan una buena actuación, y no son motivo de odio como ha sucedido en muchos casos a lo largo del tiempo. Es relevante destacarlo porque es sencillo odiar al personaje de Martha por lo que hace, y sin duda la realidad supera a la ficción, y los pormenores de lo que pasó realmente solo lo sabrá Richard Gadd y quienes estuvieran involucrados, pero la actriz merece todos los aplausos por transmitirnos todo eso a los espectadores, al igual que él, que ha llevado a la pequeña pantalla su propio caso de acoso y abuso.

Una miniserie brillante, pero que a no todas las audiencias puede sentar igual. Así que, si estáis en un buen punto a nivel de salud mental, y sois seriéfilos, sí os la recomendaría, porque ha sido de lo mejor de 2024, y cuando acabe el año, estará en las listas de lo más relevante en televisión. Y si tenéis dudas, podéis ver mi opinión y la de mis compañeros más desarrollada en el programa respectivo que le dedicamos.