Hunters: una despedida inesperadamente notable
En los últimos meses, Prime Video parece que ha recordado que tenía series en un cajón olvidado de su catálogo, y tengo la sensación de que les han entrado las prisas por quitárselas de encima antes de que caigan más todavía en el olvido. Jack Ryan ha rodado sus dos últimas entregas consecutivamente, tras estrenar su tercera cuando habían transcurrido más de tres años desde la anterior; ya os comenté este aspecto en mi vídeo sobre ella. Y hoy os hablo de Hunters, una que han estado a punto de cumplirse también tres desde una entrega y otra; pero todo lo que critiqué de una, hoy vengo a hablar bien de la otra.
NOTA: el artículo trata sobre la segunda temporada de Hunters, a la que hemos tenido acceso gracias a Prime Video. NO contiene spoilers.
Para mi sorpresa, me ha gustado mucho la despedida de la serie. Lo que lastró mi interés por Jack Ryan fue, principalmente, el lapso de tiempo entre temporadas, y Hunters venía con el mismo problema desde su base, pero en aquello que falló la de Krasinski, ha acertado la de Al Pacino… bueno, técnicamente ya no es de Pacino, pero ahora me enfocaré en eso.
Menos episodios (ocho en lugar de diez que tenía la primera) y centrados de lleno en aquello que dejaron como gancho al final de la temporada anterior, son algunos de los puntos fuertes que han hecho que la valore positivamente. Eso, unido a que lo que cuentan este año me atraía bastante, y han conseguido conformar una entrega notable, que se despide con un episodio final que a mí, personalmente, me sirve para apuntar el primer gran capítulo de este 2023.
Su Series Finale tiene una primera mitad de lo más emocionante, no porque tenga un ritmo vertiginoso ni una acción trepidante, sino por lo que cuenta y cómo lo muestra. Me voy a abstener de citar títulos de capítulos, pero cuando vayáis al menú de Prime y lo leáis, comprenderéis lo que digo, aunque no lo asimilaréis del todo hasta que no os sumerjáis en lo que tiene que ofrecer este episodio final. Buena parte de la culpa la tiene un intérprete que solo sale en ese rato, Nyasha Hatendi. Su rol es fundamental para los acontecimientos que narra ese 2×08, y es firme candidato a que lo tenga en cuenta para las nominaciones que hacemos a mejores actuaciones en televisión cada mes, en nuestra sección Spammers del Mes. Y lo que es el cierre en sí, me dejó más que satisfecho, ya que, como decía antes, era una serie de la que no esperaba mucho en su despedida, debido a que la serie casi la había borrado de mi memoria, así que todo lo bueno que me ha ofrecido ha sumado muchos puntos en mi valoración.
Claro, no todo podía ser color de rosa. Si hubiese tenido una entrega al nivel de la Finale, pues estaría diciéndoos que Hunters es una de las imprescindibles de 2023, pero no es así. Ojo, con esto no estoy desmereciendo al resto de entrega ni mucho menos, ya que ha rayado a un nivel notable. Pero creo que es de recibo señalar lo que menos me ha gustado, y aquí lo enlazo con el gran nombre de la producción: Al Pacino.
Si buscáis el material promocional de la segunda temporada, es decir, los pósters o banners publicitarios, os llamará la atención dos cosas: una, que el título de la serie lleva encima el nombre del actor; y dos, que la imagen de su personaje aparece difuminada en el fondo, en segundo plano. Sin entrar en detalles, y por no spoilear la primera por si alguien no la ha visto, digamos que el hombre no debería ser relevante en esta entrega, por lo que sucede en el cierre de temporada anterior. No obstante, imagino que por ser productor, o por contrato, o algún otro motivo semejante, debía aparecer este año; sinceramente, hubiera sido mejor para todos que no lo hiciera.
Tenemos dos líneas: la presente, con el grupo de cazadores de nazis que se unen para llevar a cabo la misión que todos los que vimos la primera nos podíamos imaginar, uniéndose a ellos Jennifer Jason Leigh, cuyo rol es bastante relevante y me gustó mucho su aportación este año; y una del pasado, con Meyer (Pacino) y sus andanzas poco antes de formar la cuadrilla de justicieros que conocimos en la primera entrega. ¿Era necesario? Absolutamente no. Es más: la única pieza de información que aporta que podría interesarnos mínimamente, se encarga la propia serie de revelártela en el presente a su debido tiempo. Por lo tanto, la sensación de que es una parte de relleno es más que patente, y que si no fuera él el involucrado, probablemente habría sido omitida al completo de la confección de la temporada. Este es el gran punto negativo de la entrega, que resta al conjunto y no la posiciona en lugares privilegiados cuando acabe el año (salvo que 2023 sea estrepitoso, que no tiene pinta).
Hay otro detalle, que es un episodio que, de primeras, parece irrelevante, o que carece de conexión con lo que está sucediendo, y además está posicionado en un lugar, aparentemente, anticlimático. Sin embargo, aunque cuando lo estaba viendo estaba más en contra que a favor, con el paso de los días y después de reflexionarlo, y ver que sí que tiene su valor dentro del contexto de la serie, me gusta también bastante y es otra pincelada que suma más a una temporada de cierre de Hunters, como digo, notable cuanto menos.
Quizá sea mi primera sorpresa seriéfila de 2023, porque mis esperanzas en Hunters, y mis ganas por ver lo nuevo de la serie, iban de la mano, y no de forma positiva precisamente, pero me han callado, y me han hecho disfrutar bastante de un adiós que llega casi tres años después. Es una lástima que Prime Video no haya tratado mejor un producto como este, porque creo que va a marcharse sin pena ni gloria, y con todo lo de la pandemia (comenzó justo un mes después de la emisión de la primera entrega de la ficción) ha habido un encasillamiento y un paulatino olvido de muchas producciones que podrían haber aspirado a ser más de lo que terminarán siendo. Espero que os guste tanto la segunda como a mí, y podéis dejarnos vuestra opinión en comentarios. Mañana, la temporada íntegra, en Prime Video.