Severance: platonismo empresarial
Niñas y niños: la filosofía es importante. Aunque muchos se quejen, otros la denigren, y desde las instancias gubernamentales se busque reducir su impacto en la educación de nuestras hijas e hijos, no deja de ser cultura adquirida que quizá a efectos prácticos de nuestro día a día no le encontremos un uso claro, pero puede ser útil en otros aspectos, como para ilustraros que en el próximo estreno de Apple TV Plus, Severance (Separación en España) he encontrado reminiscencias de uno de los trabajos más notorios e importantes del filósofo griego Platón; aunque se pueden reseñar otros elementos ajenos a la filosofía, claro.
NOTA: este artículo trata sobre la primera entrega de Severance, a la que hemos podido acceder gracias a Apple TV Plus España. NO contiene spoilers.
Hay que destacar que nos encontramos ante una serie de ciencia ficción, aunque Platón y este género no están precisamente enfrentados (Matrix, sin ir más lejos); su punto de partida así lo deja claro:
Mark Scout lidera un equipo en Lumon Industries cuyos empleados se han sometido a un procedimiento que divide quirúrgicamente sus recuerdos entre los de su trabajo y los de su vida personal. Este atrevido experimento de conciliación se pone en tela de juicio cuando Mark se halla en el centro de un misterio que le obligará a enfrentarse a la verdadera naturaleza de su trabajo… y de sí mismo.
Este procedimiento quirúrgico al que alude esta sinopsis es, literalmente, un desdoblamiento de la personalidad. Mark, nuestro protagonista, al igual que todos los empleados de Lumon Industries, llega a su empresa siendo una persona y, cuando entra en las instalaciones, se convierte en otra completamente diferente; se llama igual, tiene el mismo aspecto físico, pero es alguien nuevo. Claro, uno de los temas accesorios que orbitan alrededor de la trama principal es una cuestión muy interesante de explorar, no ya en una serie (que también) sino en estudios, ensayos, y todo tipo de análisis didácticos: ¿sería esta práctica en la vida real moralmente aceptable? Esta empresa, con esa técnica quirúrgica, crea alter egos (nunca mejor dicho) para que sean trabajadores enfocados en una única labor: ser lo más eficientes posibles en su empleo, sin ningún tipo de distracciones o condicionantes externos, para darlo todo por la compañía. Pero… ¿a qué se dedica Lumon exactamente? Es uno de los ejes centrales de la entrega, y lo que podemos ver durante estos nueve episodios contribuye a que el misterio perdure durante la temporada.
Yo tengo que reconocer que no conecté con su piloto. Se me hizo muy pesado, y estaba tan desubicado como una de sus protagonistas, Helly (Britt Lower). Su presentación sirve para poner en situación al espectador sobre qué es ese proceso de separación que ya os he comentado, pero el desarrollo del mismo no me enganchó. No obstante, al contrario que en el caso de otro reciente estreno de Apple que también analicé, Suspicion, la sensación global ha sido la opuesta: mientras que esta última va de más a menos (sin que de entrada fuera una cosa de locos), Severance va de menos a más, cerrando su entrega con una Season Finale que sin duda es para mí el mejor capítulo de la temporada, y te deja con ganas de ver más. Sinceramente, prefiero esta estructura, la de un piloto discreto que evolucione hacia algo mucho mejor, que un capítulo inicial que luzca bien y que luego se quede el producto en agua de borrajas.
Al margen de que la trama funcione con cada episodio mejor, también ayuda el hecho de tener un reparto de alto nivel y con personajes muy bien elaborados y escritos. Tenemos a Adam Scott (Parks and Recreation, Big Little Lies) como Mark; Britt Lower (Man Seeking Woman) como Helly; Patricia Arquette (Medium, Escape to Dannemora) como Cobel; o John Turturro (The Night Of) como Irving. Este cuarteto para mí compone lo mejor de Severance, aunque hay más personajes, pero su relevancia dentro de la trama no tiene más peso que los que acabo de señalar, y los focos se posan en ellos casi siempre. Además, la cuestión de la separación es algo que es patente en nuestro protagonista, porque es como si Adam Scott interpretase a dos personajes distintos, como si estuviéramos en Orphan Black o cualquier producción que se os ocurra con un intérprete dando vida a diversos roles; y cumple a la perfección.
Por si fuera poco, también el apartado técnico luce de maravilla. La mayor parte de la temporada la dirige Ben Stiller, del que desconocía su faceta de director, y lo cierto es que me ha sorprendido para bien, porque la estética de esta serie transmite una sensación de agobio y de reclusión, algo que reflejan a las mil maravillas y que contagia al espectador de lo que están viviendo los personajes que están metidos entre las cuatro paredes de Lumon. Sin muchos alardes, la sobriedad de los planos, la paleta de colores triste y apagada que irradia Severance con cada secuencia hacen al que la está viendo partícipe de esa esclavitud corporativa a la que somete la empresa a sus trabajadores, casi como esos humanos que describía Platón en su mito de la caverna, encadenados en su puesto de trabajo y viendo tan solo su reflejo, cuestionándose de vez en cuando cómo viviría su contraparte en el mundo exterior, pero tampoco reparando demasiado en ese hecho, y centrándose en seguir devotos a la empresa casi entendida como una deidad o un ente superior.
Como en todas estas obras, una parte de nosotros se pregunta hasta qué punto esta realidad que nos traslada la serie de Apple TV Plus podría llegar a cumplirse, y lo cierto es que, al margen de que pudiera ser factible o no, estoy convencido que a muchas corporaciones les gustaría un sistema de trabajo en el cual aquel que entra a su puesto solo estuviera pendiente de rendir lo máximo posible en su jornada laboral, sin influencia exterior de ningún tipo. Por suerte, hay una cosa llamada derechos de los trabajadores, que siguen vigentes en la mayor parte de naciones democráticas, aunque eso no quita para que las dudas viendo esta serie nos surjan.
Severance podría ser un spin off de un episodio de Black Mirror, al que le hubieran encargado una temporada completa dedicada a la temática del capítulo en cuestión. No obstante, no estamos en Netflix sino en Apple TV Plus, y esta serie es otra de esas que pasan a la columna de recomendables dentro del catálogo de esta plataforma. Como consejo a aquellos que la comencéis, os aconsejaría paciencia. Como he mencionado antes, yo no conecté de entrada con ella, pero el paso de los episodios me hizo cambiar de parecer, y el resultado final me ha dejado muy satisfecho. Este viernes se lanzan dos episodios, y luego será uno semanal hasta su conclusión en el noveno.