Toca decir adiós a una temporada que para mí, ha consagrado a Mythic Quest como una de las mejores comedias de los que llevamos de año. Un adiós, que sinceramente me ha metido el miedo en el cuerpo, pues si me dicen que es la Series Finale y que es aquí donde nos despedimos de la serie, me lo creería totalmente.

El episodio es un cierre en toda regla, coge absolutamente todos los cabos sueltos que había y uno por uno los va dando un final. Esa sería la única sinopsis posible para este final de temporada. Puede que alguna de estas subtramas hubiera podido dar para más, como por ejemplo la de Brad con su hermano, pero creo que en general todas han sido bien llevadas.

Tiremos por el principio y con lo que ha sido el centro de buena parte de la temporada durante estos meses, que es la disputa entre Ian y Poppy por el control de la próxima expansión del juego. Tras los eventos de la semana pasada parece que las hostilidades entre ambos han cesado y han decidido volver a trabajar juntos, pero siguen con un problema, no saben qué hacer para el juego. Aquí entra C.W para hacerles ver que los mismo “Raven’s Banquet” era el final del camino y que el juego debe llegar a su fin, teniendo que buscar una idea nueva para algo distinto a Mythic Quest.

La epifanía del final de una etapa lleva a que Poppy e Ian tomen una decisión, irse del estudio para crear juntos algo desde 0 ya fuera de Mythic Quest. Debo decir, que bajo ningún concepto me esperaba que todo desencadenara en la marcha de las dos cabezas visibles del juego. Es una decisión arriesgada que acerca mucho a la serie a algo que podría funcionar como el punto final de la misma.

Aunque me parece que el verdadero pilar de todo ha sido lo de Ian y Poppy, como he dicho antes el resto de cabos sueltos se han ido atando en esta media hora de episodio. Vayamos con las beta-tester que han tenido bastante desarrollo este año (aunque algo caótico in my opinion), la evolución iba encaminada a que las dos se fueran a estudiar a una universidad dejando el estudio, lo cual hacen, pero antes de saber que Dana no ha sido admitida y debe suplicar por recuperar su trabajo el cual recupera con una beca a una universidad local gracias a que Ian y Poppy creen en su constancia.

Dana recupera el curro y estudiará dentro de la empresa ¿Pero dónde llegan los problemas aquí? En que Rachel sí que fue aceptada y ella decide que a pesar de todo debe seguir en su camino aunque eso la lleve estar lejos de Dana. Esto podría suponer un final de la relación, pero la serie decide darle un lugar al optimismo y mantendrán una relación a distancia.

El otro fuego de la temporada es lo relativo al triángulo Brad – Jo – Zack, con esas técnicas de espionaje industrial que cometió Jo influenciada por Zack. Ella desesperada busca la forma de salir del embrollo en el que se ha metido, pero se ve sin salida y no la queda más remedio de suplicarle ayuda a su antiguo mentor. La táctica de Brad es simple, cargar él con las culpas y comerse una pena menor de 8 meses de prisión los cuales le servirán para darle más crédito dentro de la jungla empresarial.

Se nos acaba la temporada con Poppy e Ian montando un nuevo juego por su cuenta (siguiendo la idea que tenía Poppy para la expansión como base), las beta-testers cumpliendo sus sueños pero teniendo que mantener su relación a distancia, con Brad en prisión y con David y Jo siendo ahora quienes tienen que tirar del barco de la compañía.

Sinceramente creo que ya lo he comentado, pero los pálpitos de final de serie que me han dado este episodio son enormes, pero si Apple confirmase ahora que se pone carpetazo a la serie estaría triste pero contento por haberla puesto final con una temporada magistral y un cierre a la altura.