Review Star Trek Discovery: Su’Kal
Se va acercando el final de temporada y se nota, sobre todo porque los eventos se empiezan a precipitar tanto en lo relativo a la misteriosa quema como a la guerra que ha armado entre el cinturón esmeralda y la federación. Me parece más que evidente que este capítulo es la parte inicial de un final de temporada y que por lo visto esta semana se vienen curvas.
La semana pasada tuvimos la despedida de Philippa con ese doble episodio centrado casi únicamente en el mundo espejo del que provino; sin embargo, mientras ocurría todo eso, la Discovery no estaba esperando de brazos cruzados, intentaban sacar información de una nave Kelpiana y esa información les lleva a un planeta cuyo núcleo es el famoso Dilithio que empieza a escasear en la galaxia. Pues aquí, viene el giro, resulta que queda un kelpieano vivo en la nave y este puede tener información sobre qué ocurrió con la quema, más que nada porque el planeta es seguramente el origen de la misma.
Por culpa de la radiación de la nebulosa que rodea al planeta la Discovery no puede acercarse al planeta, así que un pequeño grupo formado por Michael, Saru y Hugh baja al planeta mientras Tilly por primera vez se queda al mando de la nave ¿Qué podría salir mal? Pues que nada más irse el primer grupo pierden la comunicación con ellos y llega Oshira con la intención de hacerse con el motor de esporas de la Discovery.
Antes de seguir con todo lo del abordaje a la Discovery, veamos qué ha ocurrido en el planeta. Básicamente, el interior de la nave está todo supeditado a los hologramas que dejó preparada la científica kelpiana para educar a su hijo tras su muerte, quien se ha adaptado para sobrevivir en tal entorno, pero que no deja de ser un niño de 120 años de edad que no ha interactuado en su vida con otro ser vivo. Desentrañar los misterios de la quema les supone tener que rescatar a un kelpiano que no ha conocido nada que no sea un holograma y que no quiere ser rescatado bajo una contrarreloj pues aunque el kelpiano aguante la radiación, ellos no tienen tanta suerte y sólo disponen de 4 horas para conseguirlo.
El trío va descubriendo como se ha ido educando a través de los propios hologramas, que a duras penas ya funcionan y cuya labor era formarle mientras esperaban a que alguien llegara para rescatarlo, seguramente sin tener en cuenta que tardaría más de un siglo en que llegara alguien. Y todo esto está muy bien ¿Pero dónde entra la quema en todo esto? Pues bien, cuando ya están pidiendo la hora y tienen Su’ Kal (que es como se llama el muchacho) acorralado, este pierde el control y genera un onda similar a la que produjo la Quema por lo que se desvela que fue el kelpiano de bebé quien generó la quema.
Ante semejante percal y con las noticias de que Oshira está asediando a la Discovery es el momento de los sacrificios y para evitar que vuelva a perder el control, tanto Saru como Hugh deben quedarse en el planeta mientras que Michael vuelve a la Discovery para hacer frente a Oshira.
Ahora sí, veamos qué ha pasado con la Discovery, lo cual no me va llevar mucho. Tilly pasa de esperar mientras se arreglan los escudos del primer intento de bajar al planeta a ganar tiempo frente a Oshira. Aunque lo intente, al final Oshira termina tomando la nave y el motor de esporas, llevándosela y dejando en la estacada Booker y Michael que volvían ya a la Discovery y a Saru y Hugh en un planeta cuya radiación les va a terminar matando.
Muy buen punto inicial para lo que va a ser el tramo final de temporada, en el que se empiezan a vislumbrar esas situaciones límite a las que nos tiene acostumbrados las serie en sus momentos importantes. Honestamente, lo que se avecina promete bastante.