The Leftovers: Motivos para hacer un acto de fe
He de dejar claro una cosa antes de comenzar a hablar de esta serie: no soy creyente. No soy una persona religiosa, y no tengo problema en decirlo. Es por eso que me suelen llamar la atención las series en las que el factor religioso es muy importante, para observar la reacción de los personajes que tan fervientemente se agarran a su fe; y es precisamente ese elemento, lo que hace tan especial a The Leftovers, la fe. No a Dios, o a una religión; la fe como idea contrapuesta a la ciencia, aquella dualidad tan importante en Lost, y que aquí una vez más está presente. Os voy a hablar de esta serie, y para ello, daré cuatro motivos para que todos aquellos que la no la habéis visto, le deis una oportunidad. Y los que ya la veis, pues espero que os guste.
Motivo 1: La maravillosa sensación de no saber qué está pasando.
¿He dicho ya que The Leftovers y Lost son primos no muy lejanos? La temática es completamente distinta, nada que ver en ese sentido. Pero sí que son similares en dos elementos: el mencionado anteriormente de ciencia vs fe (y la clara victoria de la fe, pero ya entraré luego), y la sensación de ver un episodio, y terminar más descolocado de lo que estabas antes de comenzar a verlo. The Leftovers tiene la habilidad de construir una temporada, en la que nada parece estar enlazado, o estar construida de manera extraña y aparentemente sin conexión, y terminar la misma con un episodio brillante y que asombra a todos, enlazando las tramas perfectamente.
La primera temporada diría que es más inconexa, o en la que es más fácil perderse de lo que te están contando. Pero como digo arriba, todo termina conectándose en la Season Finale, para darnos uno de los mejores episodios de la serie, y quizá el mejor de la temporada. En la primera es normal sentirse perdido, repito. Hay que adaptarse a una estructura narrativa diferente a lo visto hasta ahora, y en ocasiones puede ser extraño, difícil de seguir y puede llegar a hacerse pesado en momentos, o desesperar a la gente que quiere ver algo más, o saber más cosas. Yo creo que la clave es dejar de luchar contra esos impulsos, evitar pedir algo más a una serie que deja claro desde el minuto uno, que no es como el resto de series. Si quieres ver algo fácil, rápido y al pie, ponte una serie procedimental, que las hay a porrones; si quieres ver un drama que comprendas a la perfección, y te quedes igual al terminar un episodio, adelante, también hay unos cuantos. Pero The Leftovers te ofrece la oportunidad de rendirte a esa sensación tan increíble de no tener ni idea de qué sucede, ni porque; simplemente, te deja descolocado en cada episodio, y hace que quieras ver más, para saber qué pasa a continuación.
La segunda temporada, sin entrar en más detalles, diré que cambia de localización con respecto a la anterior. Esta vez sí que está algo más centrada en un fin, contar qué pasa en ese lugar tan especial al que van los personajes. Pero pese a ello, también continúa, y diría incrementa, la sensación de estar más perdido que un pulpo en un garaje. Y, aún así, la segunda temporada es absolutamente genial, mejor que la primera, pero mantiene esa sensación de sentirse perdido con lo que estás viendo. Y empieza rápido la verdad, ya con la primera escena, te recuerda a ti, espectador, que no estás viendo una serie normal y corriente, por si te habías olvidado de ello. Yo, meses después de ver la escena, sigo dándole vueltas a qué significa, y creo haber llegado a una conclusión. Pero he aquí la magia de la serie: yo le daré una interpretación, y estoy seguro que no coincidirá con la de muchos, pero todo eso consigue que se siga hablando de The Leftovers, una serie que por desgracia no tiene la repercusión que se merece, aunque no la necesita. Los fans de la serie la vamos a seguir viendo y disfrutando, y más sabiendo que concluirá con su tercera temporada, en la que seguro que seguiremos sin saber qué demonios pasa, pero no me cabe duda que disfrutaremos, y me atrevo a decir que no dejará indiferente a nadie.
Motivo 2: Sus personajes
Kevin. Nora. Matt. Laurie. Meg. Jill. Tommy. Patty. Este es el núcleo duro de la serie. Los personajes más recurrentes en sus veinte episodios, con más o menos importancia, y unos con más presencia que otros. Pero todos, tienen momentos de absoluta brillantez. Me quedo principalmente con Kevin, Nora y Matt, los tres personajes principales de la serie y que llevan el peso de la trama.
Kevin es el protagonista, que ha tenido una mejor segunda temporada que primera diría yo. En esta última ha sido el eje de la trama, y con momentos increíbles e inolvidables. Todo el camino que ha recorrido es similar al que recorrió Jack en su día en Lost: de un hombre de “ciencia” o no creyente si lo queréis decir así, a un hombre de fe, rendido a todo lo que rodea la serie, dando un salto de fe en la recta final de la segunda temporada, en capítulos tan buenos como el 2×08 International Assassin. Eso sí, no me olvido que para hablar de Kevin, hay que mencionar a Patty, esa compañera de viaje tan peculiar que ha tenido en esta segunda temporada, y que es parte fundamental de la trama.
Hablar de los Jamison es hablar de los mejores capítulos de la serie. Si hiciéramos un ranking de los episodios más buenos de The Leftovers, estoy seguro que saldrían en sus primeras posiciones el 2×06 Lens, o el 2×05 No Room al the Inn; o el que ya parece muy lejano 1×06 Guest. Matt y su historia, la sufres desde el primer minuto, y pese a ello, te maravillas ante la esperanza y la fe que mueven al reverendo, en su lucha y creencia de que su mujer algún día volverá a ser la misma. Christopher Eccleston se luce en cada interpretación, y nos deja momentos magníficos y desgarradores, siempre movido por su fe inquebrantable. Nora es otro personaje estupendo, que nada tiene que envidiar a su hermano Matt. El capítulo de la primera temporada que nos presentaba al personaje ya fue de lo mejor de la misma, y el de esta segunda, el ya mencionado anteriormente Lens, nos deja una de las mejores escenas de la temporada, y de la serie; esa conversación con Regina King que a nadie deja indiferente, nos da una actuación de las que serán recordadas por lo bien interpretada que está por ambas, y por cómo consiguen las dos transmitir lo que sienten sus personajes, y hacer que el espectador se levante y aplauda. Es una pena que ninguno haya sido nominado por sus papeles en The Leftovers, así como la serie, porque la segunda temporada ha sido brillante.
Motivo 3: La victoria de la fe sobre la ciencia
No es novedad en este artículo la mención a una y a otra. Ya en Lost, esta dualidad estuvo presente desde el comienzo de la serie, con Locke y Jack como principales representantes de cada una. Tendrá algo que ver que uno de los responsables de la misma, Damon Lindelof, sea una parte importante de la serie de HBO, así que no me sorprende que el conflicto exista aquí también.
La serie ya comienza con un evento que desafía toda lógica, como es la desaparición repentina de 140 millones de personas, un 2% de la población mundial. Sin avisos, sin nada que pudiera prevenir a la humanidad para ese momento tan impactante que sufre inesperadamente. Y, normalmente, cuando una gran tragedia tiene lugar, muchos giran sus ojos al Cielo, y preguntan aquello que muchos de nosotros preguntaríamos en una situación así: ¿por qué? Es habitual recurrir a un poder superior para tratar de comprender porque ha pasado algo que no tiene explicación lógica aparente, cosa que se muestra en la serie. Nada vuelve a ser lo mismo para los personajes, todos se ven afectados por la Sudden Departure (nombre que recibe en la serie este fenómeno), y deben tirar para adelante, tratando de poner en orden su vida por muy doloroso que sea.
El espectador, también comienza viendo la serie y preguntándose lo mismo que los personajes, ¿por qué ha sucedido esto? ¿Cómo se explica esto? ¿Ha sido realmente un castigo divino? ¿Hay alguien, o algo, detrás de este trágico evento? ¿Sucederá de nuevo? Es normal hacerse todas estas preguntas y más, yo también las formulé, y quizá uno de los motivos por los que seguí viendo la serie en su primera temporada era para ver si resolvían alguno de estos misterios que se nos planteaban con la Sudden Departure. En ese momento no comprendí algo que posteriormente entendí: no van a explicar nada. Lo importante en la serie, no es qué pasó antes, ni por qué pasó. Al igual que hacen en The Walking Dead, lo que importa en The Leftovers es el después, lo que sigue tras ese terrible suceso, ver qué sucede con los personajes, cómo siguen adelante con sus vidas, cómo les afecta… No en vano, el nombre de la serie es bastante explicativo: se podría traducir, en este contexto, como “Los que quedaron” Literalmente leftovers significa restos. En este caso, los “restos” no son, ni más ni menos, que aquellos que no desaparecieron ese fatídico 14 de octubre, por lo tanto, la serie gira en torno a ellos, no al porque sucedió o a qué explicación tiene. Y en el momento en que el espectador comprenda, e interiorice eso, comenzará a disfrutar de verdad la serie. No tratéis de comprender, de racionalizar todo lo que sucede, buscar una explicación a todo. En ocasiones, lo mejor es dejarse llevar y disfrutar del viaje, y en The Leftovers, es esencial entender que la fe se impone a la ciencia, y la magia de la serie reside en esa idea. Si no haces este salto de fe, si lo que te interesa es entender qué ha pasado, nunca vas a disfrutar de la serie como es debido. Y es una lástima porque te estarías perdiendo una serie estupenda.
Motivo 4: Su apartado técnico
En toda serie o película, un factor importante para que sea mejor o peor producción es su apartado técnico. Y en esto, The Leftovers sobresale. Tanto su fotografía, como su dirección, como su banda sonora, son de lo mejor que hay en televisión. Las escenas, o las interpretaciones de los actores y actrices de la serie serían buenos, sin duda, porque hay momentos de absoluta genialidad. Pero no sería lo mismo si no estuvieran acompañados de la banda sonora tan especial que tiene la serie. La escena final del 2×03, maravillosa por lo que transmite el personaje de Tommy en ese momento, o una de las escenas de la Season Finale de la segunda temporada, I Live Here Now, así como muchos más momentos de otros episodios, van acompañados de la pieza musical que a continuación os dejo. Por si sola, quizá no os diga mucho, pero os garantizo, si tras esto le dais una oportunidad a la serie, cuando escuchéis esta música, seguramente os deje con un momento que recordaréis como uno de los mejores de The Leftovers, porque normalmente esta música va asociada a grandes escenas. Pero el resto de canciones o piezas utilizadas en otras escenas, tienen un efecto parecido al de ésta, consiguen convertir una escena normal, o simplemente buena, en una muy buena o excelente. Aquí la tenéis.
Estos son mis motivos para que le deis una oportunidad a una serie que quizá no es muy conocida, pero aquellos que la seguimos y la vemos, lo normal es que la disfrutemos muchísimo, y la tengamos por una de las mejores series en emisión actualmente. Eso sí, para que la experiencia sea mejor, deberéis hacer, como decía un profesor mío, un acto de fe.
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