Review Titans: Ghosts
Tras dos episodios, parece que Titans ya va cogiendo ritmo. El primero cerró el ciclo de Trigon, incorporando nuevos elementos para esta segunda entrega, y el segundo ya fue una Season Premiere al uso, con las fichas posicionadas y realizando sus primeros movimientos. Aquí ya había que hacer alguna jugada, y hemos tenido incluso alguna que no esperaba, o al menos tan temprano en la temporada. Pero mejor, porque eso significa que lo que bueno está por venir.
Primero voy a detenerme a analizar un poco la figura del Slade Wilson de Titans, porque hoy le hemos visto más, no mucho, pero suficiente. Porque la presentación del personaje está siendo de lo más interesante, y de lo más imponente. A diferencia del caso de Arrow, en el que conocimos una versión de Slade más “buena”, y fue evolucionando progresivamente hasta que acabó convirtiéndose en Deathstroke y en el gran villano de la segunda entrega de la serie de The CW, aquí no conocíamos nada de él, al menos, si no visteis la ficción de Oliver Queen en su día y estáis viendo ahora la de DC Universe, o no sabíais quién era por los cómics. Los datos básicos nos los cuentan al principio del episodio, lo que pasó con su hijo Jericho y que Rose tuvo un encontronazo con él justo antes de que Dick la recogiera y la sacara de las calles.
Todo ello, unido a una escena al final del 2×01, en la que prácticamente ni habló y simplemente nos mostraron su guarida, sirve para conocerle desde fuera, sin saber nada más. Poco a poco, nos cuentan que la razón por la que el grupo original de titanes se disolviera fue este enemigo, y que hay fantasmas en la Torre que va a ser difíciles de ahuyentar a causa del enfrentamiento con Deathstroke. Por lo tanto, alguien que es capaz de hacer frente a un grupo que juntó a gente como Dick, Donna, Hank, Dawn, y puede que a algún otro personaje que no hemos conocido aún, no puede ser presentado de cualquier manera. Debe hacerse bien, y tiene que escogerse las formas a través de las cuales lo haces. Una conversación con Light, en la que desglosa la estrategia que pretende seguir contra nuestros héroes, unidos a un par de frases breves, ya nos deja una muestra de que es un tipo que no se anda con tonterías, que tiene las cosas muy claras, y que transmite una peligrosidad que, por ejemplo, no transmite el Dr. Light, a pesar de que en el episodio de esta semana cause estragos entre los titanes veteranos. Pero te queda la sensación que si Dick y compañía se hubieran preparado mejor, le hubieran detenido sin problemas; la prueba la tenéis en que Jason a tumba abierta y sin planificación previa casi le destroza.
Pero para acabar de crear el cóctel, debes hacerlo imponente, y la escena final, en la que aparece justo cuando Jason parece haber neutralizado a Light, llegando al punto de estar a nada de darle el golpe de gracia, es simplemente perfecta. Unos pasos que se escuchan aproximándose, Jason girando la cabeza y acojonándose al ver quién está detrás de él, y un vistazo completo a Deathstroke en todo su esplendor; un grito después que oye Gar en la lejanía ya nos indica que el joven Robin no sale de ahí bien parado, y un rastro de sangre que nos deja claro que el enemigo se ha llevado al joven titán. Son cosas como estas las que hacen a Titans tan buena serie. El cuidado y el cariño que se han tomado en presentarnos al gran enemigo de este año son palpables, y es de aplaudir. Solo nos queda esperar a ver qué más nos depara Slade Wilson, pero apunta a ser una entrega movida para los titanes, antiguos y nuevos.
Entre tanto, en la torre Titans tenemos a todos con una buena dosis de problemas propios, que o resuelven pronto y aprenden a sobrellevarlos, o no van a ser capaces de enfrentarse a Deathstroke. Dick sigue sin saber qué rol cumple exactamente en el esquema actual de los titanes, porque por mucho sea el líder y el guía de los jóvenes, ya es la segunda semana consecutiva que tenemos a otro personaje preguntándole precisamente eso, cuál es su función y qué quiere ser. Ya os lo dije en la review anterior, que esa iba a ser la pregunta del año para nuestro protagonista, y la serie nos lo recuerda. Además, su encontronazo con Jason puede dar que hablar en el futuro, habrá que estar atentos con esta subtrama.
Hank y Dawn siguen con un pie fuera y otro dentro y, al igual que Dick, deben encontrar su lugar en todo el entramado actual. Ver si él va a ser capaz de manejar sus problemas y encontrar la forma de equilibrar su vida de justiciero y su vida fuera de ella va a ser su viaje particular este año. Dawn parece tenerlo más claro que él, pero falta ver cómo le afecta la decisión que tome él y cómo repercute en su relación todo ello. Donna por su parte parece más pendiente de salir cuanto antes de allí que de quedarse mucho tiempo, y eso, junto al resto de problemas que os he comentado de los otros tres titanes originales, les ha llevado a fracasar contra Dr. Light. Y ahora mismo son carne de cañón contra Slade Wilson. Lo sabemos nosotros y lo saben ellos, y yo personalmente estoy deseando ver el primer encontronazo de los héroes contra el villano.
Rachel es otra que va a tener que resolver su situación, porque, tal y como vimos en el anterior episodio, sus poderes adquiridos tras enfrentarse a Trigon le podrían dar algún que otro quebradero de cabeza, y Jason ha sido el primero en probar una muestra de lo que puede llegar a ser si la joven desata su poder total, otro de los puntos de interés de la temporada, ver si la bomba estalla. Por lo menos, parece haber hecho migas con otra chica que no se lleva excesivamente bien con su padre, Rose. Me ha gustado su escena juntas, pero sigue dejándome dudas sobre si la hija de Slade realmente huye de su padre, o está ahí para desestabilizar (más todavía) al grupo desde dentro, como una jugada más en el gran plan de su padre.
La parte que menos me ha gustado del capítulo ha sido toda la relacionada con Kory, pero no ha sido mala, simplemente que mi interés estaba en San Francisco y no en Chicago. Tienen que darle minutos para desarrollar su propia trama, toda la relacionada con el paso que debe dar ella para aceptar el trono de su planeta y gobernarlo, y es entendible que nos den trasfondo sobre toda la situación y vayan introduciendo nombres propios, como el de su hermana, Blackfire, y Faddei, el hombre encargado de devolverla a su hogar y que ha terminado fracasando, al menos de entrada. Ella parece dispuesta a ayudar a Rachel y quedarse un tiempo en la Tierra, pero imagino que sus compatriotas volverán más pronto que tarde a dejarse caer por nuestro planeta y recordarle que tiene un deber que cumplir, o directamente vuelvan a por ella a las malas.
Capítulo muy interesante, que sigue añadiendo ingredientes más que sabrosos a la mezcla que es la segunda temporada, y yo por mi parte no puedo esperar al próximo episodio, ¿y vosotros? ¿Os está gustando el arranque de entrega de Titans?