Wu Assassins: El asesino de Wu y las series decentes
A veces hay momentos en los que una serie cae del cielo para llevarse toda tu ira y ser saco de boxeo en el que desahogar tus frustraciones diarias; pues este mes ese saco de boxeo para mí va a ser directamente Wu Assassins; por lo que luego no os llevéis las manos a la cabeza si no veis un ápice de piedad en mis líneas, ya que para mi este estreno de Netflix puede ser lo más penoso que he visto en televisión en los últimos tiempos junto con el piloto de Pandora (para escribir de ella tendría que terminar el piloto y no tengo fuerzas o el alcohol necesario para ello, así que lo siento por esta serie, pero te a tocado a tí).
Tenía una hoja en la que ponía los muchos puntos en los que la serie hacía aguas, pero ahora que la tengo delante no se como armar el texto ya que hay tanto de lo que hablar que puedo arrancar casi por cualquier lado; pero como soy un hombre ordenador voy a tirar directamente por lo que te encuentras delante nada más empezar la serie.
Wu Assasins te lleva a una Chinatown en la cual un chef deberá enfrentarse a un jefe de la triada con el que mantiene una relación cercana ya que ha sido elegido como el asesino de Wu, un ente cuyo deber es cazar a aquellos tiene los poderes de una fuerza ancestral llamada Wu Xing (que vienen a ser los cinco elementos de la filosofía China). La trama no es nada del otro mundo, pero al menos pinta interesante y te llama por lo menos a continuar aunque el producto que estés viendo en esos momento tienda a ser predecible, cutre en las escenas de acción y con reparto que pese a tener calidad de sobra para levantar lo que se presupone que debe ser una serie frenética de acción, se les ve con una desgana más que evidente.
“Mejorará la serie” se intenta convencer uno cuando lleva la mitad de la temporada y empieza a ver que por mucha mitología mística que la quieran meter da la sensación de que todo el pescado ya está vendido; y con una vana esperanza la continúas … gran error. En su segunda mitad Wu Assassins pasa de ser una medianía que daba para más a un despropósito mayúsculo que parece dejado a la mano de la improvisación absoluta perdiendo por el camino cualquier mínimo brote de coherencia que podría tener.
De repente tenemos mafiosos irlandeses inmortales, poderes que se saltan a la torera cualquier tipo de lógica respecto a lo que había mostrado la serie anteriormente, poderes que desaparecen de la serie como si de repente los guionistas se hubieran olvidado de su existencia, un protagonista en constante contradicción consigo mismo (como si hubiera sido escrito por dos personas distintas y ambas se hubieran negado a compartir notas o un mísero perfil del personaje), escenas de acción aún peores en las que de repente personajes que a duras penas eran capaces de respirar sin cagarse encima les dan estopa a decenas de enemigos a la vez y una trama que en la de repente todo vale.
Alguno pensará que estoy exagerando o que me estoy pasando con una serie en la que desde el primer momento se ve que sus aspiraciones no son muy altas; pero siguiendo un perfil similar y cogiendo otro producto que tampoco quería reinventar la rueda, Into the Badlands la da un repaso en absolutamente todo, ya que incluso con incoherencias, Deus Ex Machina de manual o momentos locos de personajes volando por los aires, al menos aquí daba una sensación de cohesión en la que cada barrabasada que se les ocurría a los guionistas estaba justificada ya con el simple tono de la ficción en mayor o menor medida.
Y de momento sólo he tirado por lo argumental, pero es como os he comentado Wu Assassins es cutre en sus escenas de acción … y las que no lo son. Las transiciones entre escenas, la música (que no es mala pero la mayoría de las veces parece puesta por poner y si no pega da igual porque aquí no hay nadie al volante) … todo lo que se pueda hacer mal, la serie lo hace mal. Posiblemente en términos técnicos sea la serie más pobre que haya producido Netflix que yo haya visto.
Si la habéis visto, lo siento por vosotros, pero en caso contrario evitadla a toda costa; es un ejemplo perfecto de cómo una serie puede ir a peor aunque parezca es casi imposible. Wu Assassins tira a la basura cualquier indicio de poder llegar a ser una buena serie a la primera oportunidad que tiene y lo peor, es que para cuando te quieres dar cuenta de lo mala que es ya estás tan cerca del final que prácticamente la terminas por simple inercia.