Crítica: Detective Pikachu
Quizá una de las incógnitas de este mes en cuanto a lanzamientos cinematográficos se refiere era Detective Pikachu. Un filme que, por lo visto en vídeos promocionales, podía apelar más al lado fan que a otra cosa, y generaba dudas sobre la calidad que podría llegar a tener. La vi ayer, y debajo os dejo mis impresiones.
Lo primero que quiero dejar claro: si alguien tenía dudas, es una película hecha por y para fans de la saga Pokémon. Lo mejor de la cinta, que no tiene una duración excesiva, es precisamente la cantidad ingente de guiños a todos los años de trayectoria que ha recorrido la saga, tanto en lo referente a los diferentes videojuegos lanzados por Nintendo, como al propio anime que se hizo tan popular hace veinte años. Yo, como consumidor de todos estos productos, he detectado numerosas referencias, y cada escena era un reto para ver a cuántos Pokémon podía reconocer, así como esbozar una sonrisa cada vez que aparecía un guiño, y estoy convencido de que hay algún otro que se me ha escapado.
Sobre la trama de la película, no nos engañemos, no es nada pretenciosa. El protagonista, Tim, recibe la noticia de que su padre ha fallecido (aparentemente) en un accidente de tráfico, y cuando va a su piso para recoger las cosas de su padre, encuentra a su compañero Pokémon, nada más y nada menos que un Pikachu que habla, y al que solo parece entender el joven. Juntos, indagarán en lo ocurrido con su padre, y eso les llevará a descubrir misterios todavía mayores. Ya veis que no es la panacea ni nada innovador o rompedor en la historia del cine, pero logra entretener y no se me hizo pesada en ningún momento. Las actuaciones del reparto tampoco son de Oscar, y hay algunas caras conocidas, sobre todo si te mueves en el mundillo seriéfilo, como por ejemplo Kathryn Newton (Supernatural, Halt and Catch Fire) o Chris Geere (You’re the Worst).
Es una película enfocada, como decía, a los fans de la saga, por lo que si no tienes ni idea de Pokémon, o al menos nociones básicas, se te puede hacer algo pesada o aburrida. Es una cinta entretenida, como muchas otras, pero la gracia está en conocer a estas criaturas, que por lo que yo pude ver, tenemos monstruos de bolsillo que aparecen en la película hasta la sexta generación lanzada (hay siete de momento, y una octava en camino, acumulando ya más de ochocientos). Por supuesto, el target también son los pequeños de la casa, por lo que la hace una película familiar y para todos los públicos. Además, nota importante: siempre es recomendable ver los productos en versión original, porque en el doblaje se pierden cosas, pero en esta ocasión, es casi obligatorio hacerlo, ya que la voz de Pikachu es la de Ryan Reynolds, actor que da vida a Deadpool, por lo que hace la experiencia más disfrutable si cabe.
Si quieres pasar un rato entretenido en el cine, Detective Pikachu es una buena forma de desconectar y disfrutar de un producto distendido, ameno y, sobre todo, si has querido a esta saga, repleta de guiños que apreciarás más que muchos de los espectadores que estén contigo en la sala del cine.