Review The 100: Sic Semper Tyrannis
Y tras otro parón, seguimos una semana más con un episodio que continúa la tónica de la temporada, con buenas escenas de acción, algún espacio para reflexionar sobre la lealtad y la violencia y grandes avances en el desarrollo de todos los arcos argumentales.
De hecho, quizás ese haya sido el principal problema de Sic Semper Tyrannis: hay demasiado espacio para todas las tramas, dejando la sensación de que se pasa de puntillas sobre todas las historias pero no se profundiza en ninguna de ellas. Pasan demasiadas cosas en este episodio y pasa todo demasiado rápido, nunca diré una palabra contra el ritmo de The 100, me encanta como están llevando esta temporada, pero tengo la sensación de que Sic Semper Tyrannis ha abarcado demasiada información. Hemos visto la ascensión de Madi, la recuperación de Octavia, varias traiciones, varias peleas, una huida, un secuestro, tres detenciones y no sé cuántas cosas más. Creo que la ascensión de Madi es algo que por si solo hubiera merecido un episodio, pero finalmente algo tan importante como convertir a la niña en la verdadera comandante e implantarle los recuerdos de Lexa se ha resuelto como un movimiento estratégico de Bellamy e Indra.
Quizás lo más relevante a efectos del futuro es que wonkru está deshaciéndose internamente, porque una facción quiere rendirse y otra facción quiere luchar. El problema es que esa rendición que tanto trabajo está costando asumir a wonkru, sólo tendría sentido si Charmaine continua siendo la líder de los habitantes del Shallow Valley. Pero gracias a nuestros chicos, en particular pero no exclusivamente gracias a Murphy, el liderazgo de Charmaine está en peligro. Este cambio de dinámicas, de héroes y villanos, de alianzas temporales y traiciones continuas está convirtiéndose en un fantástico motor para la serie.
Es curioso como las luchas internas de ambos grupos son tan poderosas que la guerra pasa a segundo plano. Es más, creo que el espectador no siente que un bando sean los personajes de siempre y otro los recién llegados del Eligius. Más bien sentimos que estamos junto a Charmaine y a Bellamy, por lo tanto en contra de McCreary y Octavia, pese a que ellos también estén peleados entre sí y que las posiciones de Bellamy frente a Clarke o Madi, Indra o Gaia contra Octavia, o en el valle las motivaciones de Kane, Abby, Raven o Shaw no están del todo claras.
En este sentido, Murphy ha ayudado mucho a sembrar más caos y violencia, pero me gusta, me encanta esta versión de Muprhy tan rastrera… parece como si el chico hubiera crecido en su etapa en el espacio, pero al pisar el suelo terrestre ha vuelto a ser el inconformista incomprendido y liante que siempre fue. Es genial ver como en un momento desata la guerra civil entre los tripulantes del Eligius.
La trama de McCreary (William Miller) y (Ivana Milicevic) es igual de interesante que la de los personajes del búnker, es muy notable que los guionistas hayan sido capaces de hacer que nos involucremos emocionalmente en una historia nueva y con unos personajes que acabamos de conocer y que han aparecido de la nada de sopetón. Pero lo cierto es que nos interesan sus historias y no sólo como éstas afectan a nuestros personajes de siempre. Espero de corazón que sigan ganando protagonismo y que tanto Charmaine como Shaw como Wilson y quizás alguno más se conviertan en personajes fijos en la serie.
Simpatizo tanto con estos nuevos personajes y especialmente con Charmaine que una parte de mí la siente a ella como la heroina y eso deja a McCreary como pequeña némesis y a Octavia como la verdadera villana. Me sabe mal que Octavia haya cambiado tanto, que incluso sus más cercanos quieran eliminarla es muy triste, pero algo le pasó durante ese año negro que hizo que se convirtiera en un monstruo que incluso a Indra da miedo. Y lo peor es que nunca nos hemos puesto al lado de Octavia, por alguna razón que se me escapa, los guionistas no nos han mostrado su punto de vista. Simplemente es mala, se ha dejado vencer por la maldad y ha cruzado al lado oscuro y jamás hemos visto qué ha hecho que se transforme así.
Durante estos seis años se han forzado lazos a los que no hemos asistido, la relación de Madi y Clarke queda clara y la de los amigos que sobrevivieron en el espacio también. Por eso me gusta que las acciones de los personajes sean coherentes con lo sucedido en estos seis años. Me gusta que Bellamy haya elegido a sus verdaderos amigos por encima de Clarke o su hermana, Bellamy ha pasado los últimos seis años convirtiéndose en familia para Emori, Raven, Murphy y Echo y por eso entendemos que luche por ellos. No lucha por Clarke, no envenenó a Octavia para salvar a Clarke, lo hizo para salvar a su familia. En el mismo sentido, Clarke se siente tentada en dejar a Bellamy morir si con ello pone a Madi a salvo. Aunque, dudo que los guionistas se atrevan a matar a ninguno de los condenados (Gaia, Indra y Bellamy) y de algún modo, asumo que gracias a Madi pero quizás sea otra cosa, los tres se salvaran.
La escena final ha sido preciosa. Octavia se retira y cuando se cierran las puertas vemos como las lágrimas acuden a sus ojos. Quizás porque se siente traicionada, quizás porque sabe que ir a la guerra no es la mejor opción, quizás porque su hermano la envenenó o quizás, posiblemente, porque está condenando a muerte a las tres personas que más quiere en el mundo, y posiblemente quienes más la quieren a ella.