Review The Flash: Fury Rogue
No lo voy a negar, tras el capítulo de la semana pasada tenía cierta expectativa sobre cómo iban a enfocar el este episodio, pues si mi memoria no me falla, esta es la primera vez que nos encontramos al grupo en un periodo de duelo ya que las anteriores (y escasas) muertes de personajes importantes ocurrieron en finales de temporada con el respectivo salto temporal al comienzo de la siguiente, por lo que es la primera vez que que la serie nos muestra los días siguientes a la pérdida de un miembro del Team Flash.
Me daba mucho miedo tremendo que se decantaran por un chorrisodio para aliviar tensiones y no sería la primera vez que rompen el ritmo de esta manera en The Flash, por lo que me ha gustado que lo hayan enfocado de una forma más personal, mostrando cómo cada personaje lleva sus respectivas pérdidas de la batalla con DeVoe.
La más obvia y la que centra una mayor parte del episodio es evidentemente la de Ralph, la cual se ve reflejada sobre todo en Barry, quien intenta seguir adelante como si no fuera con él a pesar de sentirse terriblemente culpable por la muerte de Ralph. Como dije en la review, para mi había sido la filosofía de Barry lo que había llevado a la muerte al personaje, pero me extrañaba que la propia serie tirara de ese pensamiento para atormentar al protagonista; movimiento curioso a la vez que acertado.
A la trama de Barry ha estado ligada también el hilo conductor del episodio: transportar al meta-humano del 4×10 para impedir que DeVoe se haga con él. Todo esto con la participación del Snart de Tierra-X (la de los nazis del crossover por si nadie se acuerda), quien hará la veces de Pepito Grillo en Barry; y la de la versión de Laurel de Tierra-X, quien para no variar, es una villana con poderes algo resentida tras la caída de su bando en el mencionado crossover.
El otro personaje que iba a tener un foco de atención evidente en este capítulo era desde luego Wells, pues no explicaron la semana pasada qué efectos iba a tener la sobredosis de materia oscura que se chutó al cerebro en pleno ataque de DeVoe. Parece ser que le dañó el cerebro y que progresivamente irá olvidando cosas, hecho que intenta ocultar el grupo pero que hará que las cosas se salgan un poco de madre cuando Cisco quiera construir un segundo casco para usarlo él y poder entre los dos equipararse a DeVoe. Tras un par de intentos, al final Wells debe terminar confesándole a Cisco tanto su estado como el motivo.
Por último tenemos a Caitlin, que perdió el acceso a sus poderes de Killer Frost en plena pelea y siente un vacío al haber perdido el acceso a Killer Frost cuando iban creando lazos entre ellas. Aunque al final descubrimos que Killer Frost sigue en el ADN de Caitlin, creo que si se hubiera desarrollado un poco mejor (por no decir algo) la relación entre ambos alter ego, toda esta trama habría tenido algo más de sentido en vez de quedar como relleno.
En otro lado y para terminar tenemos a DeVoe, quien parece ser a medida que avanzaba con el proceso de recolectar cuerpos, ha ido poco a poco perdiendo la humanidad y es incapaz de empatizar con cualquier ser humano, alejando un poco a Marlize de su lado.
No ha sido un capitulazo, ni mucho menos le llega a la suela de los zapatos al sensacional “Goodwill” de Halt and Catch Fire ni se lo pedía; simplemente ha conseguido acertar con el tono que tocaba y esto es algo que roza la victoria viendo el nivel de la serie en los últimos dos años. Aunque algo insulso, es el capítulo que pedía The Flash tras los eventos del anterior.