Review The Flash: Luck Be a Lady
Semana de regresos, despedidas y … ¡¡chorrisodio!!. Parece ser que en este comienzo de temporada The Flash quiere volver a la frescura y al tono más ligero que tenía la serie en sus dos primeros años, en vez de intentar oscurecerse desde el principio como intentaron la temporada pasada. Personalmente no me parece mala idea intentar recuperar al fan tras un año algo decepcionante ofreciéndole lo mismo que con lo que le enganchaste al show, lo único que espero es que no tarden mucho en ponerse en serio con la trama principal, que al final es lo que termina moviendo el argumento de la ficción.
Ya en la primera escena tenemos claro el episodio qué nos vamos a encontrar cuando vemos al villano de la temporada presentándonos a Rebecca Sharpe, una mujer cuya vida siempre va de mal en peor y que casualmente será la metahumana sobre la que girará el capítulo. La semana pasada ya dejaron claro que estaban saliendo nuevos metahumanos de la nada que suscitaban el interés de este nuevo villano y aquí no sólo es que tengamos una más, es que se nos explica directamente cómo han conseguido los poderes: ¿Recordáis el autobús que prácticamente choca con la brecha abierta en la Speedforce cuando reaparece Barry en la Premiere? Pues son los pasajeros de dicho bus. Me ha sorprendido tanto la explicación como que así de primeras lo hayan rebelado, esperaba algo más de misterio respecto a este tema.
¿Y cómo entra Becky a nuestras vidas? Pues gracias a sus poderes, que le otorgan la buena suerte que le era esquiva en su otra vida, pero empeorando y mucho la de quienes tiene a su alrededor. Nuestra meta-humana pasa de ser despedida en un casino porque un viejo verde le intenta meter mano a robar un banco literalmente andando y con toda la calma del mundo. Como cabía esperar, esta mala suerte termina afectando al Team Flash en casi su totalidad.
Vayamos al Team Flash. Para empezar, tenemos la vuelta de Wells de Tierra-2 y con él malas noticias para Wally en forma de caja de ruptura, ya que por lo visto es la forma en la que en ese universo lidian con la ruptura de una relación. El regreso de Wells al equipo no es todo lo plácido que uno podría esperar, con su llegada empieza un choque de egos entre él y Cisco que prácticamente no se solucionará hasta el final y previa confesión de los motivos por los que ha abandonado su universo: Jesse le ha echado de su equipo y ahora es un homeless interdimensional.
Regresando a Becky y a la mala suerte que genera en el Team Flash, la cual podemos dividir en dos partes obviando los intentos de Flash de detenerla: la de Barry-Iris y la de Joe-Cecile. Empecemos con los primeros, ya que resulta que encontrar sitio para la boda va ser más complicado que derrotar a los villanos de las pasadas temporadas, pues la facilidad con la que los van perdiendo lleva a Iris a intentar una boda express evitada por repentino ataque de tos del cura. Respecto a Joe y su pareja, todo se puede reducir a que la casa en la que tanto Barry como Iris se han criado se viene abajo.
Ahora sí que sí me voy a Becky, que gracias a su poderes la suerte que tiene va aumentando pero el grado de desgracia que provoca también, hasta el punto de provocar que un avión se vaya a estrellar por el típico ganso que se mete en los motores y que el acelerador de partículas de Star Labs se encienda sin que nadie puede evitarlo. ¿Y cómo logran detenerla? Sencillo, no lo hacen. Al final el propio campo magnético que genera el acelerador de partículas termina interfiriendo en sus poderes el tiempo justo para que se le acabe la suerte y Barry pueda apresarla.
He dicho en la entradilla que un chorrisodio con regresos y despedidas, el regreso ha sido Wells ¿Pero dónde está la despedida? La despedida es Wally (ya con su peinado normal), que después de hablar con Jesse y desaparecer durante toda la crisis de Becky decide que se va de Central City para buscar su propio camino.
A parte del tono humorístico, se avanza algo en la trama y es que los protagonistas se dan cuenta de que hay muchas casualidades provocando todo el desastre que se está formando en este inicio de temporada, intuyendo que tal vez hay alguien detrás de todo lo que está pasando.
Con este chorrisodio y con la certeza de que quedan 10 nuevos metahumanos por descubrir nos vamos hasta la semana que viene, en la que tengo la sensación que nos encontraremos con otro episodio más procedimental mucho más parecido al anterior que a este.