Explosiones, ruido, sangre. Una batalla naval iluminada con el fuego que los hombres de Euron lanzan hacia los pobres barcos de Yara y sus Greyjoy. Theon huyendo como alimaña con el rabo entre las piernas (claro que sin rabo). Dos serpientes de arena muertas por manos del propio Euron. Ellaria y Yara cautivas por el enemigo. Dorne vencido. El plan del cerco a la capital en riesgo y una primera derrota de Daenerys, que ha sido brutal. El segundo episodio no se anda con tonterías y nos mete de lleno en la guerra. Asistimos a la conquista de Poniente y nadie dijo que fuera a ser fácil…

Me cuesta creer que nadie en Dragonstone supiera que Euron posee una flota capaz de dar al traste con sus planes. Parece que los pajaritos de Varys han desaparecido junto a los cuervos, los espías y el sentido común. Elaboran una idea estupenda que implica desplazar a los dornienses en barco y en un alarde de torpeza pierden tanto los barcos, como a los dornienses. Es lamentable que Dany meta la pata de esta manera y a efectos de “marketing”  el golpe ha sido bestial, si sus aliados son asesinados o secuestrados, no va a generar confianza en las casas de Westeros. Y sin la confianza de las casas medianas y pequeñas, no tiene nada para asentarse en Poniente. Nada para esos siete reinos llenos de gente viviendo en prosperidad con los que sueñan tanto Daenerys como Varys.

Algunos de los personajes más inteligentes de la serie se reúnen en una habitación para maquinar la mejor forma de hacer caer a Cersei y sentar a Dany en el trono. La escena no es genial, porque Tyrion dejó de hablar en la pasada temporada y se nota su ausencia; porque Yara no tiene ni tuvo carisma y porque Ellaria está desaprovechada hasta el punto de ser prescindible. Pero aún con estas carencias, tenemos un pequeño diálogo entre Daenerys y Lady Olenna que no está nada mal. Aunque, si tengo que elegir una conversación, me quedo con la que mantienen Dany y Varys.  El eunuco es un jugador del juego de tronos que tiene sus lealtades hacia el pueblo, eso es algo que sabemos desde la primera temporada, incluso el propio Varys así lo menciona en algún momento. Entiendo que Dany se sienta incómoda teniendo su servicio a un hombre que ha traicionado con anterioridad a todos a los que sirvió. Pero si ella quiere ser una buena gobernante para el pueblo, lo más sensato es tener a un representante leal del pueblo en la habitación. Lo que se me escapa es que Daenerys caiga en la cuenta ahora, cuando Varys lleva siendo así desde que lo vimos por primera vez … y ella, mejor que nadie debería saberlo, pues por supuesto que apoyó a Viserys y por supuesto que conspiró para matarla y obviamente lo volvería a hacer si eso significase lo mejor para la pobre gente que intenta sobrevivir entre las peleas de los nobles.

Las mentes pensantes de Tyrion, Lady Olenna y Varys acuerdan meter en el mismo barco a las cabezas de las casas de Dorne y Greyjoy y echar el barco al mar sin valorar suficientemente los riesgos y no podría haber funcionado peor. Es cierto que Yara posee unos barcos notables y un entrenamiento en combate sobresaliente, pero también es cierto que están en guerra y que tienen enemigos y sólo los idiotas subestiman a los enemigos.

La batalla naval es más que digna, no me ha parecido visualmente espectacular, porque tras siete temporadas de Game of Thrones y el crecimiento en la calidad de todas las series, el público cada vez espera más. Y no, no ha sido una batalla brillante.  Quien sí ha brillado es Alfie Allen, mostrándonos con su mirada la angustia que siente Theon al notar el miedo y la desesperación de Reek subirle por las venas. Tendrá que redimirse salvando a su hermana o matando a su tío. Hagan su apuestas, yo me inclino por lo segundo.

Y tal como se dejó intuir en el primer episodio, Euron va a entregarle a Cersei  las asesinas de Myrcella, como regalo para la pedida de mano. Personalmente no lo veo ni interesante ni original, pero puede ser eficaz para convencer a la reina, que en cualquier caso necesita a Euron como aliado. Si bien, ahora que Arya ha cambiado de dirección y sabiendo que Ellaria esta en poder de Cersei, me asusta que la trama de Desembarco se reduzca a Cersei matando gente y Jaime intentando lograr pactos y alianzas, me parece que si esto es lo que se avecina, la idea roza el aburrimiento y deseo con todas mis fuerzas que el ejército Tyrell la líe por sí solo, incumpliendo las órdenes de Daenerys.

Es cierto que sitiar  una ciudad tan importante como Desembarco  con tropas extranjeras provocaría el temor del pueblo y las casas de los alrededores tenderían a ponerse contra el invasor. Es lógico optar por un estado de sitio comandado por ejércitos de Westeros, sobre todo porque con buen criterio Daenerys no quiere gobernar sobre las cenizas de un reino. Pero los espectadores preferimos más sangre y menos táctica, o al menos lo queremos así cuando se trata de la sangre de Cersei.

Por cierto, el tipo con el que habla Jaime pidiéndole que traicione a Lady Olenna, es el más que insoportable padre de Sam Tarly. Esta claro que en este momento Jaime es el único personaje que permanece junto a la reina que no es absolutamente detestable. Jaime ha evolucionado mucho, ha dejado atrás al espadachín visceral y se ha convertido en un sustituto digno de Petyr o Varys. Pero ni él salva la trama en la capital.

Si Arya se arrepiente de esa visita inesperada a su hermana, la trama de Desembarco sumaría algunos puntos de interés.  Quizás al ver a Nymeria deje atrás su loca idea de cabalgar hacia el norte en busca de sus hermanos, que quizás no sean los hermanos de esta nueva versión de ella misma. Porque ella no es la misma persona que escapó de Desembarco hace una eternidad, como bien sabemos quienes la hemos visto crecer y evolucionar, Arya se ha convertido en otra persona. Quizás el reencuentro con la huargo la haga recapacitar y sentir como sus seres queridos no la reconocen. O quizás sea ella quien no los reconozca a ellos o no se reconozca a sí misma en sus ojos.   Ese That’s not you, va a tanto por la huargo como por ella misma. Arya no sabía que Invernalia había sido reconquistada por su familia, al descubrirlo, su primer impulso ha sido volver a casa, pero al mirar a Nymeria a los ojos ha caído en la cuenta de que ella, al igual que el animal, ya no tiene casa. Mujer  y loba han crecido convirtiéndose en asesinas y ya no tienen nada que ver con el cachorro y la niña que una vez fueron.

Este encuentro con la huargo es una mirada al pasado, una forma de recordarnos que hemos estado siete años preparándonos para la trama que se está desarrollando hoy. Hemos visto muchas alusiones a temporadas anteriores y a conexiones entre personajes a las que nunca habíamos prestado atención: la confianza entre Jon y Tyrion se fraguó en la primera temporada y ahora parece determinante; Sam ayuda a Jorah porque es el hijo de un hombre al que cuidó y quiso; Daenerys le recuerda a Varys que no hace tanto tiempo el eunuco apoyaba a su hermano psicópata. Desgraciadamente la semana próxima tendremos un encuentro entre Davos y Melisandre, dos personajes que están muy lejos de tenerse aprecio.

Me ha sorprendido que entremos tan rápido en la necesaria reunión del hielo y el fuego. La lógica de “lo mejor para el final” me hacía estar convencida de que esperaríamos al año que viene para eso, si nos meten a Jon y a Daenerys conociéndose en le tercer episodio, podemos albergar esperanzas de que Arya mate a Cersei en el cuarto y Daenerys conquiste el trono de hierro poco después.

Sabíamos que Sansa sirve para liderar a los norteños, al fin y al cabo, tal como mencionamos la semana pasada, combina la nobleza Stark con las argucias aprendidas de Petyr y la determinación despiadada de Cersei, de hecho, la mayoría de los hombres están de acuerdo con ella, aunque eso signifique posicionarse contra el rey en el norte que han elegido. El problema de Sansa no es el liderazgo de los norteños, su problema es Petyr, quien ahora que Jon se ha marchado ve el momento ideal para unir la fuerza del Valle con la fuerza del norte.

Creo que el episodio ha estado bastante bien, siguiendo la línea del anterior, nos mantenemos estables en un alto nivel de calidad. Salvando un par de escenas innecesarias, creo que ha sido un episodio interesante y con buen ritmo. Supongo que lo peor es la pseudo escena de erotismo blando: Gusano gris va una batalla de la que pueden no volver, al igual que cualquier otra de las múltiples batallas en las que ha participado a lo largo de su corta vida, pero esta vez es especial porque tiene algo que perder. Entiendo la idea, pero el romance entre estos dos personajes me parece tan forzado y artificioso que cualquier escena me sobra. Sobre todo cuando tengo la sensación de que han querido insertar de cualquier manera la cuota de cuerpos desnudos que parece ser marca obligatoria de la serie.

Y otra cosa que me molesta es que por alguna razón han querido hacer un arco asqueroso cuya repugnancia no aporta nada a la serie, algo así como el spin off  “Sam y el asco”, si la semana pasada nos movimos entre platos de comida sospechosamente parecida a excrementos y cuencos de residuos fecales, en este episodio nos sumergimos en el pus, heridas y costras purulentas…

Esto me lleva a recordar lo divertidas y cuidadas que han sido las transiciones entre escenas: no sólo pasamos de las costras purulentas a un plato de comida… qué asco, espero que la parte de Sam mejore en el próximo episodio o tendré que ver la serie con el estómago vacío.

La semana que viene puede que veamos el esperadísimo encuentro entre Jon y Daenerys, así que os doy mi palabra de que tendréis la review en cuanto os levantéis de la cama y veáis el episodio.