Asumidlo: Netflix también cancela series

Asumidlo: Netflix también cancela series

Hace cosa de un mes y medio, se realizaron los Upfronts, una cita tradicional del mes de mayo en el mundo televisivo estadounidense, donde se decide el futuro de la mayor parte de producciones de las cadenas en abierto (las llamadas network) del país norteamericano; las hay afortunadas, que continúan su andadura por otra temporada más (o incluso por varias más si así lo decide la cadena en cuestión), y las hay desafortunadas, siendo canceladas, por lo que dejan de emitirse, a veces con un final bastante abierto. Netflix no sigue estas reglas, al igual que el resto de cadenas de cable, que anuncian qué series siguen y cuáles no cuando les place o les viene bien por diferentes motivos. No obstante, el servicio streaming ha iniciado un camino desde el pasado mes de junio que a muchos les ha sorprendido: ha empezado a cancelar sus series. Queridas amigas y amigos, es lo más normal del mundo.

Quizá el impacto ha sido mayor como consecuencia de cuál fue la serie que abrió la veda el mes pasado, Sense8, una serie muy conocida y querida por sus seguidores, que tras su segunda temporada veía como su camino llegaba a su fin. El revuelo fue tal, que asistí, anonadado, a una revuelta en toda regla en las diferentes redes sociales, mandando directas e indirectas a Netflix para que resucitara un producto que, según la mayor parte de su masa de fans, no merecía terminar tan abruptamente. Reconozco que no he visto la serie y no tengo pensada verla en un futuro próximo, pero me sorprendió sobremanera la reacción de la comunidad fan, dado que Sense8 no es la primera serie en ser cancelada en el mundo de la televisión estadounidense, ni será la última. He visto producciones de muy buena calidad ser cortadas de raíz por una decisión de la dirección de la cadena o por diferentes circunstancias y, al igual que en el caso de Sense8, los fans protestaron y demandaron una solución favorable. Pero unas veces salía y otras no, así es la vida, y había que seguir tirando. Sin embargo, el caso de Sense8 parecía que era la antesala de un escenario apocalíptico, con reacciones que todavía me sorprenden a día de hoy. Como decía, el impacto probablemente fue mayor por ser esa la serie elegida, pero, ¿alguien recuerda que Netflix ya había cancelado series antes?

Por ejemplo, hubo dos que fueron de las primeras producciones del servicio streaming y que terminaron tras sus respectivas terceras temporadas, aunque lo hicieron mediante la cancelación por las buenas que lo llamo yo, es decir, se anunció previamente que la tercera entrega de ambas producciones sería la última; una cancelación por las malas sería la de Sense8, sin previo aviso y tiempo después de su emisión. Las dos series de las que hablo fueron Hemlock Grove y Bloodline. La primera fue una de las que abrieron la veda y dieron a conocer a Netflix, junto a House of Cards o Orange is the New Black, al igual que Bloodline. No obstante, la historia concluyó con su tercera temporada, y tengo que decir que me gustó pero quizá esperaba algo más de ella, sobre todo tras su primera tanda de capítulos, una sensación que la segunda temporada mantuvo, pero nunca llegó al nivel mostrado al principio.

Hemlock-Grove-06

El caso de la serie protagonizada por Kyle Chandler es similar al de Hemlock Grove, pero parece ser que es bastante más pronunciada su caída. Una primera temporada que se llevó numerosas nominaciones, y que hizo que Ben Mendelsohn obtuviera un Emmy como Mejor Secundario de Drama, por delante de Peter Dinklage y Kit Harington (Game of Thrones), Jonathan Banks (Better Call Saul), Michael Kelly (House of Cards) o Jon Voight (Ray Donovan), lo cual daba más mérito todavía si cabe a su victoria. No obstante, tras una primera temporada que recibió un gran apoyo por parte del público, la segunda y tercera parece que ha sido una caída en picado, sin frenos, y de cabeza a un pozo lleno de rocas afiladas. También esta serie fue renovada por una tercera, ya anunciando de antemano que sería su final, probablemente como consecuencia de las malas críticas recibidas, y más factores que Netflix tomaría en consideración para decidir su futuro.

Pero claro, estas dos son las, por decirlo de algún modo, las más afortunadas en conocer su final; alguno dirá que no es una situación comparable con la de Sense8. Pero os diré una que sí lo es: Marco Polo. Obviamente, esta serie no llegó a tener en ningún momento el impacto mediático que tuvo Sense8, pero fue verdaderamente la que abrió la veda a las cancelaciones sin preaviso por parte de Netflix. Meses después de la emisión de su segunda temporada, el servicio anunciaba que Marco Polo no continuaría con una tercera temporada. No hubo legiones de fans encolerizadas que demandaran el rescate de la ficción, y se fue sin hacer más ruido, pero los fans de Sense8 deberían ser conscientes de una cosa: Netflix no son las hermanitas de la caridad, es una empresa, y como toda compañía, mira por sus beneficios y pérdidas, y Sense8 no era especialmente barata.

sense 8

Cada episodio costaba alrededor de 9 millones de dólares, y semejante inversión debía devolver los réditos suficientes como para que el servicio decidiera prolongara su vida por más años. Para que os hagáis una idea, la sexta temporada de Game of Thrones ha costado alrededor de 100 millones de dólares, lo que supone una media de 10 por capítulo, tan solo uno más que los de Sense8. No obstante, la producción de HBO es un monstruo, que no solo devuelve esa inversión realizada sino que la multiplica mucho más a través de diferentes vías. Netflix vio que Sense8 le estaba saliendo muy cara y decidió cancelarla. Así de simple. Si tú tienes en tu tienda un producto que te ha costado mucho traer para ponerlo a la venta, y no te está saliendo rentable porque nadie lo compra, o lo hace muy poca gente, lo lógico es retirarlo y pensar en otras formas de obtener beneficios. A pesar de que en el pasado Netflix haya resucitado series (como el caso de Longmire), lo normal es que empiece a cancelar series si ve que no le sale rentable.

A pesar de todo, los fans de Sense8 pueden estar contentos, ya que el servicio streaming se ha bajado los pantalones ha escuchado a las legiones de fans y le concederá a la serie una película que pondrá cierre a las tramas. Es una victoria de los seguidores de Sense8, sin duda, pero no os engañéis: Netflix no lo haría a menos que mereciese la pena. O tal vez todas esas peticiones les hayan tocado la fibra sensible y hayan elegido el camino de la bondad… O quizá hayan aluciando al ver cuentas de Twitter que ponían los números de atención al cliente de Netflix para que la gente llamara quejándose por la cancelación, o peticiones en Change.org pidiendo el regreso de la ficción, o incluso amenazas de darse de baja porque Sense8 no seguiría otra temporada más. O simplemente, una mezcla de todo lo anterior.

girlboss

Pero si queréis saber si ya con este gesto han cambiado su política sobre las cancelaciones, me temo que no ha sido así. Tras el anuncio de Sense8, en las semanas posteriores le han seguido dos más: el de The Get Down y Girlboss. La primera no la he llegado a ver, la segunda sí. No sé si Sense8 merecía ser cancelada, pero la ficción protagonizada por Britt Robertson casi que sí. Lo mejor de la serie era ella, y el resto de elementos no me aportaban nada de nada, y la trama no tenía el nivel suficiente como para que siguiera adelante por mucho más tiempo. Hay muchas series en la televisión actual peores que Girlboss, pero es una muestra más de que Netflix ha resucitado a Sense8 como excepción, y parece que se ha puesto a afilar los cuchillos buscando su nueva víctima. En el caso de esta serie y en el de The Get Down, nuevamente han sido canceladas semanas después de sus respectivas temporadas, al igual que Sense8. No he visto la mitad, ni la tercera parte de repercusión que en el caso de Sense8, aunque casi mejor, sobre todo en el caso de Girlboss; no hacía falta ese despliegue de medios que se realizó con la ficción protagonizada, entre otros, por Miguel Ángel Silvestre.

Debemos aceptar la realidad que ha empezado a tomar forma tras este mes: Netflix va a cancelar series, lo queramos o no. Quizá en el futuro cancelen alguna serie que genere también una repercusión similar a la de Sense8, pero no sé si estarán tan receptivos a resucitarla si se diera el caso de que la gente lo demandara. Creo que esto ha sido una excepción, y que habrá más cancelaciones por llegar, y alguna que me afectará a mí, al igual que os ha pasado a muchos con esta. ¿Armaré el escándalo que habéis armado por la cancelación de ésta? No lo sé, depende de qué serie es la desafortunada. Lo que sí sé, es que Netflix no va a conceder muchos más deseos a los seguidores de otras series, a menos que tenga algo que ganar con ello, por lo que haceos a la idea de que este mes de junio ha sido el primero de muchos en los que tendremos noticias de que una serie de Netflix es cancelada. Cuanto antes lo aceptéis, mejor para vuestra salud mental.