No recuerdo muy bien cuando oí por primera vez la noticia de que pensaban adaptar a televisión esta novela corta de Stephen King (134 páginas/de 1980), seguramente fuera a mediados de 2016; y entonces me hice la misma pregunta de siempre: “¿Por qué?”. Ya en 2007 hubo una más que notable adaptación con la película homónima de Frank Darabont, donde se enriqueció la obra añadiéndole un trasfondo al origen de la historia, aunque, por el contrario, se eliminara mucha de la mitología religiosa que adornaba el relato, dejándolo en algo más sencillo y sin llegar tanto al terreno fantástico que tanto gusta desplegar a King; algo que me pareció un acierto y casa perfecto con el tono dado en la película. En todo caso, siempre me gusta darle una oportunidad a productos que me han gustado antes, ver si esta nueva visión será capaz de aportar algo a lo ya contado anteriormente.

Spike ha sido la encargada de llevar adelante la serie, y la ha puesto en manos del danés Christian Torpe. Una sorprendente elección viendo que es alguien que no tiene experiencia en el género, y encima es su primer trabajo en el continente americano; ya que su carrera ha sido, básicamente, en series de su país natal, menos la última, un serie francesa que aún sigue en emisión. El reparto lo copan caras desconocidas; y lo poco reconocible se queda en Frances Conroy (SFU), Alyssa Sutherland (Vikings), Isiah Whitlock Jr. (Aka Sheeeit) (The Wire), Erik Knudsen (Continuum) y Dan Butler (Frasier).

La serie tendrá unos 10 episodios y aún no está especificado si será miniserie (por favor, que sea así) o pretenden alargar la historia más temporadas. Junto al piloto se colgaron en la web los dos siguientes capítulos, con los que ya nos podemos hacer una idea más que clara de cómo va a ser la serie.

Lo primero que se me viene a la cabeza tras estos tres episodios es una palabra: “Relleno”. Pretender contar en 10 episodios lo que King hizo en 134 páginas, o Darabont en 126 minutos, me parece una temeridad enorme, además de totalmente innecesario. El primer episodio empieza con un soldado, del proyecto Arrowhead (del que se irá desgranando poco a poco su significado), que despierta en medio del bosque y, sutilmente, nos revelan que ha perdido la memoria; junto a él un perro, y mientras, la niebla se les viene encima. Tras darse cuenta del peligro que se esconde tras ella (aunque en realidad sólo ha visto lo que le ha pasado al pobre perro), corre al pueblo para intentar advertir a la gente, y como era de esperar, no lo reciben con los brazos abiertos. Tras esa escena, lo que veremos durante el resto del piloto será una larga sucesión de escenas donde se irán presentando a los personajes de la historia. Más adelante, las piezas se irán colocando en el tablero antes de que se les cierna encima ese misterioso manto blanco. Al contrario que en la película, los personajes se irán repartiendo por varias localizaciones: un centro comercial (en vez de un supermercado), la iglesia y la comisaría.

El mayor problema que le veo es que el peligro inminente que pareciera ser la niebla parece tardar más de la cuenta en entrar en escena; es como si convenientemente haya cogido el camino más largo para llegar al pueblo, encima en algunas otras escenas le quieren imprimir un sentido de ser vivo haciendo que se comporte de forma incongruente. Además, se centran demasiado en problemas familiares que me importan poco, y tramas que no van a ningún sitio, o eso parece. Tras su aparición, la niebla pasa a un segundo plano. Salvo contadas ocasiones, donde sólo veremos a las víctimas de ataques pero sin ver al atacante. Sólo al cierre del tercer episodio tendremos novedades, se vislumbrará una de las tramas que no tuvo la película, el componente fantástico con toques religiosos de la novela; que habíamos visto antes en clave de visiones y donde se ve claramente las alegorías cristianas. Cosas que me parecen demasiado forzadas como para que por momentos no parezcan ridículas, me refiero sobre todo al momento “ángel” que veremos en tercer capítulo.

Como no suelo abandonar series, le seguiré dando la oportunidad de rigor. Deseando que se tengan guardado lo mejor para algún momento lo más pronto posible, y no sea sólo para el final. Como suelo hacer en estas ocasiones, recomiendo ver la película de 2007 si no se ha visto antes, ya que hasta al propio King le pareció muy superior a su propia obra.