Review House of the Dragon: The Burning Mill
Tiene gracia porque este primer párrafo es el último que he escrito de la review, porque no sabía por dónde empezar. Y yo mismo, antes de escribir todo el cuerpo del texto que tenéis disponible a continuación, me decía a mí mismo que me parecería raro superar la extensión del artículo conjunto sobre el 2×01 y 2×02 que saqué hace unos días. Pues bien, superado con creces. Y es que hay mucha tela que cortar en este 2×03, así que, vamos a ello.
NOTA: esta es una review CON spoilers del 2×03 de House of the Dragon, pero SIN spoilers del libro en el que se basa, Fuego y Sangre.
El episodio de esta semana ha abierto con un nuevo tramo en el opening, reflejando el nuevo evento sangriento acaecido en las dos semanas de inicio de temporada, la muerte de Jaehaerys a manos de Sangre y Queso, y la posterior ejecución de todos los cazarratas de la ciudad. El tapiz seguirá actualizándose a medida que sigan pasando sucesos de este estilo, y alguno queda para la actual entrega.
Si hay un lugar de Poniente donde no me gustaría vivir, es en las Tierras de los Ríos. La escena inicial nos pone en situación de lo que nos vamos a encontrar en este capítulo, con un conflicto antiquísimo entre dos casas que no vimos en Juego de Tronos, pero que aquí van a ser actores políticos de la Danza: Blackwood y Bracken. De hecho, ambas cuentan, si conocéis la historia de la saga, con miembros ilustres que son favoritos de mucha gente, pero no es momento de incidir en ellos.
Lo que abre es un cuadro sangriento de lo que está por venir, ni más, ni menos: una guerra civil, de vecinos, hermanos y amigos, los unos contra los otros, por defender una causa u otra. Si hay un conflicto bélico doloroso y cruento, es el que nos vamos a encontrar en lo que queda de serie. Esto es un anticipo, porque, como decía un par de párrafos atrás, eventos para llenar un tapiz, todavía faltan.
¿Y cuál es el bastión más importante de esta región de Poniente? Harrenhal. La casa que gobierna las Tierras de los Ríos es la Tully, de la que proviene Catelyn, la que sería futura esposa de Ned Stark en los eventos de Canción. Pero, como indica Daemon en el episodio, el castillo más grande de todo el continente es el que actualmente rige la casa Strong.
Lo mejor del episodio, para mí, es todo lo que pasa en Harrenhal. Muchos fans de Daemon tenían ganas de verle en acción y con el final del capítulo anterior, montando en Caraxes y partiendo de Rocadragón, todos teníamos claro que esta semana era la suya. La “toma” del castillo ha acabado siendo más sencilla de lo que esperábamos; mejor dicho, ha sido una rendición a todas luces. El castellano de la fortaleza, familiar de Larys y el resto de Strong presentados en la serie, ha optado por la vía rápida y ha hincado la rodilla ante “su Alteza” Targaryen.
La dirección del capítulo en esta parte me parece fantástica, con Daemon vagando por las entrañas de un castillo que es un milagro que se sostenga en pie. Nos ponen en situación, a propios y extraños, de cómo acabó este lugar de esa manera: gracias a Aegon Targaryen (luego volveremos a él) y Balerion el Terror Negro, que arrasaron Harrenhal y terminaron con el linaje de su custodio en aquel entonces, Harren el Negro. Las perlas de lore de la saga que nos da House of the Dragon siempre son bien recibidas, y más si tenemos en cuenta que HBO está preparando una serie sobre la Conquista del primer rey Targaryen en Poniente, y acabaremos viendo dicho evento.
Por si fuera poco, Daemon ha tenido el placer de conocer a una mujer muy especial, que por ahora no ha sido mencionada, ni ella ha dicho su nombre, pero os lo avanzo yo: se llama Alys Ríos y va a ser un personaje muy… peculiar, vamos a decirlo así. De hecho, puede o no que esté relacionada directamente con lo que ve el príncipe en su estancia, con esa ¿visión? de Rhaenyra de joven (lo que supone el cameo de Milly Alcock) cosiendo la cabeza de Jaehaerys al resto de su cuerpo, para concluir su paseo nocturno ante el árbol corazón de la fortaleza, con esa sentencia ominosa de la mujer diciéndole “you will die in this place”. Vaya manera de cortarle el rollo a uno, la verdad.
Nos vamos ahora a Rocadragón, a ver qué se cuece por la corte de la reina Rhaenyra. Y es que su Consejo, ante la ausencia de Daemon, y los rumores de que los Verdes se están preparando para lanzarse al ataque, ya no se andan con medias tintas y comienzan a sugerir a la monarca que deben dar más pasos hacia el conflicto, algo que no le aconseja Rhaenys, que opta por la vía de intentar tender el maltrecho y quizá único puente que queda para salir del atolladero: apelar a Alicent. Luego comentaré esto, porque quiero centrarme en los Negros, que la semana pasada hablé mucho de los Verdes.
Hemos visto más a las hijas de Daemon y Laena Velaryon, Baela y Rhaena, y eso me gusta. De hecho, es casi más de lo que han explorado a Jace, que se dio una vuelta por el Norte, y poquito más. Pone caritas intensas, y de momento, ahí anda el chico, asiendo el pomo de su espada que casi parece un calco de Daemon.
Ambas jóvenes me parecen mejor aprovechadas por ahora que el heredero de Rhaenyra, y hemos explorado un poco más en sus personalidades, y veladamente nos han recordado, a través de la frustración que nos muestran con Rhaena, que ella aún no es jinete de dragón, algo que vimos en la pasada temporada, compartiendo escenas con su madre al respecto de si alguna vez sería capaz de reclamar un dragón. Aunque molesta de primeras con el mandato de la reina para ella, creo que hemos visto que ha entrado en razón al hablar con su hermana, y decírselo textualmente, y ver que le han confiado el futuro de la casa Targaryen, con los hijos de Daemon y Rhaenyra, y la descendencia de los dragones, con todos esos huevos.
A Baela por su parte la hemos visto en acción con Danzarina Lunar, que luce fantástica, patrullando por las regiones cercanas a la costa y próximas a Desembarco, y casi interceptando a Criston Cole y parte de la comitiva que se dirige a Rosby, lugar que va a ser importante en siete días, tomad nota. Ojalá hubiera pillado a tiempo a la nueva Mano del Rey Aegon, porque sin duda merece que le abrasen, y al hermanito de Alicent tampoco me hubiese importado que le chamuscaran, la verdad.
Antes he citado a Rhaenys, de la que habíamos visto varias escenas durante estas tres semanas, y creo que sus intervenciones, aunque cortas en comparación con las de otros personajes, están siendo bastante atinadas, no como la del final del 1×09, que, en fin. Parando los pies a Daemon en la premiere, conversaciones más personales con Corlys, y como la mejor consejera que tiene Rhaenyra en estos momentos, poniendo en su sitio además al resto de miembros con ese recordatorio al mejor monarca que han tenido los Siete Reinos, Jaehaerys I. Eve Best sin duda fue una elección de casting fantástica, y parece que han enmendado el error de enfoque del citado episodio. Estoy disfrutando bastante con su personaje, de lo que más destacaría de este inicio de entrega.
Otra que parece que va a pasar a ser de las del círculo cercano de Rhaenyra es Mysaria, que con su decisión de dar la voz de alarma con respecto a Arryk Cargyll, se ha ganado el favor de la reina, porque a ella acude para la misión que ha tenido hoy. Aegon ha seleccionado a su maestro de los rumores con Larys Strong; ya tenemos la equivalencia en el bando negro.
Y justo ahora que menciono a los de Desembarco, nos vamos allí, antes de la escena final, que es un tema en sí.
Vamos a empezar con la mejor persona de los Verdes, Helaena. Aún lidiando con la muerte de su hijo, tiene la bondad suficiente como para perdonar a su madre, no hace falta concretar por qué acción, puesto que todos lo sabemos. Es curioso que la serie elija aquí quitarle una carga emocional de encima a Alicent, para luego lanzarle tremenda losa en la cara que le tiran en la escena final, pero bueno, ya llegaremos (casi estamos, lo prometo).
Los hay que estaban cansados de cerrar los capítulos con escenas de sexo entre Alicent y Cole. A mí me empiezan a cansar las escenas de burdeles.
La mejor parte de ese tramo de episodio es cuando conocemos un poco más a Ulf, ese personaje que salió la semana pasada y observaba perplejo el espectáculo de los ahorcamientos de los cazarratas por las calles de Desembarco. Según dice él, que podemos creerle o no, es un bastardo Targaryen, ni más ni menos. Desciende de Baelon el Valeroso, hijo de Jaehaerys, y está emparentado con Daemon y Rhaenyra, y con el resto de la familia del dragón, básicamente. Lo más interesante de esto, aparte del debate de si creerle o no, es el término que emplea, “semillas de dragón”. Recordadlo, porque será importante más adelante.
Y a partir de que entra su otro sobrino en el burdel, Aegon con su comitiva de lamebotas, toda esta parte descarrila. Considero que es herencia recibida de la serie madre, que abusaba de este tipo de escenas para rellenar la cuota de desnudos. Todo esto, sobra. No me aporta nada para Aegon, del que ya sé todo lo que necesito saber para formarme una opinión sobre él; y me aporta menos todavía para Aemond, que ya lo dije en la review anterior, y esta semana me reafirmo, se me está cayendo con todo el equipo.
¿Pretenden que me dé pena? No me la da. ¿Pretenden que empaticen? No lo hago. ¿Pretenden transmitir con el desnudo una imagen de fortaleza? A mí me deja el sabor de un chiquillo patético, como el 99% de hombres mostrados en pantalla, y que solo quiere que le abrace su mamá. Pero eso ya lo sabía antes de esta escena, porque precisamente me lo has mostrado hace un episodio, y ya estaba claro desde hacía tiempo.
HBO, con la solera que tiene y la cantidad de desnudos que ha introducido en muchísimas de sus producciones, lo que me transmite aquí es que no está calibrando bien este factor, y les está quedando mal, y están siendo lo peor de la temporada hasta ahora.
Y cerramos con la Princesa y la Reina. O mejor dicho, la Reina Negra y la Reina Viuda. Vamos a empezar señalando lo que menos me ha gustado de todo esto: la línea de diálogo de Mysaria de “a Daemon le funcionó, no veo porqué a vos no”. Mala excusa para salir del paso, honestamente. Sí, nos muestran a un guardia enfadado y registrando a la multitud, pero sigue dando una imagen bastante endeble de las defensas de Desembarco. ¿Quieren hacer eso precisamente, poner en evidencia el asunto? Me sigue pareciendo bastante increíble que, tras la muerte del heredero real, Rhaenyra pueda entrar como si no pasara nada, aun yendo disfrazada de devota de la Fe.
Pero dicho eso ya, vamos con el meollo. Ha habido polémica al respecto, y yo tengo que romper una lanza en favor de todo este tramo de episodio; eso sí, con algún pero. El origen, esa conversación de Rhaenys con Rhaenyra a la que he aludido antes, creo que es una postura sensata dentro de la variedad de opciones que tiene la Reina ahora mismo encima de la mesa, apelar al último resquicio de humanidad, o nostalgia por tiempos mejores y lo que fueron ambas antes de todo esto.
Sobre eso, lo comprendo, ya digo. Ahora bien, en general, la concepción de este momento, en mi opinión nace por el cierre del 1×08 y la lluvia de críticas y debate armado tras balbucear Viserys cuatro palabras mientras fallecía entre agonía, y Alicent montarse la película ganadora del Oscar, que no contentó a la mayoría de seguidores. Es decir, esta escena es la forma de los responsables de la serie de arreglar aquello.
Saben que hay una buena parte del fandom que anhela verlas interactuar, y han aprovechado la semilla plantada en el 1×09, con la conversación entre Alicent y Rhaenys que se alude en este capítulo, y veo una justificación inteligente, dentro de un episodio que tiene alguna que otra decisión cuestionable. ¿El resultado? Pues, ahora sí, la villanización definitiva del bando Verde y la justificación total de los Negros.
Seguro que os habrá pasado, al salir de un examen, que habláis con compañeros vuestros, y comparáis lo que habéis escrito vosotros en una pregunta, y lo que ha escrito el resto, y difiere absolutamente, y os empezáis a cuestionar si realmente habréis aprobado o no. Pues esa cara es la que se le ha quedado a Alicent cuando Rhaenyra le ha hablado de la Canción de Hielo y Fuego, conectada con Aegon I el Conquistador.
Rhaenyra sale reforzadísima del encuentro, y Alicent se va a enrocar en su posición, básicamente, porque se ha quedado ya sin margen de maniobra tras los acontecimientos de los últimos episodios, y los que están ya en marcha. Ahora tiene que lidiar con el hecho de saber que Viserys nunca quiso a Aegon como heredero, que él siempre quiso a Rhaenyra más y que reinase tras su muerte, y que hay numerosas vidas perdidas, inocentes y culpables, cuya buena parte de responsabilidad recaen sobre ella, al afirmar que su esposo ordenó, momentos antes de fallecer, que Aegon debía sucederle.
De un plumazo, cualquier fundamento que pudieran sostener los Verdes para justificar su causa, acaba de caer. La serie, con ese final de 1×08, y esta corrección en esta temporada, ha marcado ya totalmente su postura al respecto de quién debe ser la monarca, por si alguien no lo había pillado a estas alturas. Lo considero, primero, un error entonces el marcar ese final así, y, segundo, dentro de que me ha gustado la escena en sí, me parece que el despojar de legitimidad a la causa Verde a estas alturas de conflicto es una decisión cuestionable cuanto menos.
El espectador sabía de sobras que Viserys hablaba de la Canción y de Aegon el Conquistador, pero Alicent no. ¿Podría haber pensado en su momento que igual se refería al primer monarca Targaryen, en vez de a su hijo? Quizá, pero lo lógico desde el punto de vista de ella es considerar que menciona a su primogénito. Ahora, sabiendo ella la verdad, defender su postura es una huida hacia delante, en un conflicto en el que se nos viene diciendo desde la producción, dirección y equipo de guionistas que es horrible, y que no hay bando bueno y tal y cual. Sin embargo, esta escena te deja a las claras un mensaje: los Negros serán malos, pero los Verdes son peores, y no tienen legitimidad alguna. Y quedando aún mucha tela que cortar, repito, es muy cuestionable esto.
Y nos vamos hasta la semana que viene. Ya sabéis, si queréis dejarme vuestra opinión, podéis hacerlo en la caja de comentarios de debajo, o en cualquiera de nuestras redes, en las que os invito a seguirnos. ¡Hasta la próxima!