Review House of the Dragon: Regent
Después de un episodio de altos vuelos, llega “la calma” de este quinto. Y lo entrecomillo, porque, a pesar de que no ha habido batalla ni acción, hemos tenido varias cosas interesantes que analizar, así que vamos con ello.
Justo voy a iniciar la review por este punto, el de la bajada de revoluciones con respecto al anterior. El cuarto, realmente, tiene de batalla los últimos quince minutos, aproximadamente. El resto es construcción de lo que veremos en la parte final. ¿Por qué traigo esto a colación? Porque una de las quejas principales con la temporada es que no ha habido suficiente acción o peleas. Hay una línea de opinión, o mejor dicho, de crítica, que clama por no ver aquella guerra prometida, y sí muchas conversaciones.
En parte lo puedo entender. Tanto lectores como la propia cadena viene anticipando desde que arrancó House of the Dragon que veríamos guerra con esta danza de dragones. Pero las guerras no suceden de la noche a la mañana. Hay que crear el contexto, hay que trazar las líneas maestras para que termine estallando el conflicto, como lo hizo en el 2×04, y hay que marcar el tempo adecuado de las cosas.
Dicho de otra manera: esta serie no va a ofrecernos batallas en todos los capítulos que restan hasta su final. Si siguen el material original, nos quedan más momentos de un calibre similar al del cuarto, así que, tranquilidad. Además, en Juego de Tronos, literalmente, tuvimos durante la mayor parte de sus temporadas una batalla por entrega, y el resto eran conversaciones, diálogos e interacciones entre sus protagonistas. ¿Que las de la serie madre eran mejores que las del spin-off? Vale, podemos debatirlo. Pero despotricar de House of the Dragon porque no hay suficientes peleas, es de no haber entendido nada.
Cerrado este punto, vamos con el episodio en sí.
Sin ser yo el guardián del lore, tengo que detenerme a un detalle concreto, que me ha llamado mucho la atención. Al comienzo del episodio, vemos a Criston Cole limpiar su arma, y Alicent yendo a sus aposentos a pedirle explicaciones de lo acontecido. La Mano del Rey dice que ha dejado una pequeña guarnición en Reposo del Grajo, y habla del dragón de Aegon, Fuego Solar. Aquí viene la cuestión principal con respecto al material original (no será la única del episodio, pero sí la más llamativa para mí). Cole dice lo siguiente, en la versión en castellano, en el doblaje y en los subtítulos:
“Dejé una pequeña guarnición protegiéndolo. Y al dragón de su alteza. Fuego Solar tardó en morir.”
En inglés:
“I left a meager garrison behind to protect it. And the king’s dragon. Sunfyre was long in the dying”.
Más tarde, Rhaenyra habla con Jace, y alude a la muerte de Fuego Solar también. ¿Qué sucede con todo esto? Según lo visto en el episodio, la información que se transmite al espectador es que la montura del Rey ha fallecido, mientras que, en el libro, sí, Fuego Solar es herido, pero no muere. ¿Por qué recalco este cambio con respecto a la obra original, y otros no? Porque este dragón en particular tiene cosas que hacer aún, y una de ellas es algo muy importante y muy destacada como para que sea omitido o cambiado en la serie.
Tanto es así que ya he leído comentarios al respecto en redes aludiendo a una posible estrategia para despistar al bando negro, y que luego el dragón supuestamente abatido regrese. ¿Es plausible que Cole esté mintiendo a Alicent? Absolutamente. Ya lo vemos en el episodio. Está en shock tras la batalla, sometido a la voluntad de Aemond y a la realidad de la guerra en la que se han metido, y puedo creer que el ahora regente les dijera que transmitieran ese relato a todo el mundo para aprovecharlo a su favor más adelante, y difundir información falsa al enemigo. Pero también me creería que los responsables de la serie hubieran cambiado esto por razones que desconozco. Por lo tanto, solo queda esperar a ver qué pasa, pero no me quería quedar sin señalar esto.
Aprovechando que he incluido a estos dos en la observación del potencial cambio en el lore, me voy a quedar con ellos y la situación en Desembarco, porque las cosas han variado, y pinta que a peor. El bando verde me parece mejor aprovechado hasta ahora, pero vengo diciendo que Aemond era, para mí, el que menos habían lucido hasta ahora, cosa que tras el cuarto y este quinto ya siento que tengo delante la versión que quería ver de él; pero la otra con la que creo que no han acertado tanto es con Alicent.
En las dos primeras semanas, creo que se había hablado más de ella por las escenas de sexo al final de cada episodio, que de su rol en sí durante los mismos, que tenía algunos buenos momentos, pero el cambio con respecto a Sangre y Queso, y la repetición de cierre en el segundo como en el 2×01 monopolizaron los comentarios al respecto de ella. Por si fuera poco, el 2×03 también generó polémica con la escena que compartió con Rhaenyra, que a mí me gustó, todo sea dicho, exceptuando ciertos matices que ya dije en su momento.
Creo que hay varios personajes que han comenzado a tener más presencia ahora, y Alicent es una. Ya en el cuarto me gustaron todas sus escenas, buscando información de la Canción, y sus conversaciones con Aegon, el Gran Maestre y Larys, y hoy su interacción con el Consejo y sus momentos con Cole también me han convencido. Tiene pinta que la relación entre estos no va a seguir, y creo que ha sido un error de la temporada el haber introducido esto. Ya veremos qué sucede en las tres semanas que quedan, pero, si no siguen liándolos, por mí perfecto.
Además, hemos visto con ella en Desembarco y con Rhaenyra en Rocadragón cómo ambas se han visto superadas por la idiosincrasia del contexto en el que viven, porque en la capital no han dudado ni medio segundo en claudicar a favor de Aemond, y en la isla siguen quejumbrosos con la política de la hija de Viserys, mas si cabe tras la muerte de Rhaenys. Incluso su propio hijo toma acción propia sin consultárselo a su Reina y a su madre. Creo que el paralelo de ambos círculos privados de sendos bandos lo han ejecutado a la perfección, y transmite la sensación de impotencia de ambas, que siguen viendo cómo todo se les escapa de las manos, y lo poco que pueden hacer por ahora.
Este episodio ha dado paso a las nuevas generaciones Targaryen, que estaban relegadas a un segundo plano, y también tienen su papel en esta serie. Baela ha tenido que ir a tirarle de las orejas a su abuelo, y recordarle que está cobrando un sueldo por esta temporada, y por ahora no ha hecho nada. Entiendo el contexto del personaje, herido al final de la entrega anterior, y hoy llorando la pérdida de su esposa. Pero es uno de los secundarios con más peso desde el arranque de la serie, y la participación de la Serpiente Marina este año está siendo decepcionante y testimonial.
La hija de Daemon y Laena ha destacado en esa escena para mí, y ha cargado con el peso dramático como no lo ha hecho su abuelo, que sigue de excedencia. A la otra hija del príncipe consorte (perdón, del Rey, que luego se cabrea), Rhaena, también la hemos visto hoy en el Valle, y hemos conocido a Jeyne Arryn, a quien interpreta Amanda Collin, protagonista de la cancelada Raised by Wolves, junto a Abubakar Salim, actor que da vida esta temporada a Alyn. A la joven no parece que la hayan recibido con grandes honores en esa región, pero tengo ganas de ver qué cariz toma su trama.
Y el que ha sido para mí el mejor personaje del episodio, Jace. Por fin le vemos proactivo y con algo de peso en toda esta trama. Ha tomado la iniciativa de ir a negociar a Los Gemelos con los Frey, asegurar su lealtad a la causa de Rhaenyra, y garantizar un paso para los norteños de Cregan, cuando marchen hacia el sur. ¿A alguien más le han venido flashbacks de otra negociación con los Frey que implicaba el cruce de tropas Stark hacia las Tierras de los Ríos?
Además, Jace ha sugerido algo a Rhaenyra para intentar equilibrar el rumbo de la guerra que será crucial para el futuro de la misma: buscar más jinetes para los dragones que no están domados, y que el bando negro tiene a su disposición. En la novela, el príncipe de Rocadragón sugiere que esa búsqueda de posibles candidatos se haga en el entorno de la isla, entre potenciales bastardos que pudieran haber dejado allí las generaciones previas de los Targaryen. Aquí, se opta por ampliar el abanico a candidatos repartidos por todo Poniente, descendientes de matrimonios con otras casas nobles. No me parece mal cambio, y agradezco que hayan mantenido que la idea nazca de Jace, porque su personaje necesitaba tener agencia propia.
Por cierto, los he citado antes, pero quiero destacar alguna cosa más de Alicent y Aemond. De ella, me ha gustado mucho la escena que está junto al lecho de Aegon, viendo como sufre por sus heridas, que es un paralelo directo con las que ella compartió con Viserys, ya en sus últimos días vivo. Y de él, ensalzo el lenguaje corporal de Ewan Mitchell, porque las únicas palabras que pronuncia en el episodio son para dar órdenes ya como nuevo regente, y para preguntar frente a la cama de su hermano que qué iban a hacer con respecto a la continuidad en el poder, ahora que Aegon estaba convalecient; el resto, son caras, gestos y poses que transmiten a la perfección qué piensa él de esta situación. Además, la escena frente al Trono con Helaena me ha recordado muchísimo a la de Thanos con Gamora de niña en Infinity War, con esa pregunta de si ha valido la pena el coste para alcanzar lo que anhelaba.
Una regencia que no tiene pinta que se vayan a tomar demasiado bien en Desembarco, porque el vulgo de la capital ya empieza a mostrar su descontento con las medidas tomadas por el príncipe Targaryen, y hemos vuelto a ver a la familia de Hugh, ese hombre que se nos mostró como herrero en el inicio de la temporada que iba a la audiencia de Aegon a pedir que les dieran recursos para subsistir. El papel del pueblo llano en Canción no es baladí, y siempre nos deja alguna que otra lección para los soberanos, así que tengo ganas de ver cómo desarrollan la trama capitalina, ahora que también Mysaria ha infiltrado a una agente allí, para influenciar a la gente en favor de la causa de Rhaenyra. La exhibición de la cabeza de Meleys es un mal augurio, y todos lo saben, aunque todos buscan obtener beneficio a su favor, y creo que nadie lo acabará consiguiendo.
El último tramo de review la dedicaré a Harrenhal, que casi es un spin-off dentro de la propia serie. Ha tomado una entidad de tal calibre que Daemon ya es el integrante del bando negro con mejor desarrollo de la temporada. Rhaenyra tiene momentos puntuales en los que la destaco, o mejor dicho, la interpretación de Emma D’Arcy, pero lo que están haciendo con él me parece muchísimo más interesante que lo que han decidido optar por mostrar de ella. Parece que se han tomado al pie de la letra el transmitir la inacción de la monarca, o mejor dicho, el deseo a su alrededor de que no haga nada, y ahí está, quieta. Eso cuando se es secundario, está bien, pero cuando protagonizas una serie, pues levanta dudas al respecto de cómo están gestionándola.
Pero vamos con el Rey. O el príncipe consorte. O el príncipe pícaro. O canalla. O Daemon. O el de Bricomanía si queréis. Porque él, está en el castillo, y sí, pretende reunir un ejército para su causa (la suya propia, claro), pero parece dispuesto a seguir pasando un tiempo allí, en vez de tomar acción directa en la lucha por el trono. Pero la voluntad de recrearse y demorarse en Harrenhal, ¿creéis que nace del propio Daemon, o es cosa de Alys que se lo está pasando muy bien manipulando su mente?
Porque creo que ya está claro a estas alturas de que la mujer está jugando con él, mediante brebajes, visiones, y casi diría que el potingue que le pone en esa mano cuando se la venda. Los propios ribereños comentan que esta tierra es poderosa, así que, sumad la carga mágica del lugar, la de la región, y una mujer con poder que se está nutriendo de la influencia de este sitio, y tenemos a un Daemon Targaryen subido a un tren psicotrópico y onírico bastante interesante.
Entre eso, y cómo es él ya de fábrica, es un cóctel muy volátil, que ya está quedando de manifiesto con los resultados de sus acciones, mandando a los Blackwood a que hagan el trabajo sucio por él, y armando un follón de tres pares de narices, cometiendo, básicamente, crímenes de guerra que Daemon condona, pero que no reclama públicamente. No sé cuánto tiempo estará más allí, pero que esto va a acabar mal, no tengo ninguna duda. O, al menos, no de la forma que él querría que acabara, con ese gran ejército que pretende convocar para tomar la capital. Encima, el pacto de Jace con los Frey también debería influir en la gobernanza del lugar, así que es otra manera de disminuir el poder que tanto anhela el Targaryen, y Rhaenyra ha enviado a uno de los miembros de su consejo a tratar con él, así que veremos cómo se toma esas noticias.
Por cierto. No hablaré del sueño de Daemon con su madre. Lo dejo para los licenciados en psicología o psiquiatría, o lo que sea.
Ponemos el punto y final a la review de esta semana, y manteniendo las ganas de ver cómo prosigue la serie en lo que resta de temporada. Solo tres episodios más y nos despediremos de la ficción hasta dentro de dos años, así que disfrutemos de lo que queda, y comentadme vuestras impresiones sobre lo visto hasta ahora.