Review House of the Dragon: A Son for a Son & Rhaenyra the Cruel

Review House of the Dragon: A Son for a Son & Rhaenyra the Cruel

Honestamente, me he estado debatiendo estas semanas acerca de si debíamos cubrir o no de alguna forma esta serie, en alguno de los canales que tenemos. Al final, me he decantado por volver a una de las señas de identidad primigenias de este blog, las reviews de series, y así también activamos un poco la web, que, por unas cosas y por otras, ya no está tan viva como antaño. Así que, bienvenidos a las críticas semanales de los episodios de la segunda temporada de House of the Dragon.

A continuación, el artículo trata sobre los dos primeros capítulos de la entrega, y serán comentados CON spoilers de la serie, de lo que ha pasado en estas dos semanas, pero NO con spoilers de Fuego y Sangre, la obra en la que se basa este spin-off.

Empiezo por el principio: no me gusta que la serie renunciara definitivamente a apostar por darle un tema distinto al que tuvo Game of Thrones. Sí, es icónico. Sí, es una clara estrategia de márketing aglutinadora, como lo que hace Marvel Studios con sus títulos al comienzo de cada película. Sí, quizá sea uno de los mejores temas hechos para una apertura televisiva. Pero le resta identidad a un producto.

Tienes a un compositor como Ramin Djawadi, que crea piezas fantásticas, y que ha demostrado su versatilidad con múltiples proyectos en los que ha participado, y creo que se le ha privado de crear algo que diera vida propia a House of the Dragon, sin sacarla del universo de Canción televisivo que están creando. Pero es lo que hay. Eso sí, y ya cierro el primer asunto: me gusta más este tapiz que el recorrido por la genealogía sanguínea valyria que nos ofrecían en la primera.

Al meollo de los episodios. Abro con, quizá, el punto más polémico de la semana de apertura, y uno de los eventos más cruentos de la Danza de los Dragones que se nos narra en la obra original. Hablo, cómo no, de Sangre y Queso.

Canales debatiendo de esto no faltan, y ejemplos de posiciones opuestas, pues podéis encontrar la postura de Jordi Maquiavello defendiendo la escena en su vídeo de análisis; y la contraria, encarnada por nuestra amiga Beatriz, de La Canción Continúa, en su hilo de Twitter, analizando porqué le resultó anticlimática la ejecución del hecho en cuestión.

¿Mi punto de vista? La serie falló. En estas dos semanas, me han dado más lástima la patada al pobre perro y la destrucción de la maqueta de Valyria por parte de Aegon, que el chiquillo decapitado. No puede ser que un evento como este, que en el libro es desgarrador, quede como algo frío, carente de sentimiento más allá de la empatía que podamos sentir por Helaena, gracias a la interpretación de Phia Saban, cuya tarea de llevar a la pantalla a una mujer neurodivergente en un mundo como el de House of the Dragon es, cuanto menos, ardua, y lo hace fenomenal, tanto en el 2×01, como en el cortejo fúnebre del 2×02 por las calles de Cáceres Desembarco.

Pero es que si no hubiese leído el libro, también me habría resultado extraña. De hecho, no tengo tan presentes todos los detalles de la obra, así que casi podría afirmar que me encuentro “de nuevas” con lo que me ofrece la serie. Sacar la acción del cuarto de los niños, para llevarla a la cama de Alicent Hightower, me parece un error. Puedo llegar a comprender las razones artísticas a las que Jordi alude en el citado vídeo, pero no lo comparto como espectador que esperaba ver un hecho terrible (que lo sigue siendo; matar a un niño es un acto execrable), y me quedé con la cara de alguien que ha visto pasar a un pájaro por la calle.

Fuente: Warnermedia España.

Sobre todo, se agrava esto todavía más tras el segundo episodio, y su escena final. Y aquí viene otro de los temas que más cola ha traído también estas dos semanas: la “relación” de Alicent Hightower y Criston Cole.

Me voy un pelín para atrás en el tiempo, y haré un repaso mínimo del contexto general. El cierre de la entrega anterior, esto es, del 1×08, cuando muere Viserys Targaryen, hasta el 1×10, pasan, si no recuerdo mal, no más de dos días. De la Season Finale al 2×01, si no me he informado mal, transcurren cuatro días; pongamos que hay una semana de margen entre el décimo y el primero de esta, ¿vale?

¿Por qué hago hincapié en la temporalidad? Porque me parece fundamental para intentar justificar la trama “sentimental” entre ambos. Un sector aludía a que esto pasaba con Viserys vivo; otros, que no, que sucedió una vez el anterior monarca falleció. Si nos acogemos a esta última postura, tenemos que el folleteo entre estos dos no lleva ni una semana pasando. Y mi problema es que no me lo creo.

Conclusiones: o esto ha pasado durante más tiempo, con Viserys vivo, o me cuesta comprar esta sub trama. Porque la otra explicación, aunque plausible, de que sea algo muy reciente, me parece cogida con pinzas muy pequeñas para justificar algo que creo que es el quid de la cuestión: HBO quería meter más sexo, y, en el proceso, la han cagado con la temporalidad, y ya de paso, con algo de coherencia narrativa.

Fuente: Warnermedia España.

Del inicio de Juego de Tronos al de House of the Dragon pasaron once años. Tiempo en el que la televisión, y la propia cadena, cambió en cuanto a los términos de incluir desnudez en pantalla, y cómo era mostrada. Solo hay que comparar las primeras entregas de ambas para apreciar que, en el spin-off, las escenas explícitas de sexo son testimoniales. No obstante, HBO siempre mantiene una cuota mínima de esto en sus series, así que me puedo llegar a creer que pensaran en cómo implementarla a futuro en la precuela, y optaran por liar a estos dos.

¿Temáticamente cuadra? Claro que sí. No deja de ser una muestra de hipocresía absoluta por parte de ambos, y pintárnoslos como personajes tridimensionales y complejos. ¿Que me sobra? Pues también. Sobre todo si, con esto, me quitas de un momento como el de Sangre y Queso. Si en el 2×01 hubiesen añadido la escena de sexo oral solamente, y en el 2×02 cierran con la escena en los aposentos de Alicent, me hubiera parecido más que correcto. En cambio, lo que queda es una sensación de dejavu, que empieza a ser repetitiva e innecesaria. Omitiendo el sexo en el final de la premiere, podrían haber centrado mejor la escena de la muerte de Jaehaerys y, quizá, haber cambiado la percepción general al respecto.

¿Es posible que me estén gustando más los verdes que los negros en este arranque de temporada? Es posible. No sé si es que los guiones están hechos así, que los intérpretes de turno están inspirados, si es una mezcla de estas dos cosas o de más a la vez, pero me está pareciendo mucho más interesante lo que pasa en Desembarco, que lo que sucede en Rocadragón. Y eso, a pesar del claro sesgo de HBO para con los negros, por lo que sea.

Fuente: Warnermedia España.

Aegon me gana cada semana más con su personaje. El cambio en su carácter de una semana a otra es normal y creíble, y el haber visto ambas facetas me ha parecido fascinante, tanto la de un chico que quiere intentar ser un rey que vela por sus súbditos, ayudándoles como pueda el reino en sus peticiones; como la de un padre al que acaban de matar a su hijo y quiere vengarse contra los que han perpetrado tan vil acto; o la de un primogénito que nunca ha tenido el afecto paterno y materno que tanto anhelaba, y que llora solo la muerte de su niño. Gran trabajo de guion e interpretación por parte de Tom Glynn-Carney.

¿Es posible que el MVP del 2×02 haya sido Otto? Para mí, sí. La retahíla de conversaciones memorables que encadena durante este episodio, unido al gran trabajo gesticular que realiza en escenas como la que comparte con Aegon y Cole, lo elevan por encima del resto, y creo que ha sido el mejor episodio de este personaje a nivel general en la serie.

A Criston le odiamos todos. A Fabien Frankel, no. Es un actor, que hace su trabajo. Que nos cause esta reacción tan visceral es porque lo hace bien, y cumple a la perfección como rata despechada y tóxica que es su personaje. Insultar a la gente por un rol ficticio, es de irse a la clínica mental más cercana y revisarse a ver qué tal van esas dos neuronas funcionales que pensaban algunos que tenían dando vueltas dentro de su cráneo. Yo lo digo sin rubor alguno: es de mis personajes favoritos, precisamente por todo lo que mueve en mí cuando le veo en pantalla, y eso es algo que no está al alcance de muchos. Además, ¿quién no querría tener su suerte laboral en la vida? Solo hace que encadenar ascensos inmerecidos, liándola una vez sí, otra también.

Fuente: Warnermedia España.

Quizá el verde más damnificado de este arranque de temporada, para mí, es Aemond. Se supone que su escena en el burdel debería haber sido un momento de, digamos, “redención”, para el personaje tras la muerte de Luke, pero a mí no me ha transmitido eso. Veo más una obsesión con su tío Daemon y esa rivalidad que él cree que mantienen (en su cabeza es espectacular), que sentido arrepentimiento por lo que pasó en Bastión de Tormentas. Además, tampoco la trama le ha dado demasiados momentos por ahora de destacar en pantalla, así que ha quedado más de lado en comparación con el resto de los de su bando.

Lo dicho, que el bando verde me ha dejado más cosas que comentaron que el bando negro. Lo más destacable es la sobresaliente actuación de Emma d’Arcy en el 2×01, que consigue transmitir muchísimo con tan solo una línea de diálogo en el episodio, y el resto, escenas más de trabajo gesticular. También me pareció interesante la escena que comparten Rhaenyra y Mysaria en el 2×02, aunque no sé cuánto explorarán esa posible alianza, colaboración, o relación de conveniencia, llamadlo como queráis.

Lo otro más relevante, evidentemente, es lo concerniente a Daemon y a la propia reina. El hermano de Viserys es un alma inquieta (por calificarlo de alguna manera), eso lo sabemos. Alguien que estaba más que dispuesto a liarse a espadazos con el bando contrario desde el minuto uno, y que con la muerte de Luke ve la situación como el mismo Aegon cuando muere Jaehaerys; lo dice el rey verde, pero Daemon también tiene declarada en su cabeza la guerra a sus familiares. De una parte y otra del conflicto, al menos había un sector en cada uno que pretende, o mejor dicho, pretendían, evitar una contienda a base de dragones, y el marido de la monarca aguanta como puede hasta que ella avanza en su duelo, momento que ya se suelta la cadena y contrata a Sangre y Queso.

Fuente: Warnermedia España.

Lo que nos lleva, en primer lugar, a uno de los mejores momentos cómicos involuntarios que ha ofrecido House of the Dragon por ahora, con Rhaenys mirando claramente a Daemon cuando se alude a la presunta autoría de tal vil acto, y luego Rhaenyra cayendo en la cuenta de que, claro, cómo no iba a ser él, mientras que el príncipe pícaro ponía cara del meme del monito de peluche, mirando de soslayo con cara de póquer.

Y, en segunda instancia, a otra de las escenas destacadas de estas dos semanas, esa conversación entre marido y mujer en los aposentos de la reina. Porque aquí la que manda es ella, no él. Daemon quiere a su familia, mataría por ellos; pero se quiere más a sí mismo, y anhela el poder que le fue negado, bajo su punto de vista. ¿Cómo fiarse de alguien que revienta a porrazos a un pobre desgraciado que ejercía de mensajero? ¿Cómo considerar como heredero a alguien que, con una mala palabra, armaría una guerra contra aquellos que se le opusieran? La orden de Rhaenyra fue clara: quería a Aemond Targaryen. Pero Daemon se había leído el libro, y entendió que quería un “hijo por hijo”, y si no cogían al tuerto más famoso del reino, pues podrían acribillar al chiquillo. ¿Cómo confiar en alguien que desobedece y reinterpreta una orden directa clara y cristalina como la que le dio ella? Qué buen personaje es Daemon, y qué bien me lo paso cuando está Matt Smith en pantalla, las cosas como son.

Cuestiones sueltas:

  • El inicio de temporada, con Invernalia, el Muro, Cregan y la música de los Stark me parece magistral, sin más.
  • Entiendo qué hacen con Alyn, Addam, Hugh (el herrero que sale en el 2×01 y luego con su mujer y su hija en el 2×02) y otro personaje no mencionado pero que ya ha salido en el de esta semana y sé quién es, pero, salvo en el caso de Hugh, creo que el tratamiento con los dos primeros, a nivel de espectador neutral, está quedando algo raro; como si no estuvieran pillando un chiste y el resto (los lectores, en este caso), sí. Creo que es una de esas cosas que quedarán más comprensibles una vez tengamos toda la temporada completa, pero, por ahora, creo que se sentirá raro según para quién.
  • Larys medrando me da miedo. No sé cuál es su motivo ulterior causando división en el bando verde. Bando, que, supuestamente, apoya.
  • La construcción de la muerte de los gemelos Erryk y Arryk, y la escena en sí, me ha gustado. Es otro evento no demasiado relevante en el contexto global de la Danza, pero sí bastante sentido por parte del público lector, y a mí me ha convencido. No sé en el espectador neutral cómo habrá resultado, eso sí.
  • ¡Daeron existe! (como Teruel). Eso sí, no creo que le veamos esta temporada. Para los no lectores, Alicent tuvo otro hijo con Viserys Targaryen, pero fue omitido de la primera entrega. Lo veremos en el futuro. Y tiene un dragón muy chulo. Y suele caer bien en los defensores del bando negro. ¿Qué más le podemos pedir?

Mucho texto, mucha turra, pero dos episodios de esta serie dan para mucho, y me encanta enrollarme, y más, con temas que me gustan. La próxima semana os traeré la nueva review, y espero vuestros comentarios, aquí o en redes. Nos leemos en la siguiente.