Memento Mori: ¿camino, o final?
En toda obra de ficción, creo que a todos nos habrá pasado alguna vez de encontrarnos en la tesitura de que, al acabar el producto en cuestión, valorarlo en base a cómo ha concluido, o si quedarnos con el camino recorrido, porque nos ha gustado más que el cierre. Me ha pasado esto con la próxima ficción española que llega a Prime Video este próximo viernes 27 de octubre, y de la que os hablaré a continuación.
NOTA: este artículo trata de la primera temporada de Memento Mori, a la que hemos podido acceder gracias a Prime Video España. NO contiene spoilers.
La sinopsis oficial reza lo siguiente:
La serie arranca cuando el cadáver de una joven con los párpados amputados aparece en Valladolid. El inspector Sancho (Francisco Ortiz) presagia una cadena de homicidios, y con el apoyo de “Carapocha” (Juan Echanove), uno de los mayores expertos en asesinos en serie, sigue el rastro de cadáveres que Augusto (Yon González), un sociópata de gustos refinados, va dejando por la ciudad. Pronto descubren que se encuentran ante un asesino que comete crímenes con banda sonora y firma los cuerpos de sus víctimas con poemas. Lo que no sabe Sancho es que la persecución se convertirá en un duelo muy personal.
Como decía en la entradilla, el desarrollo de la serie me ha gustado bastante. El retrato de este sociópata que anuncia la sinopsis, Augusto, me parece muy bien construido, y un ejercicio bastante interesante verle operar y ver cómo funciona y sus procesos para escoger a las víctimas, y qué hay detrás, su historia y traumas. Además, una de las mejores cosas de la serie es él, precisamente por el buen hacer de Yon González, que le he encontrado con bastantes más tablas que en otras ficciones previas en las que le he visto participar, lo que me alegra, ya que se observa un crecimiento personal en su trayectoria.
Además, el poder tener al asesino en el centro de la acción nos permite tener una faceta bastante personal, y en Memento Mori no se andan con medias tintas. Lo que más asusta de esta persona es cómo se quita su máscara y deja paso al monstruo que lleva dentro, cuando, por fuera, puede pasar por alguien que sería de esas que luego en los telediarios saldrían testimonios de gente diciendo “siempre saludaba”. Aquí el valor de la serie reside en lo real que te presentan a un sociópata, porque hay mucha gente que, en nuestro día a día (sin llegar al nivel homicida de este personaje), sí que nos muestra una cara externa amable, considerada, educada y buena, pero luego nos clava (figuradamente) un puñal por la espalda, y traiciona nuestra confianza y se descubre por lo que verdaderamente es, una mala persona. Así que, en este sentido, me parece un verdadero acierto el enfoque de la serie.
Porque lo típico suele ser poner el foco en el policía en cuestión que busca al criminal, que aquí es el inspector Sancho, que me parece muy bien interpretado también, pero considero más protagonista y mejor personaje a Augusto. No obstante, el juego de persecución creo que está bien llevado, y cumple su papel sin problema.
No solo ellos destacan, sino que también traigo a colación a otros secundarios, como Manuela Vellés, Juan Echanove o Olivia Baglivi, que son los que más resaltaría al margen de los otros dos ya reseñados. En líneas generales, en cuanto a reparto y trama, Memento Mori no defrauda, y nos ofrece un buen entretenimiento durante su entrega.
¿Cuándo llega el problema, en mi opinión? Con su final. Sin entrar en detalles, porque tengo embargo por spoilers, tengo dos valoraciones alternativas, en función de qué pase con la serie. La primera es que, si termina siendo un producto cerrado, me parece decepcionante cómo se ha resuelto la trama, no porque resulte un final acelerado (que un poco también), sino por una cuestión muy concreta que se revela en el sexto, y que me rechina muchísimo; y la segunda es que, si tiene segunda temporada, aunque esa cuestión a la que aludo me seguirá pareciendo un recurso mal escogido, variará algo mi opinión global, porque tendríamos una continuación y habría margen para explorar mejor todo lo que cuentan en ese episodio final de entrega.
He aquí la cuestión de qué hacer, si valorarlo todo en base al final, o al camino recorrido. Sinceramente, voy a intentar quedarme con lo que nos muestra la serie durante sus cinco episodios, y a pensar que puede tener continuación. Si no es así, pues cambio radicalmente mi postura, y os digo, directamente, que me resultará decepcionante. ¿Os la recomiendo? Sí. Creo que es un buen entretenimiento, es una serie corta y que engancha fácil, con un buen reparto que nos ofrece buenas actuaciones, y una trama que, aunque sencilla, cumple su función perfectamente; pero os aviso que su final puede dejaros con sentimientos encontrados, y a mucha gente puede que no le guste.
La mejor forma de salir de dudas es viendo la serie y valorando por vosotros mismos, así que el próximo 27 de octubre, conectaos a Prime Video, y poneos Memento Mori, y podéis luego dejarme vuestros comentarios a ver qué os ha parecido.