Review The Last of Us: When You’re Lost in the Darkness
Por fin empezamos con la serie que más hype ha generado en los últimos meses. Ya se ha estrenado The Last of Us, serie comandada por Craig Mazin (showrunner de Chernobyl) sobre la historia ideada por Neil Druckmann para el videojuego.
Creo que este primer episodio ha cumplido con creces y que la premiere responde de manera excelente al hype generado. El episodio piloto es inusualmente largo, pero pese a ello no pierde ritmo y logra tanto entretener como presentar la acción, los personajes y el mundo en el que van a desenvolverse.
Aproximadamente la primera media hora de la premiere actúa como el prólogo de la serie que veremos desarrollarse en los próximos episodios. Tenemos una introducción a modo de cold opening anterior a los títulos de créditos y luego unas escenas que nos sitúan en el momento del nacimiento de la epidemia.
La introducción establece una premisa interesante y está realizada con una belleza y una elegancia brutal. Nos situamos en un programa televisivo de los años sesenta en el que unos científicos hablan de que la propagación de una epidemia de origen fúngico sería peor que una de origen vírico o bacteriano. Ese programa con los epidemiólogos es una maravilla, no solo por la magnífica ambientación de los años sesenta con ese vestuario, esas cámaras o ese desparpajo con el que un científico se atreve a fumar en la televisión. Es que además sabemos de lo que habla, porque no somos ajenos al mundo de las pandemias ni en la ficción ni, desgraciadamente, en la vida real. La forma en la que aluden al calentamiento global como una posibilidad que podría hacer a una propagación fúngica aún más peligrosa también sirve para darle toques de realidad a la historia y poner el vello de punta al espectador.
Creo que el showrunner de Chernóbil hace un trabajo ejemplar con esta introducción que resulta igual de eficaz e incluso más terrorífica que cualquier persecución o cualquier alusión a una epidemia ya activa.
Después hay un salto temporal en el que conocemos los momentos previos al desastre y lo hacemos a través de los ojos de una niña inocente que no entiende lo que está ocurriendo a su alrededor. Hay algunas pinceladas sutiles que nos van preparando para lo que veremos desarrollarse en momentos posteriores, pero nada nos prepara para la muerte de la adorable Sarah. Me parece muy acertado que Sarah sea algo más agradable y mucho más simpática que Ellie porque hace que el espectador sienta un vínculo enorme con la pequeña muerta y algo de desconfianza con la adolescente que conoceremos después.
Me gusta mucho la sutileza con la que van presentando la acción, regalando al espectador pequeñas pinceladas de lo que sabemos será el eje de la serie: la abuela senil se comporta de forma extraña y parece convulsionar mientras vemos a Sarah en primer plano; Tommy, el hermano de Joel que termina en la cárcel, comenta que un tipo se puso violento en un bar y también comenta que el ambiente en la prisión está enrarecido; los noticieros informan de algo extraño que ha pasado en Yakarta; en el colegio se oyen algunos estornudos, algunas toses y así el espectador piensa que quizás se está fraguando una pandemia…
Durante la primera media hora de la serie, además de esas referencias sutiles a la propagación de la epidemia y al comienzo del desastre, asistimos a excelentes escenas de acción. Son momentos en los que simpatizamos con la bellísima Sarah y miramos la acción a través de sus ojos, pero también vemos a Joel como ella lo percibe: como un padre bueno y cariñoso al que tiene la confianza de robarle dinero para arreglarle el reloj. Pero Joel no es sólo eso, no es sólo el hombre que ve una peli con su hija dormida a su lado, es también un tipo que es cruel y violento. Mientras Tommy conduce y Sarah está en los asientos de atrás, Joel dice claramente que no van a pararse a socorrer a esa pobre familia necesitada que está en el andén de la carretera, también insiste a su hermano en que atropelle a quien sea y mueva el coche como sea. Pese a ser un buen padre y un buen hermano, es un hombre capaz de lo peor cuando las circunstancias lo exigen.
La muerte de Sarah, que da fin al primer acto es muy impactante. Está bien escrita, bien dirigida y clava una lanza de dolor en el pecho de cada espectador. Es una escena perfecta y horrible, con una gran dosis de violencia y un dolor desgarrador de una niña agonizando en los brazos de su padre.
Ese momento trascendental marcará a Joel y servirá para configurar todo lo que tendremos en el futuro al respecto de este personaje. No he jugado los juegos, pero no hace falta ser un genio para entender que Joel verá en Ellie algunos rasgos de su hija y que esa pérdida marcará todas sus acciones.
La muerte de su hija a manos de un soldado asustado que parece cumplir órdenes es el punto catalizador que transformará a nuestro protagonista. De hecho, es crucial este recuerdo para que Joel sea capaz de reventarle la cabeza a golpes al soldado (por otra parte amigo suyo) que les pone dificultades en la huida al final del episodio.
Y por destacar algo negativo y no deshacerme en alabanzas cual fangirl: las intros de HBO ya no son lo que eran. Hemos pasado de cosas tan novedosas como aquello música e imágenes truculentas de True Blood a lo que parecen diferentes versiones de Game of Thrones… Un arte digital que representa un hongo creciendo no es tan diferente a un arte digital que muestra sangre surcando una maqueta o un arte digital que muestra construcciones de una maqueta moviéndose. Me hubiera gustado algo un poco más novedoso en esta ocasión y teniendo el material del videojuego creí que tirarían de ahí para hacer algo rompedor y diferente… como hacía antaño la HBO.
Para cambiar de espacio temporal, nos situamos en las afueras de un Boston destrozado y empezamos con un niño aparentemente infectado que es recogido por algún tipo de grupo paramilitar organizado. Después vemos a Joel lanzar a ese mismo niño (o quizás a otro, sentimos que en el mundo que viven es irrelevante) al fuego.
En un par de escenas nos sumergimos en la atmósfera distópica en la que se desarrollará la acción. Estamos ante el poder de una dictadura militar donde la gente vive fatal y va sucia e infeliz, o eso es lo que se respira en el ambiente que vemos en las calles. También descubrimos que hay un grupo terrorista que intenta derrocar ese sistema, pero a quienes no les va nada bien. Es un mundo de policías corruptos, ejecuciones públicas, contrabandistas, estafadores y violencia por doquier.
No sabemos si Joel al escaparse va a un lugar aún peor, pero varios personajes nos indican que probablemente sea así (o al menos así es como ellos lo perciben) y nos hablan tanto de infectados como de saqueadores como cosas peores.
Me parece acertado que no se hayan entretenido en ese lugar más de lo necesario, la acción empieza y eso es lo que queremos ver. Joel y Tess son contrabandistas en un mundo roto, pero lo importante es que ahora tienen a Ellie con ellos, lo que hicieran antes nos da igual.
Tommy, el hermano de Joel, está desaparecido. Está en alguna parte, no sabemos si está vivo o muerto, pero sí sabemos que Joel ya llegó al límite de personas a las que ha aceptado perder. Las motivaciones de Tess no las conocemos y ya se desvela que Ellie es especial.
En el plano técnico, la serie es implacable y me encanta cómo nos situamos en el interior del vehículo mientras Sarah, su padre y su tío intentan huir de lo que sea que está ocurriendo en la ciudad.
También son excelentes las escenas de acción subsiguientes en las que el padre con la niña en brazos corre perseguido por un infectado que no hace más que darse golpes y caer, chocando con todo lo que tiene alrededor, pero que aún así no deja de ser amenazante y nos sitúa frente a unos tipos de zombies o infectados, que se mueven muy rápido, lo cual los hace amenazantes no sólo porque ataquen a la gente sino porque lo hacen con mayor soltura que los zombis a los que estamos acostumbrados en series como The Walking Dead y derivados.
El tipo de zombies de Walking Dead es menos peligroso, pues necesitan ser muchos para resultar una verdadera amenaza, mientras que el tipo de infectado rápido puede ser uno solo el que acabe con un grupo de personas.
Por el momento sabemos que The Last of Us se desarrolla en un mundo post-apocalíptico en el que una pandemia ha destruido la civilización tal como la conocemos y a gran parte de la población humana. Esta pandemia ocurrió un par de décadas antes de comenzar la aventura que veremos en la serie y el mundo parece que se ha acostumbrado al nuevo y terrible status quo. Los supervivientes luchan por salir adelante en un mundo lleno de peligros derivados de la propia pandemia o de los demás supervivientes, como suele ser común en este tipo de ficciones distópicas de zombies o infectados el enemigo es tanto el monstruo como el hombre.
El episodio es entretenido, tiene buen ritmo, una factura impecable y presenta tanto el universo como los personajes de forma excepcional. El listón ha quedado muy alto y espero que la serie siga manteniendo el nivel.