Stargirl: despreciar lo que ya se tiene en casa
DC y Warner no es que sean el mejor ejemplo de buena gestión que podemos encontrar actualmente en la industria audiovisual. En su afán de acercarse, aunque sea levemente, a lo que ha hecho Marvel Studios durante más de una década, han cometido un error tras otro, en lugar de hacer lo básico: buscar una identidad, un plan de mínimos, y avanzar en una dirección, afrontando las consecuencias. En vez de eso, han ido dando bandazos, unos voluntarios y otros involuntarios, y las divisiones de cine y televisión han caminado por senderos diferentes (también pasó en Marvel, pero ya se subsanó, para bien o para mal). Ahora parece que les han entrado (otra vez) las prisas por poner en orden su casa, y esta reestructuración masiva que quieren afrontar James Gunn y Peter Safran, unida a los problemas financieros de la propiedad de Warner, ha propiciado que haya víctimas que han pagado las consecuencias de todo esto. Una de ellas ha sido Stargirl, y es una pena, la verdad, a la que le hemos dedicado un programa recientemente, que podéis ver en YouTube.
Esta serie no ha tenido un camino sencillo. Su origen parte de la extinta plataforma streaming llamada DC Universe, punto de inicio de otras como Titans, Doom Patrol o Harley Quinn. Al poco de lanzarse, se fue al traste este servicio (nadie lo vio venir; nótese el sarcasmo), y desde la propiedad, trasladaron las ficciones a las diferentes cadenas y/o plataformas que poseen; en el caso de Stargirl, le tocó la peor opción: The CW, cadena en abierto estadounidense que ha albergado durante una década aproximadamente al Arrowverso y sus series, y tradicionalmente vilipendiada por ofrecer producciones de inferior calidad y de corte más adolescente, y por ende, más proclives a desprecios varios y minusvalorarla. No continuaré sin decir que, de las cinco cadenas en abierto, me parece de largo la mejor a día de hoy, a pesar de todo, y la que me ofrece un catálogo más diverso, no como las otras cuatro que básicamente viven a base de la copia de la copia; pero no va de esto el artículo.
Tras dos entregas, en las que sus audiencias no han sido las más destacadas, le llega ahora la sentencia, propiciada no por este hecho ni porque no tenga calidad, sino por las decisiones de gente que parece que no sabe apreciar lo que tiene en su propia casa. De todas las series de los últimos años, desarrolladas en acción real, sobre el universo de los cómics DC, Stargirl me parece de las mejores, por el tratamiento que ha llevado a cabo con sus personajes, y el alma que desprende esta ficción, algo de lo que carecen muchas otras, o que tenían y fueron perdiendo con el paso del tiempo.
Su entrega debut me gustó mucho, hasta el punto de considerarla como seria candidata para incluirla en mi terna de mejores estrenos de su año, y las dos siguientes, aunque quizá no volvieron a ese nivel, sí que creo, en perspectiva, que han conformado un muy buen conjunto, y en el balance global, no tiene nada que envidiar a otras producciones de DC en televisión. Su protagonista, Courtney Whitmore, inspirada en la hermana fallecida del creador de este personaje en las viñetas, Geoff Johns (productor de la serie), es una de las heroínas que más destaco de las que nos ha ofrecido el universo televisivo de DC, si se le puede llamar así. Al igual que el resto de sus compañeros en la Sociedad de la Justicia de América, el grupo de héroes del que cogen el relevo y sobre el que se explora la temática del legado y qué hacer con la responsabilidad heredada en algunos casos, o adquirida en otros.
Además, está acompañada por otro de esos personajes que se te queda en la retina, y que no necesita ni capa, ni un traje chulo, ni un poder sobrehumano para destacar: Pat Dugan. El padrastro de Courtney es una gran figura paterna, a la vez que mentor, y un señor con una paciencia digna de halago. Su humanidad y lo bien construido que está es de aplauso, y es el mejor del elenco con diferencia, in my opinion. Me cuesta encontrar un caso similar de esa relevancia en otras producciones de DC; con poco, han logrado elaborar un fantástico personaje que es una pieza clave en la vida de Courtney a todos los niveles, y se redondea por la química que tienen ambos intérpretes, Brec Bassinger y Luke Wilson; aunque, sinceramente, eso es trasladable a todo el elenco, ya que se nota que son una familia, y se transmite en pantalla, otro de los puntos positivos de la serie.
Siguiendo con la construcción de integrantes de la ficción, tampoco me olvido de los villanos, o rivales de la pandilla protagonista, porque algunos dejan de serlo. Icicle me parece también de los mejores ofrecidos por DC en televisión, y quiero destacar el gran trabajo que hacen con los Crock, que se ganan a propios y a extraños con el paso de las entregas, hasta llegar a lo que vemos en la tercera. Todo gran héroe tiene que tener un enemigo a la altura, y en esta serie nos han ofrecido unos cuantos, y es de agradecer.
Además, también traigo a colación un aspecto que puede parecer menor muchas veces, pero que a mí me parece de las notas más destacables de Stargirl: sus escenas de acción. Lo bien rodadas que están algunas escenas, y esas coreografías de combate que nos han ido brindando durante tres años, ya quisieran muchas de sus compañeras de cadena pertenecientes al Arrowverso tenerlas. Solo puedo poner a la altura en este aspecto a Arrow, porque quizá una que podríamos equipararla que es Titans es, cuanto menos, lamentable (en ese y en muchos más puntos). No voy a decir que sus momentos de acción están a la altura del pico televisivo que he visto (a saber: Daredevil, Banshee, Warrior, Into the Badlands o Gangs of London, sin orden concreto), pero resuelven la papeleta de manera eficaz, ofreciendo al espectador un gran espectáculo, con muchos menos medios que sus compañeras pertenecientes a otras cadenas o plataformas.
A veces, con un buen equipo creativo detrás, mucho corazón y mimo en las tramas que quieres desarrollar, y saber aprovechar bien las herramientas de las que se disponen, es suficiente para conformar una producción notable cuanto menos, y Stargirl lo ha conseguido con sus tres entregas. Ya pueden reestructurar bien Gunn y Safran el supuesto universo DC, que les costará hacer algo tan redondo como lo que han conseguido desde el equipo de esta ficción; no ya a nivel televisivo, sino cinematográfico, que pinta regulín a día de hoy, la verdad. No necesitaban buscar una buena producción; la tenían ya en casa. Si os pica la curiosidad, la tenéis íntegra en HBO Max.