Review The Walking Dead: Variant
Esta vez nos enfrentamos a un episodio que ha generado cierto hype en redes sociales, pero que no ha satisfecho las expectativas al respecto de lo anunciado… o de nada. La dirección es mejorable, la trama no es emocionante y a efectos generales no pasa nada que parezca relevante de cara a la construcción de la despedida de la serie.
El episodio se divide en dos tramas claramente diferencias, en una el héroe es Eugene y transcurre dentro de la ciudad; la otra tiene a Aaron de protagonista y ocurre en el exterior. Si la primera trama alude al verdadero villano de la serie, es decir, las personas que empujadas por el caos se han convertido en monstruos; la otra trata sobre los monstruos no racionales: los zombies, esos que a veces olvidamos como némesis de los nuestros en la serie y que en este episodio no pueden ser calificados en su totalidad como no racionales.
El episodio que presentó a los susurradores fue un capitulo sensacional y su nombre era precisamente Evolution, podéis leer aquí la review y como lo califiqué como uno de los mejores episodios de la serie. Evolution es un episodio de miedo, donde los personajes se enfrentan llenos de pánico a la posibilidad de que los zombies hayan aprendido, hayan evolucionado y sean mucho más inteligente y por lo tanto mucho más peligrosos. En ese episodio el espectador está acongojado por el sonido del viento, la tormenta que escucha a lo lejos y la niebla que se desliza al cementerio en el que transcurre la batalla final entre los muertos y los vivos. En ese episodio el espectador se queda de piedra cuando la horda de zombies ignora el ruido de los fuegos artificiales, cuando un muerto esquiva el golpe de Jesus, lo agarra por la espalda y le clava un cuchillo en una coreografía de lucha espectacular. En ese episodio, en Evolution, la banda sonora de Bear McCread nos pone el vello de punta imitando la música de los clásicos de terror sobrenatural. Es un episodio precioso, donde manejando el terror con maestría nos enfrentamos a la aterradora posibilidad de la evolución. En Variant no pasa nada de eso. Ni música, ni niebla, ni cementerio. Un zombie escala, toma un pedruzco y Aaron le desolla el rostro. Ya está. Cero emoción.
No hay épica, no hay magia, no hay nada. Nos venden como un “martes cualquiera” que un zombie sea capaz de escalar y usar armas. En Evolution, un episodio en el que los zombies no han evolucionado pero lo parece hay muchísima más fuerza narrativa que en este episodio en el que plantean la cuestión como si fuera verdad. Por redes sociales había leído que veríamos un paso en la evolución de estas criaturas y lo que hemos visto, muy lejos de ser un paso en la evolución, ha sido un elemento discordante que ni ha dado miedo ni ha provocado nada relevante en los personajes implicados.
A efectos argumentales tampoco me convence la idea. En The Walking Dead estamos acostumbrados a que los villanos sean los hombres, ese es el argumento al que estamos acostumbrados y no quiero que a las puertas del final nos cambien las cosas. Tendrían que hacerlo muy bien para que cuadrase y sería estupendo que fueran capaces de vendernos en esta serie -de zombies- que los villanos son los zombies, pero dudo que lo hagan bien. Me gustaría que esta recta final versara sobre nuestros personajes, sus motivaciones y sus destinos finales. Quiero ver a Rick salvando el día, quiero ver a Michonne reuniéndose con sus hijos, quiero que se enfrenten a sus miedos y ganen, quiero un final de verdad, el final que tras tantos años de fidelidad, los espectadores se merecen.
Durante la primera temporada, hace más de una década, se nos habló de las variantes pero es algo que quedó relegado a un segundo o tercer plano. También se habló de la cura, se habló de muchas cosa. No es relevante, la serie no trata de eso, la serie va de lo mala sque pueden llegar a ser las personas cuando están sometidas a determinadas situaciones límite. Curiosamente, la serie de Daryl (uno de los tantos spin off de este universo) sí que tendrá zombies más rápidos y capaces de abrir puertas o escalar.
Estamos encarando el final de la serie, nos acercamos a la despedida y no me parece justo recurrir a ideas que pueden desarrollarse (y lo harán) en los spin off pero que no hacen crecer a la serie madre de cara a la despedida que llegará en breve. No me parece justo robarle a The Walking Dead su dignidad de esa manera y usarla como pistoletazo de salida para otra ficción.
En el episodio dentro de la ciudad tenemos a los personajes intentando escapar de la Commonwealth. Si en el episodio anterior ya estaban preparando una marcha pacífica y libre, en este episodio los tenemos a todos siendo interrogados por las fuerzas del orden, ya que Pamela culpa a Eugene de la muerte de su hijo. Es posible que estén todos algo molestos con lo que hicieron Eugene y Max, pues antes de la intervención de ambos en el discurso de Sebastian nuestros personajes estaban en paz y tenían la opción libre de irse o quedarse con la Commonwealth. Gracias al pacto que hizo Carol, Pamela se quedaría con Lance como chivo expiatorio y los nuestros podrían irse de la ciudad de forma pacífica y vivir en paz en Alexandria o Hilltop. Con la grabación que dejaba expuesto a Sebastian frente a los ciudadanos se formó un tumulto de personas que querían linchar al hijo de la gobernadora. Para colmo, los esbirros de Hornsby habían asesinado a un grupo de personas con la idea de que se transformase e infectaran a otros, metiendo a los zombies entre la población. Tras la muerte de Sebastian, se vuelve a abrir la veda para la persecución de los nuestros, que ahora ya no pueden irse en paz a reconstruir sus antiguos asentamientos.
Por muy molestos que estén con Eugene, nuestro equipo defiende a los suyos y oculta al hombre más buscado mientras planea la huida de todo el equipo menos Ezekiel. Pero Eugene no quiere irse sin su amada, supongo que esto encaja con el personaje que ya nos había cansado con su cobardía y que necesitaba este tipo de evolución.
No queda claro qué pasa con Mercer, quiere salvar a su hermana y a la vez también parece que quiere hacer lo correcto, pero interroga a sus antiguos amigos y no se percibe que tenga problemas con ejecutar al novio de su hermana, que por otro lado, es sólo un tipo que lucha por el bienestar de la gente a la que Mercer dice proteger. El personaje no tiene mucha profundidad y por ello no lo conocemos lo suficiente como para saber qué pasará en el próximo episodio, pero dudo que se mantenga leal a Pamela. La jugaba más loable e incluso lógica por su parte sería liderar la rebelión, pero dudo que vaya a hacer eso.
La muerte de Sebastian no es culpa de Eugene, sino de Lance, que es quien mandó a sus esbirros atiborrar la plaza de muertos vivientes. Pamela culpa a Eugene frente al pueblo porque le importa más la ciudad que su hijo y antepone la intención de ejecutar a Eugene como medida disuasoria ante otras revueltas a la idea de venganza contra Lance. Pues aunque acerque los restos de su hijo al maniatado Hornsby, lo que de verdad importa a Pamela es detener la rebelión, acabar con los tumultos y volver a la normalidad. Es más, incluso acepta ayudar a la que sería culpable de la deshonra de su hijo (Max) si con ello sigue congraciada con Mercer y consigue acabar con los colonos de Alexandria y Hilltop.
La semana que viene supongo que seguiremos luchando contra Pamela, cosa en la que los personajes encontrarán mucha motivación ya que Milton tiene a Eugene y no creo que los nuestros se resignen a abandonarlo.