Review Andor: The Axe Forgets
He llegado a casa, me he calentado la comida; albóndigas. He comido eso con un poco de pan, y de postre, melón. He fregado los platos, me he lavado los dientes, he fregado el suelo de la cocina, me he sentado a acabar de ver el episodio, me ha dado tiempo a pegar una cabezada incluso, y me he puesto a escribir la review que tenéis delante. ¿Por qué os cuento esto en la entradilla? Porque me parece más emocionante e interesante que lo vivido hoy en Andor.
Por empezar con algo que me ha llamado la atención del episodio, quizá lo único, es que tiene título. No entiendo por qué, en el menú de la serie en Disney Plus, aparecen los cuatro primeros listados como Episodio 1, 2, 3 y 4, y ahora, a la quinta va la vencida, y lo titulan. La verdad es que me da igual que los numeren, les den nombre, o los llamen como quieran, pero bueno, era por rescatar algo.
Porque la verdad es que, todo lo demás, ha sido, otra vez, la nada. Andor está, literalmente, estirando el chicle de una trama que (está viéndose) no da para ser una serie con doce episodios en su primera entrega. Estamos a uno tan solo de la mitad de la temporada, y yo no sé de qué va esto. Sí, que la Rebelión y tal y cual. Pero, salvo una mención en el de esta semana, ahí seguimos, con la esperanza de ver algo alguna vez. Igual la segunda mitad de entrega me vuela la cabeza y hace que cambie radicalmente de opinión, pero la sensación de haber perdido cinco horas de mi vida no me las quita nadie.
Quizá si viniéramos de un año positivo de la franquicia, no lo vería con tan malos ojos, o querría buscar lo bueno de todo esto, pero es que, sinceramente, no lo veo por ningún lado; o si hubiera sido la serie que abriera el año, pues igual estaría en una fase de aceptar pulpo como animal de compañía. Pero después del plomazo que fue The Book of Boba Fett, y la decepción de Obi-Wan Kenobi, Andor me está dejando el mismo sabor de boca, o peor, que estas dos.
Lo que podrían hacer en cosa de minutos, que es, mostrar que Andor prepara el plan de asalto a la base imperial con su nuevo grupo, lo están extendiendo en días casi literales, como dijeron que tenían ellos de margen hasta lanzar la operación. Entiendo que en el próximo ya sí acometerán su cometido, y veremos algo de acción, pero también pensaba eso hoy y me he encontrado con la nadería más absoluta.
Empiezo también a estar un poco cansado del protagonista harto del mundo y enfadado por todo que no quiere salir de su drama personal y tener la misma cara que ese gato cabreado del meme. Ha dado la casualidad de que han coincidido en emisión semanal Andor y Los Anillos de Poder, y con Galadriel ya tenía la cuota cubierta de gente molesta con todos, y no necesitaba que viniera Cassian a competir con ella el trofeo de “personaje más cansino del año”. Tengo que decir que él, ya en Rogue One, tampoco era la alegría de la huerta; en parte es coherente con lo que vemos en la película, pero yo ahora mismo no necesitaba otro personaje cargante semana a semana.
Porque, bueno, me podría apoyar en algún otro de los que nos muestran. El pseudo imperial ese que ha vuelto a casa de su madre lleva desde que empezó la serie sin hacer nada; Mon Motha ha tenido el protagonismo típico de alguien que tiene una familia con la que no se lleva, adolescente insoportable incluida; el de Stellan Skarsgard ha salido al final, y como si no hubiera aparecido; la imperial que está mosqueada con esos conflictos aislados que no lo parecen tanto, ahí sigue, dándole vueltas; y si al grupito con el que va Andor, en el próximo, los cosen a balazos, por mí genial.
Ahora mismo, lo único que me mantiene viendo esto es, que sé que llegará el momento en que ya veremos a una Rebelión más activa, y algún punto tendremos dosis de acción y el ritmo subirá. Pero este clavo ardiendo me va quemando más con cada episodio que pasa, e igual llega el punto en que me abrasaré la mano por haber esperado más de la cuenta.
Uno de mis temores era que quedara patente que no sabían qué hacer con tantas horas, y me lo confirman cada vez que me pongo delante de la pantalla para ver esta serie. Igual otras personas más conocedoras de la saga le están sacando más partido porque ven guiños o detalles que a mí se me escapan, pero yo, como espectador no tan ajeno a cuestiones de esta franquicia, me está pareciendo una auténtica pérdida de mi tiempo.
Y una cosa para acabar: ¿cómo están editados los episodios? Lo digo porque, uno, no hay música apenas, cuando en Star Wars, creo que el apartado musical es capital para cualquiera de sus productos, y aquí es casi testimonial; y dos, la forma de acabar los capítulos me parece horrorosa, anticlimática, y casi hecha al azar, porque no saben dónde cortar. Lo visual, muy bien y tal, pero es que en cuestiones de estas, donde no deberían flaquear, también fallan, al menos para mí.
Solo espero que en la próxima review pueda escribir cosas positivas, o cosas al fin y al cabo de lo visto en el episodio, porque al menos este artículo ha sido un manuscrito compuesto por mis quejas, y nada más. Mala señal para una serie que ha emitido cinco de doce de sus episodios. Si los siete que quedan son así de malos, puede que consiga algo que no esperaba: ser peor que The Book of Boba Fett. Esperemos que se revierta la tendencia. Nos vemos la próxima semana.