Ya pasado el subidón inicial de tener por fin delante una de las series más esperadas de los últimos años, toca ver cómo se desenvuelve el ambicioso proyecto de Amazon en el día a día. Tras dos episodios muy centrados en irnos presentarnos tanto a los personajes como a los distintos focos de interés de la trama, veamos que nos ha deparado este tercer capítulo.

Poco a poco la serie va hilando sus tramas, sobre todo las dos que más sencillo lo tenían y esta semana la serie prescinde de uno puntos de interés que nos presentaron la semana pasada para presentar a otro de los actores dentro del conflicto de la serie que nos faltaban: los humanos de Númenor.

Efectivamente, el barco que rescata a Galadriel y Halbrand es de la isla de Númenor. Un reino formado por humanos que en su día lucharon en la Gran Guerra contra Morgoth en el lado de los elfos; sin embargo, con el paso del tiempo, la relación entre ambas razas se malogró bastante, y en la actualidad el ver a una elfa en la isla es casi un asunto de estado, pues la reina recela mucho de la presencia de Galadriel en Númenor, debido a cómo se nos va relevando a una especie de profecía que todavía no se nos ha explicado, pero que deja intuir que “la llegada de la elfa” no trae nada bueno.

Como he comentado, buena parte del episodio se dedica a presentar este nuevo emplazamiento y a algún personaje que tiene pinta de ser importante aparte de la Reina Míriel, como es el Capitán Elendil y sus hijos Isildur y Eärien … puede que algunos de estos nombres os suenen de algo. Para poneros en contexto, Elendil es quien encuentra a Galadriel y Halbrand en el mar y procede de una familia de Númenor que todavía guardan buena relación con los elfos y accede a “vigilar” a Galadriel en su estancia en la isla.

Hablemos un poco del otro náufrago, quien tiene peor suerte que Galadriel y tras una pelea en una taberna termina en una celda de Númenor. Su nueva vida no arranca precisamente bien y aquí aprovecha Galadriel para volver a insistirle en volver a la Tierra Media, sobre todo ahora que tras estar en casa de Elendil ella sabe quién es, el heredero de la casa real de las Tierras del Sur.

Dejemos Númenor y vayamos al otro lado del mar, porque en la Tierra Media siguen pasando cosas, sobre todo en las tierras del sur. El segundo episodio cerró la trama con los humanos del pueblo abandonando su hogar, pero no supimos qué pasó con Arondir después de que pillasen los orcos en los túneles, y esta semana prácticamente todo lo de esta parte está centrado en él.

El elfo ha sido capturado por los orcos y vemos que junto a otros de su raza está haciendo trabajos forzados en un campo de concentración. Aquí nos revelan que estos orcos están bajo el mandato de alguien llamado Adar, quien la serie nos deja caer que podría ser el heredero de Morgoth y que es otra identidad de Sauron (aunque yo estoy seguro de que no va a ser él, que Sauron será otro personaje). En estos campos, Arondir y el resto de elfos inician una rebelión para escaparse del lugar, sin embargo, aunque en un principio sí que parece que logran hacerlo con éxito, al final se descubre que tenían arqueros abatiendo a quienes lograron escapar.

Debo reconocer de toda esta parte que, aunque la acción está bastante bien, alguna escena a cámara lenta me ha chirriado un poco y que creo que en una serie con el presupuesto de esta, y que demostró tanto músculo hace una semana, no puede permitirse un huargo tan dantesco como el que nos muestra el episodio.

El otro punto que nos queda puede que sea posiblemente el más aburrido y el que menos chicha tiene de los que hemos visto esta semana, que es todo el tema de los pelosos. Pues bien, no han tardado mucho en descubrir tanto la presencia del hombre meteorito y su amistad con Nori, lo cual lleva a que su familia tenga problemas con el resto de la caravana, llegando a un “Quid pro quo” con el extraño hombre para que les ayude en su peregrinaje.

Sinceramente aunque me ha parecido un buen episodio, con el momentazo incluido de la llegada a Númenor, si que me parece algo inferior a los dos primeros. De todos modos aunque no me haya convencido tanto, sí que estoy contento con lo que he visto hasta ahora en “Los anillos de poder”.