Review Andor: Episode 4
Siento que voy a contracorriente en el caso de esta serie. Todo lo que he visto y leído en la última semana es positivo, y creo que soy de los pocos a los que este arranque no le ha convencido. Tiene cosas buenas, que ya destaqué en mi primera review, pero no se me quita la sensación que también analicé en su momento: igual esto no da para tener no una, sino dos temporadas, de doce episodios cada una; al menos, no por ahora. El cuarto me lo sigue transmitiendo.
¿Qué ha pasado realmente esta semana en Andor? Vamos a pararnos a pensar lo que hemos visto.
Por parte del protagonista, se nos ha presentado al grupo con el que interactuará, supongo, durante las próximas semanas, y quizá sea el que le acompañe en la mayor parte de entrega. Al planeta en el que están preparando su jugada, Aldhani, le lleva Lethan, el personaje al que da vida Stellan Skarsgard. Él además es el nexo de unión entre las dos tramas más relevantes de este episodio, la de Cassian y la que transcurre en Coruscant, la que antaño fuera la capital de la República Galáctica, ahora convertida en el centro de operaciones imperiales, y que ha sido el escenario para presentarnos a un personaje nuevo, Dedra; y a otro que si estáis familiarizados con el lore de Star Wars ya conoceréis, la senadora Mon Mothma.
Un episodio de presentación, que no tenemos que olvidar que es el cuarto ya, esto es, un tercio de la entrega. ¿Puede permitirse una serie pasarse durante cuatro horas presentando personajes sin que pase nada realmente reseñable? Sin duda, un formato como el semanal, y dividido en capítulos, invita a recrearse y facilita que expliques más en profundidad todo lo que quieres contar. La pregunta que yo lanzaría es, ¿nos importa?
Siento ser negativo, pero es que me parece un episodio de puro relleno, y que solo el conjunto global de la temporada me dará o me quitará la razón. Hay mucha gente que critica, con algunas series, que se diga que lo visto esa semana no le ha gustado, y esgrimen argumentos como “espera a ver la mitad de la entrega”, o “deja que acabe la temporada y luego comentas”. Lo he leído y visto en casos recientes, y eso me parece una soberana tontería; si algo no te gusta, pues se dice y ya está. La semana siguiente puedes cambiar de parecer, y en eso está la gracia, en que una ficción que no te consigue enganchar al principio, si quieres y eliges ser paciente y seguir viéndola, te acabe ganando y termine gustándote y todo. ¿Lo conseguirá Andor? Por ahora, considero que no.
Quiero detenerme en varias cuestiones, porque si no, la review se quedaría excesivamente corta.
El primero es que, de todo lo que nos han presentado hasta ahora, lo que más me intriga y me deja con ganas de saber más es el rol de Luthen. Hoy hemos visto que lleva una doble vida, en Coruscant como coleccionista y vendedor de rarezas, mientras parece tener un papel relevante en la proto Rebelión que hay ahora mismo, junto con Mon Mothma. Huelga decir que Skarsgard es un actorazo, y para muestra, poneos Chernobyl y ahí tenéis de sobra lo que puede hacer, y ése quizá sea mi principal argumento para decir que es lo que más me llama la atención de Andor tras cuatro episodios. Igual me acaba pasando lo que sucede a veces con que se es más fan del intérprete que realmente de a quién da vida, pero es de las pocas cosas que me hacen mantener las esperanzas con este producto.
La imperial a la que aludía antes, Dedra Meero, es otra de las novedades de la serie, y con lo visto por el momento, pues no me dice mucho, la verdad. Parece tener un interés especial en los eventos que nos mostraron la semana pasada, y su afán de querer que le asignen el caso denota que hay algo que supongo que nos revelarán más adelante, y no sé si se queda simplemente en un mero “me he visto las películas de Star Wars y sé que se viene una Rebelión en cero coma”.
Sobre Mon Mothma, poco que decir también. Asumo que va a ser una figura importante en todo el contexto de la serie, dado que es una de las principales figuras de la Alianza Rebelde, y su presentación me ha gustado, sin más.
En cuanto al grupo de “aliados” de Cassian, la más relevante es Vel, que la interpreta Faye Marsay, que os sonará si visteis Game of Thrones por ser la “adorable” compañera de Arya en Braavos en la Casa de Blanco y Negro. El resto, como me pasa con casi todo en este episodio, me dice más bien poco. Y es que esa es la sensación generalizada con Andor, que es una promesa de algo más grande, que llegará un punto en el que, supuestamente, subirá las revoluciones y nos ofrecerá un espectáculo a la altura, pero que está cociéndose todo a fuego lento. El problema está en que igual esa cocción acaba por convertirse en incendio imprevisto y se echa a perder el plato. Por mencionar otro enlace con GoT, el actor que da vida a Anton Lesser, el jefe de los imperiales que se nos muestra en esas reuniones fue el que interpretó a Qyburn, aquel maestre expulsado de la Ciudadela de Antigua por sus prácticas tan… peculiares. Además, otro detallito: se ha mencionado Scarif, planeta que acogió el desenlace de la película origen de esta serie, Rogue One.
Lo dicho en el párrafo anterior: ahora mismo, Andor es un producto más a semanas vista que algo tangible en estos momentos. Creo que está construyendo algo más grande, y que, mientras dure eso, nos van a endosar píldoras de este estilo, capítulos más anodinos que otra cosa, y alguno de vez en cuando que suba el nivel. La duda es si esto se sostiene durante veinticuatro episodios, o si la gente se hartará o no, seguirá al pie del cañón. Por mi parte, seguiré con el análisis, a ver si me hace cambiar de parecer. Nos vemos en la próxima review.