Resident Evil: A la tercera va la vencida
Hoy 14 de julio llega a Netflix la nueva adaptación en acción real de la conocida saga de videojuegos “Resident Evil”, la cual después de un reinicio poco exitoso en la gran pantalla decide probar suerte en el mundo de la series ¿Habrá funcionado la apuesta o será otro desastre como “Bienvenidos a Raccoon City”? Descúbrelo en esta crítica sin spoilers.
Hay que reconocer que “Resident Evil” nunca ha tenido buena suerte con sus adaptaciones. Aunque no lo parezca por cómo se consolidó la saga de Paul W.S. Anderson, pese a empezar con un par entregas entretenidas, con el paso de las secuelas fue perdiendo el norte convirtiéndose en una suerte de sinsentido que era sólo recomendable para quienes quisieran ver una parodia de la propia saga. Misma suerte corrieron las adaptaciones de animación, con una buena primera entrega que fue precedida por secuelas mediocres, y el intento de reboot que llegó a los cines el año pasado, que aunque quiso tener una visión más fiel que la que tuvieron las películas protagonizadas por Milla Jovovich, con suerte llegaba ser un film mediocre de serie B.
Todo este repaso al pasado tiene un sentido y es dejar clara una cosa: aunque a simple vista lo parezca, no es fácil adaptar a un formato audiovisual la saga “Resident Evil”. El tiempo ha demostrado que aunque Shinji Mikami tomó como inspiración el cine clásico de zombies de Romero, el verdadero elemento por el que los juegos son recordados es por su ambientación y su manejo de recursos … y estas cosas son muy difíciles de plasmar en otro medio. Tampoco ayuda que el guión promedio de los videojuegos no sea nada del otro mundo.
Las obras de Paul W.S. Anderson intentaron volar por libre, pero al llevarlas a cabo un equipo bastante malo les terminaron quedando unas películas bastante deplorables y, por el contrario, la más reciente en su intento de querer plasmar fielmente el material original terminó creando una amalgama de fallos de guión que en más de una ocasión mancillaba aquello a lo que quería homenajear.
Con todos estos precedentes, ¿cuál ha sido el camino elegido por Andrew Dabb (showrunner de las temporadas finales de Supernatural) y su equipo? Quemarlo todo y querer hacer su propia cosa, consiguiendo de forma casi irónica respetar el lore de los videojuegos más que los otros dos intentos. El ejemplo más claro que se me viene a la cabeza es, sin ninguna duda (y salvando la diferencia abismal de nivel que hay entre Resident Evil y ella), el caso de 12 Monkeys (a la que le dedicamos programa, y es uno de los más vistos de nuestro canal), que cogió la premisa de la película y la llevó por otros derroteros, consiguiendo firmar una de las mejores series de viajes en tiempo de los últimos años. Aquí los guionistas hacen algo parecido, como es crear algo que en teoría está totalmente apartado y poco a poco irlo conectado con el canon original mientras por otra parte generan su propia historia, que no llega a ser tan buena pero al menos es entretenida.
Tenemos una serie que nos presenta dos marcos temporales: uno en la actualidad con la llegada de Albert Wesker junto con sus hijas Jodie y Billie a una ciudad llamada New Raccoon City, y otra más de una década después contandonos como una Jodie adulta sobrevive al apocalipsis zombie en un mundo desolado mientras huye de la corporación Umbrella. Muchas veces hemos visto a series jugar con más de una línea temporal y aunque no puedo decir que en esta ocasión salga bien, por lo menos puedo reconocer que no sale del todo mal, ya que la serie lo que busca en todo momento es ser simple entretenimiento y esto es algo que salvo un episodio concreto por lo general lo consigue.
No esperéis tampoco la panacea, es una serie entretenida como mucho, con la que fácilmente os frustréis por la estupidez de sus personajes principales (en especial Jodie), veáis fallos gordos guión y os queráis quemar los ojos por culpa de una cutrez más propia de una serie de bajo presupuesto de SyFy que de la adaptación de una de las franquicias más famosas del mundo de los videojuegos; sin embargo, a pesar de esos fallos, es una serie de acción y corporaciones malvadas bastante competente como tantas otras en lugar del desastre que podía haber sido y que la mayoría (entre los cuales me incluyo) creíamos que sería.
Netflix nos ha traido una producto que si bien seguramente no sea siquiera la mejor serie de acción del verano, probablemente a cualquiera que quiera ver una serie con tiros, zombis y un guión lo suficientemente estúpido como para poder verla con el cerebro apagado cual etapa del Tour de Francia, le gustará tener a estar Resident Evil en el radar.