Review Legacies: This Can Only End in Blood
Entramos en la semana final de Legacies. El universo vampírico de The CW llegará a su conclusión este viernes tras diecisiete temporadas, repartidas entre tres series, y también lo harán nuestras reviews. No obstante, aún no hemos llegado a ese punto, así que vamos a repasar lo sucedido en el penúltimo capítulo de la serie.
No aprendo, y parece que sea nuevo en según qué cosas. He dicho en muchas reviews anteriores que, en esta saga, la muerte es tan solo una etapa del progreso de desarrollo de personajes, y que no siempre suele ser definitiva. Cuando la semana pasada alabé el hecho de matar a alguien como Kaleb, dado que transmitía esa sensación de estar a las puertas del final, no caí en la cuenta de que todavía tenían dos episodios para recoger cable, y modificar esa decisión.
Calificar lo que han hecho en el decimonoveno de tramposo podría entenderlo, si no fuera porque desde que comenzara The Vampire Diaries, se han hecho jugadas tal vez no idénticas, pero sí que ha habido unos cuantos personajes que regresaron a la vida dándolos muchos por muertos; sin ir más lejos, el propio Alaric. Ahora bien, es cierto que choca ver tanta vuelta en tan poco tiempo, de la misma forma que a muchos seguramente os llamó la atención ver cómo iban cayendo como moscas diferentes personajes en un espacio tan corto de tiempo.
La tan anunciada batalla contra Ken llegó finalmente, y, como suele pasar en estos casos, los planes tan planificados, valga la redundancia, acaban saliendo rana. Mientras el dios envía a Aurora para distraer a Hope y debilitarla, él activa las maldiciones de los licántropos, convirtiéndolos en armas ante todo ser que ajeno a esta facción. Jed cae a manos de Alaric, que protegía a MG y Lizzie, y el propio MG acaba muriendo como consecuencia de las mordeduras de los hombres lobo, mientras ejecutaba un plan improvisado a la par que peligroso. No llevábamos ni la mitad de episodio, y dos personajes que han sido relativamente importantes, sobre todo el vampiro, caían en el campo de batalla.
Claro, hubiera sido un golpe de efecto bastante duro si no hubiéramos tenido a Landon como Barquero en el limbo. En el caso de que hubieran regresado a la vida, ellos y Kaleb, sin tener a un personaje conocido llevando las riendas de ese plano, hubiera sido una salida muy gratuita (como nuestra suscripción en Twitch con Amazon Prime) y habría quedado como un deus ex machina de manual. No obstante, si entendemos que el viaje de Landon en el limbo debía culminar como apoyo clave para sus amigos en el momento de luchar contra Ken, puede justificarse todo el desarrollo del personaje en este lugar y en la cuarta entrega. Ojo, que yo si no les hubiera ayudado, y no se hubiera llegado a esa situación, también estaba conforme con su rol en esta cuarta, y cómo había quedado su viaje personal me parecía un buen cierre tal y como estaba. Suponiéndolo así, no me parece una mala estrategia, y podemos justificarla narrativamente; o bien podemos hacer supresión de la incredulidad y mirar para otro lado, porque a estas alturas muchos casi nos conformamos con que cierren bien la historia, y ya estaría. ¿A vosotros qué os pareció esta jugada?
El caso es que mientras Landon resucitaba a unos y a otros, Hope libraba la batalla ante Aurora primero, a la que termina por perdonar y no caer en viejos hábitos familiares; y luego ante Ken, primero sola, y luego con el resto de sus amigos, no sin antes perder por el camino a otro: Ethan, que vuelve a Mystic Falls después de marcharse en el anterior, a morir, básicamente. Salva a Lizzie de salir por los aires, y usando su poder, muere como consecuencia de ello, tal y como se vaticinaba episodios atrás. Yo no quiero ponerme medallas, pero lo de un potencial sacrificio para salvarla a ella o MG ya lo comenté en la review del 4×17; valdría para guionista de Legacies, fijaos. En su día dije que me parecía el recurso fácil, puestos a matar a personajes, y sigo en mis trece. Falta por ver si Landon le devolverá también a la vida, o el chaval sí que se quedará muerto.
La hija de Klaus, finalmente, acaba con Ken, ayudada por una intervención a última hora de Cleo, y aquí termina la etapa de los dioses en la serie, con un final feliz para todos los involucrados, ya que vuelven a la vida los caídos, y el gran enemigo de este arco es derrotado. Aurora también cae, protegiendo a Hope antes de que Ken pudiera matarla. Algo también bastante habitual en personajes de este estilo es que acaben teniendo su arco de redención, y aunque haya tenido sus vaivenes durante esta cuarta, creo que podemos ver perfectamente que la intención de los guionistas era hacer eso con Aurora. La vuelta de su personaje me ha resultado interesante, y las dinámicas con Hope y sobre todo con Lizzie me gustaron. Nuevamente, Legacies sacando provecho al universo previo establecido en las series anteriores.
Y… ¿ahora, qué? Queda tan solo un episodio, y supongo que servirá como epílogo. El mayor temor es que sirva para abrir una nueva vía que explorar en una ya imposible quinta temporada. Milagros y resurrecciones de series hay todos los años, pero me da la sensación de que Legacies no será de las afortunadas y, según cómo ejecuten la Finale, a mí no me supondrá ningún problema que la acaben aquí. Otra cosa es si, como he mencionado antes, abren un camino nuevo, o dejan un cliffhanger muy exagerado, o dan pie a que pudiera seguir, sabiendo que no lo va a hacer. Veremos cómo se despiden, así que por el momento podéis comentar si queréis vuestras impresiones del episodio y de la recta final. Nos leemos en la que será, ahora sí, la última review de la serie. Hasta la próxima.