Physical: abriendo el cajón de mierda
Dicen que lo difícil no es llegar, sino mantenerse. Ése era el reto de Physical, que debutó con muy buena nota el año pasado en Apple TV Plus, y fue renovada en consecuencia para una segunda entrega, que arrancará este mismo viernes en la plataforma. Otros diez capítulos la conformarán, y el objetivo era consolidarse como una de las “dramedias” a tener en cuenta entre el mundillo seriéfilo. ¿Lo habrá conseguido? Os lo cuento, a continuación.
NOTA: este artículo trata sobre la segunda temporada, a la que hemos accedido gracias a Apple TV Plus España. NO contiene spoilers.
Nos reencontramos con Sheila Rubin, en su camino por labrarse un nombre en el mundillo del deporte aeróbico en los ochenta estadounidenses. La nueva entrega arranca unos meses después de la conclusión de la primera, y la situación de los personajes no ha experimentado grandes cambios, sino que tenemos continuidad en lo que vimos al cerrarse la temporada debut. Durante estos diez episodios que compondrán la nueva tanda, nos sumergiremos en las consecuencias de ese final, y cómo afecta a los protagonistas, y, sobre todo, a Sheila.
Ya lo destaqué en el artículo del año pasado, que esta serie la consideraba como “dramedia”, pero creo que, tras esta segunda, me lo voy a pensar y la voy a calificar como drama directamente. El formato se mantiene, con episodios de una media hora, y es el propio de las comedias de cable de toda la vida. Sin embargo, si en 2021 tuvimos una buena dosis de drama, aderezada con ligeros puntos cómicos, creo que este año han desequilibrado todavía más la balanza en favor de esa tonalidad, y les ha quedado de maravilla.
Si en la primera temporada, el conflicto interno de Sheila era el motor de la serie, este año se acentúa y se hurga en los problemas que tiene y cómo impacta directamente en todas las personas que la rodean. Me ha gustado mucho la exploración de toda su voz interior, y lo que lleva a cabo para lidiar con ella, o buscar la forma de sobreponerse a ese odio que la acompaña constantemente, y la incita a llevar a cabo según qué decisiones.
De hecho, yo añadiría ya a Sheila al listado de personajes grises oscuros que tanto hemos visto desde hace un tiempo hasta la actualidad, y que nos ofrece un retrato más tridimensional y próximo a situaciones reales que el típico protagonista blanquecino, cuya motivación principal es hacer el bien y ser bueno todo el rato. Sheila tiene un objetivo, y las decisiones que va tomando son, en muchas ocasiones, cuestionables; ella lo sabe, y es consciente de ello y no por eso se detiene. Tener a una protagonista así enriquece la serie, y sabiendo que ella es el eje principal sobre el que se sustenta todo, han sabido aprovechar muy bien ese tono más alejado de la comedia y enfocarlo hacia su vertiente más dramática, con todo el tema de la bulimia de Sheila y cómo la condiciona para todo lo que hace. Nuevamente, Rose Byrne vuelve a lucirse en el papel, como ya hiciera el año anterior.
Añado también que la incorporación principal para esta segunda temporada, Vinnie Green, interpretado por Murray Bartlett (The White Lotus), ha sido un buen añadido, aunque su figura considero que no se ha explotado lo suficiente. Ha aportado como secundario, pero esperaba algo más del que quizá fuera para mí el mayor descubrimiento de la serie de Mike White. Destacar además el apartado musical, que para mí era uno de los mayores atractivos de la ficción, y que este año vuelve a dejarnos con una gran calidad en la banda sonora.
Physical ha conseguido lo que muchas no logran, que es mejorar lo visto en su temporada anterior. La segunda la consolida como una de las “comedias” por la que muchos seriéfilos deberían apostar, y yo espero sinceramente que la renueven por una tercera, porque las cosas se han quedado en un punto bastante interesante. Este viernes día 3 arranca en Apple TV Plus.