Wolf Like Me. Opinión sin spoilers
Wolf Like Me es una comedia negra extrañamente agradable a la que os recomiendo echar un vistazo.
La serie es originariamente de Peacock y la plataforma de Amazon Prime la incluye en su catálogo a partir de hoy. Consta de seis episodios de aproximadamente treinta minutos de duración cada uno. El showrunner, guionista y director de todos los episodios es Abe Forsythe.
La sinopsis que nos ofrece Amazon Prime dice algo así:
Todos traen su propio equipaje a una nueva relación y Gary y Mary no son diferentes. Cuando el universo de Mary choca repentinamente con Gary y su hija de 11 años, Emma, todas las señales le dicen que están destinados a estar juntos. Pero, a medida que su conexión se profundiza, Mary y Gary se preocupan cada vez más de que su respectivo equipaje los separe.
La serie no es tan comedia como algunos podrían esperar y tampoco tiene un contenido sobrenatural tan relevante como podría sugerir el título de la propia serie. Se trata más bien de una preciosa metáfora de los monstruos que todos llevamos dentro y que permitimos que nos destruyan desde nuestro interior. Aunque, no me malinterpreten, pues aún siendo claramente metafórico, el contenido sobrenatural es mostrado en la serie de una forma aceptablemente realista y con un toque sangriento incluso y una parte muy dramática que otorga mucha intensidad. Lo que quiero decir es que no es el eje de la serie, no es importante por lo que es (como podría ser la película Teen Wolf de 1985) sino por lo que implica en la capacidad de los personajes de relacionarse los unos con los otros.
Me gustó mucho la energía de esta serie, que no es una comedia típicamente romántica aunque se esconda bajo esa apariencia. Hay una historia romántica y hay tintes de comedia negra pero creo que la serie trata fundamentalmente sobre como las personas rotas e imperfectas se esfuerzan constantemente por encontrar algo bueno en sus vidas a la vez que se autosabotean porque se creen indignos de tal merecimiento.
Creo que la serie es bastante metafórica y que el asunto qué podría considerarse principal antes de verla, que se percibe el propio título, aunque no mencionaré por si acaso alguien lo considera spoiler … no es tanto un elemento central de la serie como una forma más bien simbólica de expresar los monstruos que llevamos dentro y que nos impiden alcanzar nuestras metas, nos frenan a la hora de darle una oportunidad a nuestro corazón de ser feliz. Los personajes principales son, más o menos, buenas personas pero ambos soportan cargas que les frenan a la hora de amar y la serie aborda la manera en la que lidian con eso.
La serie fuerza la reunión entre ambos personajes, en parte propiciada por una serie de encuentros fortuitos con un aire místico o mágico o algo así, que resulta más o menos verosímil dentro de la atmósfera que se respira en la serie y qué hace inevitable que surja el amor entre estas dos personas destinadas a ser felices por mucho qué se esfuercen en no conseguirlo.
Las interpretaciones del trío protagonista son sensacionales, destacando la niña Ariel Donoghue que tiene un papel complicado ya que tiene que resultar insoportable y entrañable a la vez. Si bien son los dos adultos los que destacan con un trabajo absolutamente excepcional. En el caso de ella, Isla Fisher, manteniendo un perfecto equilibrio entre un punto cómico, cierto toque cínico, y una capacidad dramática perfectamente representada. Y en el caso de él, Josh Gad, dando toques de realidad a un padre que es a la vez algo pusilánime y a la vez un hombre que soporta sobre sus hombros un equipaje inmenso por la pérdida de su esposa, el recuerdo de su enfermedad y la responsabilidad de hacer feliz una niña enferma e igualmente rota.
Es una serie muy simpática y a veces profunda. Es triste, pero a la vez esperanzadora y tiene unas interpretaciones absolutamente sensacionales. Me ha gustado bastante y recomiendo a todo el mundo que dé una oportunidad.