Review The Walking Dead: Rogue Element
Este ha sido un episodio diferente, en el que la showrunner Angela Kang ha querido divertirse explorando otros géneros diferentes al terror. No es algo nuevo, hemos visto muchos episodios experimentales a lo largo de las temporadas de nuestra querida serie de muertos vivientes, pero es la primera vez que vemos algo así como un thiller que mezcla un secuestro gubernamental, una conspiración, una investigación obsesiva y cualquiera sabe que más hemos visto… No creo que haya estado mal, pero tampoco ha terminado de engatusarme del todo este episodio tan curioso y especial.
No puedo decir que haya sido un mal episodio en la medida en la que nos ha enseñado muchísimo más del funcionamiento de la commonwealth, hemos aprendido mucho del comportamiento del gobierno y de como existe un oscurantismo brutal sobre quien manda, alguien que lidera en la sombra haciendo y deshaciendo con unos intereses nada claros. Aunque los pseudo funcionarios de este universo no se quedan cortos y también manipulan a los cuidadnos con intereses igualmente oscuros, existe una tónica de poder difusa y unas luchas bastante turbias. Así pues, hemos conocido algo más de esta sociedad y de su lado más oscuro, de la falta de libertad de los ciudadanos y del secretismo que impera en las élites, donde incluso hay secretos para un tipo tan relevante en la comunidad como Mercer a quién no se le comunica el traslado ni destino final de su soldado y prisionero.
El episodio nos ha mostrado el funcionamiento de esta curiosa ciudad a través de tres historias paralelas. Por un lado teníamos a Carol acompañando a una comitiva encargada de gestionar y descubrir algunas fallas en el suministro de opiáceos para el hospital. Por otro lado teníamos a Connie y su hermana inmersas en una investigación periodística que la lleva a descubrir, tanto a ella como a Merced, algunos secretos muy interesantes.
Y por último, la trama más relevante del episodio: la que involucra a Eugene y Sthepanie. La historia no está mal pero creo que falta un poco de contexto para que el espectador medio se involucre y esa escena final en la que la verdadera Stephanie aparece en escena, y descubrimos que es un personaje al que ya conocíamos, es un tanto anticlimatica ya que no nos ponen en una situación en la que la revelación despierte sensaciones de ningún tipo. Es decir, sabemos que la novia de Eugene no era quien decía ser y ahora resulta que la mujer que charlaba con él con la radio es la consejera principal del gobierno… pero esta revelación no implica nada porque no hemos sido ni partícipes del engaño, ni tampoco conocíamos a ninguna de las dos versiones de Sthepanie. Así que creo que a todos nos da un poco igual que la mujer de la radio sea otra…
Así que aunque no puedo decir que el episodio haya tenido nada malo, la verdad es que a mí no me ha terminado de gustar.
Quizás no estaba preparada para un episodio como este y mi mente venía predispuesta a conocer más de la commonwealth y de la vida de su gente desde otros puntos de vista, quizás yo quería saber más sobre la investigación de Connie o la forma en la que Carol está luchando por Ezequiel haciéndose un hueco en el liderazgo de la comunidad gracias a su capacidad de percepción ganada a lo largo de años de lucha. No lo sé, pero aunque entiendo que la historia de Eugene ha estado bien llevada en términos de guión a mí no ha terminado de interesarme del todo.
Por lo demás, seguimos sin saber lo que está pasando en este momento en Alejandría algo que parece que por fin exploraremos en el próximo episodio.
Tampoco hemos visitado a Daryl y creo que el episodio, aunque curioso, no ha sido demasiado brillante.