Review The Flash: The Fire Next Time
Parece ser que con esta serie no se puede tener nada bonito. Tras dos episodios bastante decentes The Flash vuelve a la mediocridad habitual con un capítulo que aunque hace cosas bien, como mantener el foco en una única cosa y no plagar el capítulo de subtramas basura, pero en general es otro episodio más a añadir a la lista de capítulos totalmente insulsos de la serie.
Porqué no me ha maravillado precisamente The Flash esta semana: ¿os acordáis de aquél villano ridículo y sobreactuado del episodio en el que Iris tenía los poderes de Flash? Pues ha vuelto en forma de padre. Os pongo en situación: el camarero de un bar muere por una extraña combustión espontánea, la noche de antes su compañero de trabajo le ve discutir con este meta que tenía poderes relacionados con el fuego y que ha salido de la cárcel siendo ahora un segurata, al ser el principal sospechoso es detenido, y le ruega ayuda a Flash para probar su inocencia y no ser detenido.
Creo que con lo que he puesto antes se puede deducir por dónde irá todo el capítulo, con Barry intentando descubrir la verdad sobre el misterio de los asesinatos que van ocurriendo (pues la testigo también muere haciendo que todo apunte todavía más a la culpabilidad del meta) y poder limpiar el nombre de Jaco Birch para que este no pueda perder a su hijo.
Posiblemente el punto más interesante que se toque es el psicológico de Barry y el cómo le afectó el trauma de perder a su padre cuando era pequeño cuando este se fue a cumplir condena por el asesinato de su madre a manos de Reverse Flash. Se puede decir que es coherente con los que nos han enseñado sobre el personaje a lo largo de estos años, pero eso no quita que toda la trama vaya sobre raíles y sean en total 40 minutos esperando a que ocurra lo que todos sabemos que va a ocurrir, que se limpie el nombre de Birch y que este pueda mantener la custodia de su hijo; aquí casi lo sorprendente es que en realidad hubiera sido él quien cometió los asesinatos, pero para que esto hubiera quedado bien requeriría de un esfuerzo por parte de los guionistas y no tendríamos la serie en semejante nivel si fueran propensos a hacerlos.
Al final el misterio que queda es sobre quién es el autor real de los crímenes y, sobre todo, porque querría matar a dos camareros de una forma tan peculiar, lo cual tiene pinta de que a futuro va ser una trama que se desarrolle en paralelo a la de Iris y las cosas que desaparecen, la cual no ha hecho acto de presencia en esta ocasión.
Tranquilos, que la trama de Iris no esté no significa que nos hayamos librado de ella, aunque esta vez ha sido teniendo un rol muy secundario en la subtrama de Allegra, que básicamente suda de las órdenes de su jefa de ayudar en un artículo a una de sus subordinadas. Tengo que decir que aquí me pongo casi en el lugar de la subordinada, que te la quieren pintar como la mala y la superficial, pero si yo tuviera una supervisora que en un proyecto en el que se supone que tenemos trabajar juntos me ignora completamente para hacer lo que la da la gana y luego viene a cambiarlo todo obligándome a estar currando con ella por la noche porque su superior la ha obligado, pues lo mismo bien no me terminaría cayendo.
En fin, que desvarío, si el episodio no fuese previsible a unos niveles extremos desde el minuto 3 lo mismo habría tenido una mejor valoración sobre él, pero tras dos semanas con la serie en un nivel aceptable esto lo veo como otro bajón más a añadir a una lista que parece no tener fin.