Review The Flash: Impulsive Excessive Disorder
Suenan campanas de matanza absoluta en la parrilla de The CW y no seré precisamente yo el que llore si una de las damnificadas de la posible desaparición de la cadena es The Flash. Ya son muchos años teniendo que sufrir un nivel bajo tirando a mediocre, y por eso mismo me parece paradójico que hayamos tenido uno de los mejores episodios de la serie en los últimos tiempos.
No esperaba nada del regreso de la serie y debo decir que tanto las formas como la temática del capítulo me han sorprendido, pues no es habitual que en una vuelta de parón una ficción prescinda de la totalidad de sus personajes principales y centre todo en dos secundarios como son los hijos de Barry e Iris en el futuro, dejando de regalo un par de guiños a otras series de Arrowverso como puede ser el cameo de Booster Gold, personaje que ya nos presentaron en la finale de Legends of Tomorrow.
Todo corre a raíz de un planteamiento bien sencillo y para sorpresa de todos coherente, pues resulta que las acciones de los dos hermanos en el arco de Godspeed que sirvió de cierre de la pasada temporada ha tenido repercusiones y han alterado el futuro, llevando a estos dos a realizarse la siguiente pregunta: ¿Dejar las cosas como están, o viajar al pasado para arreglarlo? Como buenos hijo de Barry Allen optan por volver atrás y liarla más todavía.
Esa es la premisa y desarrollo del episodio, Nora y Bart en el pasado liándola más todavía con la intención de reparar su cagada en una época en la que su padre sigue en coma todavía y no se ha llegado a los eventos de la primera temporada, dando lugar a cameos como el de Eddie Thawne y sobre todo dejando un episodio fresco aunque previsible, ya que absolutamente nada de lo ocurre rompe los moldes de lo que cualquiera un poco avispado podría imaginarse, pero creo que a estas alturas nadie ve The Flash por sus giros de guión.
Sí, en teoría arreglan el pasado solucionando un pequeño efecto mariposa de un atraco y también la serie deja la típica escena que da a entender que las acciones de Nora y Bart han tenido más importancia de la que creen con ese cepillo desapareciendo en la escena final del presente, elemento cuyo único personaje que interactúa con él es Iris y que me hace preguntarme si en serio vamos a tener otro arco de “evitar que Iris desaparezca”; solo pido que si es así que al menos se quiten al personaje de en medio de una vez y dejen de jugar esa carta.
En resumidas cuentas, me parece un episodio más disfrutable que la media y al menos es un descanso de esos “Meta of the week” reciclados y poco inspirados o esas tramas mal desarrolladas que The Flash se ha acostumbrado a dejarnos cada año.