Outlander: los Fraser, contra viento y marea (y la historia)
Los fans de Outlander llevábamos casi dos años sin ver nada nuevo de la serie. Las complicaciones para cuadrar fechas de rodaje por la pandemia nos han llevado hasta marzo de 2022 sin la nueva temporada de los Fraser, pero a partir de este lunes, a través de Movistar Plus, ya podremos ver lo nuevo de la aclamada ficción que en Estados Unidos emite Starz. Os cuento qué me parece el arranque de temporada.
NOTA: el artículo trata sobre los dos primeros episodios de la sexta temporada de Outlander, a los que hemos podido acceder gracias a Movistar Plus. NO contiene spoilers.
Si esperáis una temporada tranquila para los Fraser, es que no os habéis enterado de qué serie estáis viendo. Sí, evidentemente, hay margen para todos aquellos elementos positivos que la ficción que encabezan Caitriona Balfe y Sam Heughan nos ha ofrecido durante estas temporadas, y siguen estando presentes en la nueva temporada. Pero claro, esto es un drama, y uno que se esmera bastante en que nuestros protagonistas tengan obstáculos complicados de sortear.
Y es que yo diría que el principal de todos ellos es la historia. El tiempo apremia, y nos situamos en 1773, en la costa este de lo que terminará siendo Estados Unidos. Precisamente, uno de los conflictos bélicos más importantes de la historia de ese continente, la Guerra de Independencia, está a la vuelta de la esquina, y los Frasier están en una posición bastante complicada, una vez más.
Conscientes de ello, las decisiones que van a tener que enfrentar en la nueva entrega ya comienzan a estar dirigidas a ese desenlace que cambiará la concepción geopolítica de la región, y, siglos después, del mundo. ¿Sus elecciones influirán en la historia? ¿Pueden cambiarla? ¿O todo está predestinado, hagan lo que hagan? Ya vimos que, por mucho que fueran conocedores de lo que iba a pasar en Culloden, nada cambió… Precisamente del pasado llega un rostro conocido para Jaime, Tom Christie (Mark Lewis Jones), que llega a Carolina del Norte con su familia, para instalarse en las tierras de los Fraser, y traernos un personaje nuevo que no tiene pinta de que vaya a ser de los más queridos por el público.
Por si fuera poco con los problemas presentes y futuros, también hay espacio para los pasados, personificados en Claire y lo que sucedió en el final de la quinta (no entro en detalles, por si alguien nos lee y no ha visto la serie aún). Y aquí viene quizá uno de los puntos que más me preocupan de cara al desarrollo de la nueva temporada, el tratamiento de la protagonista a partir de su trauma. He visto, y seguro que muchos de vosotros también, que cuando un personaje sufre un revés semejante, se tiende a conducirle hacia un camino de autodestrucción preocupante, que suele ir acompañado del consumo de sustancias no muy aconsejables para la salud. No quisiera que cayeran en ese tópico, y no sé hasta qué punto es necesario. Recordemos que esta serie está basada en la saga de novelas de Diana Gabaldon, que no he leído, por lo que no puedo deciros si están siendo fieles en este punto de la historia al material original, o ese evento del final de quinta es inventado y, en consecuencia, las decisiones al respecto de Claire, o si están siguiendo lo que la autora escribió en sus textos. En cualquier caso, será una de las cosas que más me tenga en alerta, y tengo curiosidad por ver hacia dónde le lleva al personaje todo esto.
La nueva entrega será más corta, ya que contará con ocho episodios, pero al menos los dos primeros, contando las escenas de recordatorio iniciales, así como el opening y los créditos finales, sobrepasan la hora de duración, llevando los capítulos cerca de la hora y cuarto aproximadamente; solo he podido ver dos, y no sé si el resto seguirán esta estela, pero teniendo en cuenta que será una temporada más breve, igual han querido añadir más metraje semanalmente.
Sea como fuere, los Fraser han regresado, con su historia de amor que traspasa las fronteras del tiempo, y con el conflicto histórico acechando y cada vez más próximo, mientras tienen que seguir con sus vidas presentes, que no están exentas de problemas diversos y difíciles.