La imagen que encabeza esta review no es casual. Lo cierto es que se me ha pasado por la cabeza echarme una siesta mientras estaba el episodio en marcha, y puede que a muchos de vosotros también. Decía en mi cuenta de Twitter hace unas horas que me ha resultado llamativo entrar en mi muro al volver de trabajar, y no encontrar prácticamente ninguna mención a la serie y a su capítulo de esta semana, cuando lo normal con las producciones de Disney Plus de Marvel Studios y Star Wars es que hagan mucho ruido, sea con o sin spoilers. Quien calla otorga, dicen, y en el caso de The Book of Boba Fett, no podría ser más acertado.

Tras cuatro episodios, la sensación que tengo es que no hemos avanzado nada. La trama del presente se ha limitado esta vez a una reunión de Boba con las diferentes facciones de la región para granjearse apoyos de cara a esa guerra contra los pyke que ya llevan diciéndonos dos semanas que se avecina, y que entiendo que llegará en algún momento, pero a la que todavía no hemos asistido. Y ya está; nada más.

Lo que ha ocupado más rato ha sido la parte del pasado, dándole algo más de pantalla a un personaje que comparte cartel con Boba Fett, pero que, hasta ahora, había tenido apariciones mínimas: Fennec Shand.

La conocimos en la primera entrega de The Mandalorian, en el 1×05, en el que yo me aventuré a decir que había palmado. No podía estar más equivocado, porque no pensé que lo que presenciamos, con alguien acudiendo y viendo como estaba al borde de la muerte, significaba que la iban a rescatar. Hoy enlazan eso, y nos muestran como Boba recupera su nave, que no su armadura.

Pero hay algo que me fascina de esta parte. Boba mantiene más de una conversación con Fennec, en la que le relata lo que los espectadores hemos visto durante estas tres semanas en los flashbacks. Sinceramente, y echando la vista a lo que nos ha ofrecido la serie hasta ahora, ¿no hubiera sido más sencillo contarlo así y no enchufarnos semejante tralla semana sí, semana también? Una de las cosas que hemos destacado durante el año y pico que llevamos de retransmisiones en nuestro canal de Twitch (directos que están disponibles en el de Youtube), es que el uso de los flashbacks tiene que hacerse con cuidado, y que realmente aporte algo a la trama principal. Hasta ahora, no hay absolutamente nada que no supiéramos que nos añada más interés a la serie, porque muchas de las cosas que no sabíamos (ejemplo: cómo recupera la nave), nos las podíamos imaginar o, al menos, alguna cábala podíamos hacer y no hubiéramos fallado por mucho. Muchas veces, menos es más, y el exceso de minutos en el pasado no le ha sentado nada bien a la serie, porque no me ha contado nada que yo quisiera ver.

Si al menos lo que sucede en el presente fuera mucho más interesante, y me mantuviera pegado a la pantalla todo el rato, no tendría la sensación de que me están haciendo perder el tiempo, y me duele decirlo con un producto de esta saga. Si tienes dos mimbres, el pasado y el presente, y en uno solo vas a primera y en el otro me cuentas cosas que, o bien no aportan nada de peso, o ya podíamos saber vagamente, mal vamos. Y si encima le añades que te has comido ya la mitad de la temporada, si es cierto que serán siete los que compongan la entrega, solo hace que sumar negativamente. Ya os comenté en la review anterior que Temuera Morrison había dicho que el siete es la caña; si realmente es la Finale, miedo me da lo que podamos tener que tragar hasta que llegue, y lo malo será que ni un auténtico espectáculo de cierre de temporada podrá rescatar esta serie que prometía mucho, pero que como no cambie su curso, va camino de convertirse en carne la recopilación negativa que hacemos siempre, destacando lo peor del año de turno. Nos vemos en la próxima review.