A ver cómo empiezo. Lo primero, quiero dejar claro que el título de la review ha variado con respecto al de las semanas anteriores. Ha sido, básicamente, porque considero que el nombre del capítulo de hoy es lo bastante spoiler para aquellos que no se imaginaban nada en absoluto, o no hayan visto el episodio aún y lo lean, así que directamente lo obvio del encabezado para evitar cualquier polémica relativa a spoilers indirectos (o directos en este caso, porque el título no deja mucho lugar a la imaginación). De hecho, la imagen la he cogido de archivo, porque ni siquiera es del episodio de esta semana. Y segundo y último antes de arrancar: me ha gustado mucho esta ración de Star Wars que han metido en The Book of Boba Fett.

Ahora sí, ya barra libre de spoilers, aunque me imagino que si habéis entrado aquí es porque habéis visto el capítulo, pero advierto de nuevo, por si las moscas.

La semana pasada se me olvidó comentar un detalle muy interesante, que incluyeron en la composición musical del cuarto: el leit motiv de The Mandalorian, lo cual ponía en alerta a los espectadores más atentos, y advertía de que igual teníamos de nuevo a Mando por nuestras pantallas en la quinta ración de The Book of Boba Fett. Claro, lo que yo pensaba era que le veríamos durante la acción del episodio de hoy, junto al resto de personajes de la serie; lo que no me imaginaba era que, básicamente, nos han metido un 3×00, o 2×09, o 2×08 Capítulo Final Prólogo (lo siento, la saga Kingdom Hearts me hizo mucho daño) de The Mandalorian. Lo cual tiene implicaciones positivas y negativas.

Empezaremos por las buenas: hemos vuelto a saber de Mando tras la finale de la segunda entrega, allá por diciembre de 2020. Una vez dejó a Grogu con Luke, le hemos visto volviendo a su camino como cazarrecompensas, así como reunirse con personajes mandalorianos que no veíamos desde la primera entrega. Nos han dado una ración de lore y mitología de Mandalore, el planeta origen de este clan, y nos han mostrado cómo el personaje interpretado por Pedro Pascal tiene más problemas de los esperados para poder blandir el sable oscuro que le arrebató a Moff Gideon, ya que este arma no es una simple hoja; el portador tiene que adaptarse a ella y formar un todo con ella para que la espada no le pase factura, como nos han enseñado en el arranque del episodio.

Tras un tiempo con los mandalorianos, regresa a Tatooine para reunirse con Peli Motto, la mecánica que ya vimos en su serie, y que le prometió una sustitución para la Razor Crest, que se fue a tomar vientos, precisamente, en el episodio que apareció Boba Fett, el 2×06. Y lo que le ofrece es, ni más ni menos, un caza estelar que se remonta a tiempos previos al Imperio, cuando la República era la forma de gobierno predominante en la galaxia, y conectando directamente con las precuelas, dado que esa nave la vimos principalmente relacionada con Naboo y la princesa Amidala. De nuevo, el manejo de la nostalgia con todo lo que rodea al mandaloriano lo manejan de maravilla.

Tras unas cuantas reparaciones y encontronazos con la policía la flota de la Nueva República, Mando decide quedarse con su nueva nave, y Fennec acude solicitando esa ayuda que se nos predijo la semana pasada. No sin antes comentar nuestro héroe que tiene que hacer una visita a un “amiguito”. A mí no se me dan muy bien las apuestas, pero allá va una: la semana que viene tendremos ración habitual de Boba Fett, contándonos alguna historia más, y ya en el 1×07, que es la Finale, ese episodio que os comenté que Temuera Morrison había dicho que era la caña, volverá Mando para echar una mano a Boba. Igual me equivoco, pero viendo lo que tenemos por delante, no es una apuesta muy descabellada.

Y ahora lo negativo: no puede ser que necesitemos al mandaloriano para que nos guste un episodio de The Book of Boba Fett. Yo creo que este episodio le hace más daño a esta serie que otra cosa, porque lo único que deja claro es que todo lo que tenga que ver con Din Djarin nos tiene ganados y nos mantiene atentos, y lo que nos han mostrado estas semanas con Boba Fett nos da, a muchos, igual. Algo mal tienes que estar haciendo para que venga un elemento externo de tu producto a salvarte el día, y tú, con las herramientas propuestas, no seas capaz de encauzar esto de la forma debida.

Siento que The Book of Boba Fett es un relleno que ha creado Disney porque sabía que Pedro Pascal iba a tener compromisos ajenos a esta producción (principalmente, el rodaje de The Last of Us para HBO), y para ocupar ese hueco donde se suponía que iría, en un principio, la tercera temporada de The Mandalorian, nos han encasquetado esto, que era algo que buena parte del fandom pedía, dado que Boba Fett es uno de los personajes de culto de la saga, pero que a mí, tras lo visto estas semanas, se me ha caído por completo. Yo no era de sus defensores más acérrimos, y creo que vendía y tiraba más por productos secundarios que por los principales, dado que lo único que vimos de él era una armadura molona y escasos minutos en pantalla. Si querían darle un trasfondo y un peso mayor con esta serie, de momento, considero que han fracasado.

De hecho, y ya para cerrar, que resalte su protagonista que el séptimo mola, indica que mis temores ya manifestados en esta web en reviews anteriores se han cumplido: nos iban a endosar tralla semana sí, semana también, hasta llegar a la conclusión que serán fuegos artificiales, no me cabe duda. Lo de hoy es una gran pieza dentro del universo Star Wars, dirigida de maravilla por Bryce Dallas Howard (dadle una trilogía o algo a esta mujer), que sacia las ganas que tenemos de ver más de Mando, pero que nos amarga al recordar que todavía tengamos dos semanas por delante de Boba, y nos recuerda que aún tendremos que esperar unos meses (por no decir más tiempo) para ver la tercera entrega. Mucho tiene que cambiar el panorama en dos episodios para que no considere que me han hecho perder el tiempo con The Book of Boba Fett; pero lo cortés no quita lo valiente, y este episodio de The Mandalorian ha sido muy bueno. Deseando ver lo nuevo de la serie, y contando los días para que acabe la de Boba. Nos vemos la semana que viene.