Creo que en esta web siempre hemos defendido que si en estos años Breaking Bad (posiblemente una de las mejores series de la historia) ha tenido una heredera espiritual que ha sabido coger la base y llevarla a su terreno, sin ninguna duda esta ha sido Ozark, la ficción de Netflix que estrena la primera parte de su temporada final el próximo viernes y cuyos episodios hemos podido ver de forma anticipada ¿Mantendrá la serie la buena línea en esta entrada a su temporada final? A continuación lo vemos en esta opinión sin spoilers.

En 2017 vimos como fruto de las circunstancias, Marty Byrde tenía que coger a su familia e irse al exilio en el lago Ozark con el fin de sobrevivir, hundiéndose él y poco a poco el resto de los Byrde en el turbio mundo del blanqueo de dinero. Esos tiempos quedan cada vez más lejanos y con el paso de los años hemos visto a esta peculiar familia crecer tanto en ambiciones como en los peligros a los que se exponen, terminando cada vez más a menudo en situaciones límite y dejando a su paso menos líneas rojas que traspasar.

¿Por qué suelto toda esta parrafada al principio? Pues porque creo que es capital entender todo el proceso que ha seguido la serie para hablar de lo que se nos plantea en esta primera mitad de temporada: que como dice el refrán “la avaricia rompe el saco” y si bien todos estos años los Byrde han ido saliendo airosos, es ahora cuando se les empieza a ver como a un malabarista el cual comienza a llegar apurado a todas bolas.

Netflix llega con una primera parte que hace honor a lo que esperamos, plantear el principio del fin y hacernos ver con retrospectiva el camino recorrido por todos los personajes y cuánto han cambiado, dejando 7 episodios en los que la serie no olvida y recuerda que las decisiones pasadas tienen consecuencias y que, sobre todo, el poder corrompe.

Sin entrar en spoilers, pues de entrada no quiero señalar a ningún personaje con el dedo, prefiero que lo veáis vosotros mismos, quiero destacar sobre todo esto último que he comentado y es que si una cosa ha trabajado bien la serie, es el terminar metiendo poco a poco a toda la familia en los tejemanejes de Marty y creo que este es un factor que para mí es clave en todo lo que desarrolla Ozark en esta nueva tanda de capítulos. La ficción en general siempre ha sabido cómo tratar a sus personajes (punto que posiblemente sea el culpable de que Ozark haya conseguido ganarnos a muchos)  y esta temporada no es una excepción llevándolos a todos por el camino evidente al que conducían los pasos dados en el pasado.

Quien espere una temporada frenética que espere sentado, pues la serie nunca ha sido así y siempre ha preferido ir poco a poco y segura; Ozark empieza a encarar su final manteniéndose fiel a su estilo y sembrando más que recogiendo. Aunque la trama sigue enganchando (hay giros y alguna sorpresa que otra) que nadie piense que de repente va a meter una velocidad más, pues el equipo detrás ha decidido que la mejor forma de prepararnos para el final es que la serie siga siendo ella misma, pudiendo pecar para algunos de continuista, aunque en lo personal no es algo que a mí me haya desagradado.

No se sabe todavía cuándo llegarán los 7 episodios que cierren la serie, lo que al menos sí que puedo asegurar es que los cimientos que han construido para ese tramo final son más que prometedores. Si Led Zeppelin hablaba de una mujer que construía una escalera hacia el cielo, Ozark nos habla de como los Byrde construyen la suya al infierno.