Express: el timing lo es todo
El curso para las producciones nacionales en las plataformas streaming comienza este domingo con Express, que además viene con el aliciente de ser la primera serie que se ha desarrollado en el servicio Starzplay en su división española. La encabeza Maggie Civantos (Malaka, Las Chicas del Cable), y he podido ver la mitad de su entrega, de la que paso a dejaros mi opinión a continuación.
NOTA: este artículo de opinión trata sobre cuatro de los ocho episodios que compondrán la primera temporada de Express, a los que hemos podido acceder gracias a Starzplay España. NO contiene spoilers.
La historia nos presenta a Bárbara (Civantos), una psicóloga criminal que trabaja para la policía, y que sufrió un secuestro exprés, una modalidad de delito que vertebra toda la serie, no solo su título. Las secuelas que dejó en ella le han pasado factura en todos los aspectos de su vida, tanto a nivel laboral como familiar, y en cualquier tipo de relación que pretenda llevar, llegando al punto de que renuncia a su empleo en las fuerzas del orden, porque considera que no se la valora lo suficiente, ni su opinión acerca de que debería haber una división específica centrada en este tipo de secuestros.
Como si hubiese caído del cielo, una organización paramilitar dirigida por la Sra. Ortega la contrata precisamente para ponerla al frente de un grupo cuya intención es resolver los secuestros exprés antes de que vayan a mayores, o por lo menos, solucionarlos de forma más rápida de lo que lo hace la Policía. La premisa no es mala, lo que pasa es que luego no acaba de despertar mucho interés.
Y es que el principal problema de esta serie, bajo mi punto de vista, es que no termina de encajar en 2022. Hace diez o quince años, probablemente habría sido una referencia en su género en nuestro país, que no es otro que el procedimental. Para los que no estéis familiarizados con el término, vendría a ser aquel que cuenta con una estructura episódica, con casos que surgen en cada entrega y se resuelven en el mismo capítulo, con un hilo argumental de fondo que va desarrollándose de forma más o menos intensa durante el conjunto de la temporada (por ejemplo, las CSI, Mentes Criminales…).
En Express, el hilo de la temporada es cómo va lidiando (o no) Bárbara con su trauma y la vida con su familia, con su marido, Santa (del que se está separando), investigando también el tema de los secuestros y quién está detrás de algunas actuaciones que parecen resolverlos (vamos, el grupo de Bárbara), así como una subtrama protagonizada por la hija mayor de ambos, que me resulta bastante pesada, y algo surrealista, teniendo en cuenta cuál es el punto de arranque de la ficción y el de su madre, y hasta aquí puedo leer. No logro comprender cómo meten esto y que no choque frontalmente con lo que plantean con la protagonista; además se une al hecho de que, como en muchas otras ficciones que incluyen adolescentes, cae en el hábito de contar en sus filas con personajes de esta edad que resultan más cargantes que otra cosa, y que restan a la valoración global.
Además, el resto de personajes que acompañan a la protagonista me suenan de haberlos visto en otras obras; tópicos y arquetipos ya sobre utilizados en producciones de este corte, y también en muchas otras, añadiendo algunos que podríamos denominar “typical spanish”. En muchas de mis intervenciones durante estos años que tenemos el blog, creo haber escrito alguna vez que una buena serie, si quiere aspirar a tener cierto nivel, debe contar con un elenco destacado, que se sustente en alguien más que en su protagonista, contando con secundarios relevantes; aquí es muy personalista, y el buen hacer de Civantos y su personaje no son suficientes como para que Express me enganche. Poniendo un ejemplo reciente de personalismos así, en The Wheel of Time yo considero que Moiraine es el centro de la serie, y el universo que hay alrededor de ella me interesa y me llama la atención, no así la mayor parte del elenco, que me resulta insípido, pobre y nefasto en sus actuaciones; aquí en Express destaco a la protagonista únicamente, a pesar de que el contexto actual en el que se mueve, relacionándolo con la sociedad de nuestros días, e incluso con la realidad post pandemia, me parece un acierto. Sin embargo, lo que orbita a su alrededor resta más que suma.
Encima, la mayor parte de procedimentales rondan los cuarenta minutos, que es la duración estándar dentro de obras que se suelen emitir en Estados Unidos, en las cadenas en abierto (las llamadas network); en Express rondan los cincuenta-cincuenta y cinco minutos, lo cual me parece excesivo, teniendo en cuenta que lo que narran no considero que dé para tanto.
Express, pese a que nos cuenta que muchos elementos de nuestra vida actual se mueven muy deprisa, y que el timing lo es todo para resolver este tipo de delitos, considero que, paradójicamente, llega tarde. Vivimos en un contexto audiovisual en el cual este formato creo que está cada vez más superado, y pese a que en Estados Unidos pervive y siguen produciéndose ficciones que casi parecen un copia-pega más que creaciones realmente originales (y algunas cadenas viven casi exclusivamente de estas series), poco a poco van imponiéndose obras de plataformas streaming y de cable, con más presupuesto, ambición y medios, que van dejando obsoleto lo procedimental. Aquí se ha querido hacer algo a caballo entre lo procedimental clásico y el formato habitual y más moderno en el cable (como es Starz en Estados Unidos), pero se queda en un intento desacertado, sobre todo viendo qué están desarrollando otras plataformas de contenidos, no ya al otro lado del charco, sino aquí en nuestras fronteras.
Salvo que los cuatro episodios que me quedan por ver cambien radicalmente su estructura y me hagan, por ende, modificar mi opinión, no situaría a Express como una de las ficciones más recomendables de este mes, y al final del año, no creo que acabe en el top 10 de producciones españolas más destacadas de 2022. No obstante, a los que os guste el género procedimental y sí consumáis más ficciones similares, os invito a que le echéis un vistazo y apostéis por ella.