The Shrink Next Door: personas tóxicas no, gracias
Recientemente, Apple TV Plus ha cumplido dos años de vida. Si nos leéis habitualmente, o nos seguís en nuestros canales de Twitch y YouTube, sabréis que defiendo bastante el catálogo de la plataforma, y realmente hay productos que considero altamente recomendables dentro de este servicio (Ted Lasso, The Morning Show, For All Mankind o Mythic Quest, por ejemplo). El viernes llega otro de esos que voy a empezar a sugerir como serie que vale la pena ver dentro de la colección que va recopilándose poco a poco, The Shrink Next Door. Os cuento qué me ha parecido, a continuación.
NOTA: este artículo NO contiene spoilers de la serie, a la que hemos accedido gracias a Apple TV Plus España.
Hay muchas series que vemos por mero entretenimiento. Otras que realmente suponen un disfrute tremendo, hasta el punto de considerarlas como nuestras favoritas y que pueden incluso pasar a la historia, no solo nuestra, sino también de la televisión. Y luego hay algunas que contienen mensajes realmente importantes para el espectador, y sirven como enseñanza para aplicarlo a nuestro día a día. Considero que The Shrink Next Door, además de ser una miniserie muy disfrutable, tiene un alto valor didáctico.
Está basada en un podcast del mismo nombre, y la protagonizan Paul Rudd (Ant-Man) y Will Ferrell (Saturday Night Live), dando vida a Ike y a Marty, respectivamente. También forman parte del elenco Kathryn Hahn (Wandavision) y Casey Wilson (Happy Endings), pero tienen un rol más secundario, y realmente los que llevan mayoritariamente el peso de la trama son los dos intérpretes masculinos. Ambos lo hacen de maravilla, aunque yo destaco a un Paul Rudd que hace suyo el personaje.
La historia se narra a lo largo de treinta años, en los que vemos a un Marty (Ferrell) que tiene graves problemas de autoestima y, para resolverlos, busca la ayuda de un psiquiatra, el doctor Ike (Rudd). Lo que al principio es simplemente una mera relación médico-paciente, evoluciona hacia algo más, casi hasta alcanzar una relación familiar. Marty y Ike se convierten en grandes amigos y hay veces que cuesta discernir si el doctor está casado con su mujer o con su paciente (todo esto, sin llegar nunca a una relación sentimental, todo sea dicho). No obstante, nosotros como espectadores vamos viendo que, efectivamente, Marty mejora considerablemente, pero hay ciertas cosas, detalles o actitudes por parte de Ike hacia su paciente y el entorno de éste que nos descolocan.
Ahora está muy de moda eso de usar los emoticonos de las llamadas “red flags“, como señal de advertencia para destacar que hay algo que merece nuestra atención, y no precisamente en el buen sentido. A medida que avanza la trama, en la pantalla de vuestro reproductor veréis cada vez más “red flags“, y es una gran virtud de la serie, el ir transformando la percepción de la realidad del espectador para señalar que esta relación es tóxica, muy tóxica. Otro acierto es el opening, que con poco, dice muchísimo. Sin grandes alardes, logra transmitir simple y llanamente el leit motiv de la serie: ten cuidado a quién dejas entrar en tu vida.
Una de las características de muchas de las grandes series es que tienen temas universales, que permiten a sus espectadores poder identificarse con el personaje de turno que las vive. A lo largo de vuestras vidas, no me cabe duda de que os habréis encontrado en el camino a gente que no merecía vuestra atención ni cariño, y que os ha hecho más mal que bien. The Shrink Next Door sirve perfectamente como advertencia, y muestra lo que podría pasar si alguien así comienza a ser el centro de tu vida. ¿Y sabéis qué es lo más escalofriante? Que esta ficción está basada en un caso real. Y éste es uno de muchísimos más, y puede que más graves todavía.
Esta tragicomedia, dramedia, o drama encubierto, como queráis llamarla, llega este viernes a Apple TV Plus con tres capítulos, y luego pasarán a subir uno nuevo cada viernes. En total son ocho, y componen esta miniserie que os recomiendo ver, no solo para pasar un rato ameno, sino para aprender una lección de vida, y quién sabe si a mucha gente le servirá como catarsis o ayuda para superar sus propios problemas. Muchas veces se menosprecia el valor cultural o didáctico de producciones de entretenimiento como las series, pero The Shrink Next Door es el ejemplo perfecto de que ambas cuestiones no tiene porqué estar enfrentadas, y hay muchas moralejas y mensajes que merece la pena difundir.