Quienes seguimos Doctor Who estamos ya acostumbrados a lo que son las despedidas y a los cambios de época dentro de la serie, y ya desde un principio sabemos que ahora mismo nos encontramos ante la temporada que pondrá el punto final tanto para Whittaker siendo la Doctora como para Chris Chibnall llevando las riendas de la serie. Estamos ante el comienzo del fin de una etapa con más luces que sombras, pero que al menos parece que quiere despedirse por todo lo alto.

Pongámonos en situación, pues estamos ante una temporada que de primeras va a romper con la estructura clásica de la serie y que abandonará los capítulos autoconclusivos para contar una historia a lo largo de 8 episodios de duración que tendrá. Un modelo similar al que tuvo Torchwood en sus dos últimas entregas y que en esta ocasión llevará el sobrenombre de Flux. Es extraño ver a la serie encarando otra metodología y posiblemente sea una decisión fruto del desgaste que ha ido sufriendo la serie en sus últimas temporadas y esa “magia” que ha ido perdiendo año a año. Queda ver cual es el resultado final, pero da la sensación de que si querían hacer algo que pusiera en valor el trabajo que ha realizado Whittaker como la doctora posiblemente este fuera el camino.

Vayamos a lo importante, a lo que ocurre en esta premiere y la presentación de lo que va a ser la trama de toda la temporada que algo denominado el flujo, una fuerza destructiva que amenaza con acabar con absolutamente todo. Una amenaza que si bien parece ser una fuerza de la naturaleza, bien parece que hay figuras poderosas que esperaban a que ocurriera para hacer sus movimientos, como pueden ser los Sontarans o una figura misteriosa llamada Swarm que parece haber tenido una pasado con la Doctora y que no aparenta tener buenas intenciones.

Pero bien, como nos presentan todo esto, pues con la Doctora y Yaz persiguiendo a Karvanista, un miembro de la raza Lupari (que son como una especie de perros antropomórficos) que se dirige a la Tierra y que ha ido dejando trampas por el camino para impedir que ellas le den caza. La intención de Karvanista es simple, secuestrar a un pobre hombre (en más de un sentido) de Liverpool llamado Dan Lewis y que se encuentra con todo el percal sin saber absolutamente nada de lo que está ocurriendo.

Más temprano que tarde la Doctora termina dando con el lupari y colándose en su nave para rescatar a Dan, descubriéndo entonces el motivo del secuestro: su raza tiene asignado a un humano al que proteger y el de Kalvanista es Dan, siendo el flujo una amenaza lo suficientemente grande para que todos los Lupari decidan ir en conjunto a rocoger a sus humanos para salvarlos.

Al intentar huir de Kalvanista se encuentran cara a cara el flujo, que empieza perseguir la TARDIS dejándoles una sola opción llevar el flujo hacia la Tierra para utilizar las naves de los luparis como muralla (pues estas están preparadas para soportar el flujo), sin embargo aunque la estructura aguanta, la TARDIS termina en el lado contrario y es devorada por el flujo, siendo este el cliffhanger que da cierre al capítulo.

A parte de todo esto, el episodio ha presentando a más elementos que deberían ser importantes en la trama a futuro a parte de esto. Uno de ellos es Claire, una mujer que al más puro estilo River Song, conoce a la Doctora sin que los caminos de ellas se hayan juntado todavía y al igual que ella, su primer encontronazo con la Doctora termina con Claire siendo atrapada por un ángel lloroso.

El otro sería Swarm, del que ya he hablado antes, un ser que es liberado y que parece tener ganas de vengarse de la Doctora y su hermana Azure, quien parecía estar sumida en una especie de letargo viviendo una vida como si de una humana normal y corriente se tratase, o al menos hasta la aparición de su hermano. Por el momento el papel de ella ha sido el de secuestrar por algún motivo que desconocemos a Diane, una especie de interés amoroso de Dan.

Por el momento solo puedo decir que como introducción de trama, aunque no haya sido el arranque más potente de la historia, me parece que funciona bastante bien. Queda por ver si Chibnall dará con la tecla y será capaz de armar una historia convincente con la que despedir a Whittaker.