Dexter – New Blood: ¿Qué hay de nuevo, Dexter?
Una de las cosas que he aprendido durante mis años de vida es que, en ciertos sectores, no puedes dar por sentado nada. En el ámbito televisivo, aunque muchas veces un final pueda parecer bastante definitivo, o incluso aquellos que cierran de manera abrupta sin merecerlo, pueden darse casos como el que nos atañe, que unos cuantos años después, regresen a nuestras vidas. Estamos casi en 2022 como aquel que dice, y si me hubieran dicho cuando escribí un artículo en 2013 que, ocho años más tarde, estaría hablando de que una nueva entrega de Dexter se va a estrenar mañana, probablemente les habría preguntado qué se habían fumado; pero aquí estamos, dejándoos mis impresiones sobre los primeros episodios del retorno de Dexter Morgan a televisión.
NOTA: este artículo trata sobre los cuatro capítulos iniciales de la nueva temporada que empieza mañana, a los que hemos podido acceder gracias a Movistar Plus. NO contiene spoilers.
El año pasado, una de las primeras series a las que les dedicamos programa exclusivo en nuestra sección Series Spammer fue Dexter, propiciado, principalmente, por el anuncio de que iba a regresar este año a Showtime, y a nuestras vidas. En 2013 cerró su periplo en televisión con más pena que gloria, tras unos cuatro primeros años que la llevaron a ser una de esas imprescindibles que la mayoría de nosotros recomendábamos sin pestañear, presentándonos a un Dexter Morgan que es uno de los personajes más importantes de lo que llevamos de siglo en la pequeña pantalla. Aún con su segunda mitad de ciclo que fue de mal en peor, Dexter ha sido de las más influyentes en muchas obras de ficción televisivas que han venido después (ya lo comentamos en el programa sobre You), y quizá por eso la conclusión que le dieron en su octava entrega nos fastidió tanto, porque una producción que había sido tan buena se había malogrado de esa manera.
El propio Michael C. Hall ha manifestado en varias ocasiones que tampoco se sintió plenamente satisfecho con su despedida, y con la nueva entrega (subtitulada New Blood), tanto él como los creadores originales de la serie, buscan resarcir a aquellos espectadores que nos tragamos semejante despropósito años atrás, después de asistir a grandes temporadas. ¿Les saldrá bien?
Por mucho que le den un nombre diferente, es una continuación directa de los eventos con los que cierra la octava temporada. Si estáis leyendo estas líneas y no visteis la serie original y os llama la atención ahora, os diría que se puede ver sin haberla seguido anteriormente, pero hay muchas cosas, matices, guiños, detalles, menciones y acontecimientos que no captaréis. Es más: si hay alguien que quiere revisionarla, casi le diría que no vale la pena, porque creo que desde el equipo de la serie son conscientes de que ha pasado casi una década entre una entrega y otra, la memoria de la mayoría de seres humanos no es prodigiosa, y en ese lapso de tiempo se han lanzado muchísimas series, así como otras cuestiones que tenemos en nuestras cabezas, así que se preocupan de recordar al que está viendo el episodio de marras lo que ellos quieren que recordemos. Si una de vuestras dudas con respecto a si darle una oportunidad ahora está motivada por el hecho de que pensáis que os vais a perder o que no recordaréis algunas cosas, estad tranquilos porque la propia serie se encarga de ayudaros.
Diez años después de lo que sucedió en la octava temporada, nos encontramos a Dexter viviendo en una pequeña comunidad en el estado de Nueva York, Iron Lake, bajo el alias de Jim Lindsay (guiño al escritor que creó al personaje en la novela en la que se basa la serie, Jeff Lindsay). Una de las cosas que me han encantado del primer episodio es cómo nos lo presentan en su nuevo día a día, ese uso de la música, a mi parecer, tan acertado, y cómo van creando la tensión y cargando de dudas al espectador sobre si el otro elemento fundamental de Dexter, su Oscuro Pasajero, se ha desvanecido por completo, o permanece en las sombras, esperando su momento. No os preocupéis: tendréis vuestra respuesta.
Quizá otra de las cosas que más llamó la atención a medida que se iban sucediendo las noticias con respecto a su elenco fue el retorno a la ficción de Jennifer Carpenter, que interpretó en la serie a la hermana de Dexter, Deb (cotilleo: en la vida real, los intérpretes se casaron, y la cosa no acabó demasiado bien entre ellos). En New Blood, Deb hace las veces de Harry en la original, aunque su actitud dista bastante de la del padre adoptivo de nuestro protagonista, y hasta aquí puedo leer.
Otro de los alicientes de la nueva temporada era ver cómo encajaba el hijo de Dexter, Harrison, en todo esto. Con él vienen dos cuestiones: el despropósito de cierre que le dieron a su trama en la octava, y la duda latente que todos teníamos en su día, si en él también habita un oscuro pasajero. Sobre esto último no voy a decir nada, y sobre lo primero, me dejó algo frío la forma en la que se aborda, la verdad. Ya dije antes que desde el equipo creativo de la serie se pretendía enmendar errores de antaño, y aquí me da la sensación de que han corrido un tupido velo, y han enfocado sus esfuerzos en ofrecernos una entrega que nos quite el mal sabor de boca generalizado.
Yo iba con cierto miedo con respecto a qué me iba a encontrar, y el resultado ha sido bastante positivo, hasta el punto en que me ha recordado a las mejores épocas de la serie; eso sí, he visto el cuarenta por ciento de la temporada, deben corroborar estas buenas sensaciones en los episodios venideros, pero la primera toma de contacto ha sido más que positiva.
Todos los lunes tendremos un nuevo capítulo en Movistar Plus, y en el punto en el que me he quedado yo, las cosas no podían estar más interesantes, así que, por mi parte, os animo a que le deis una oportunidad a las nuevas aventuras de Dexter, y ahora me dispongo a contar los días hasta que regrese la serie y me cuente qué pasa a continuación.