Cowboy Bebop: hola, cowboy espacial
Hay veces que, sin ver ni un solo minuto de una serie, puedes notar que tiene ingredientes suficientes como para convertirse en un pelotazo. De hecho, centrándonos en la plataforma que albergará a partir de este viernes la ficción de la que os voy a hablar a continuación, que no es otra que Netflix, suele promocionar bastante ciertas producciones que ellos piensan de antemano que van a ser un éxito, mientras que otras las ignoran y casi ni sabe que existen, saliendo a veces muy bien (El Juego del Calamar), o muy mal. Cowboy Bebop llega el día 19, y todo apunta a que será una de esas series que se va a colar en muchas listas de lo más destacado de este 2021.
NOTA: el artículo trata sobre la primera temporada de la serie, a la que hemos accedido gracias a Netflix España. NO contiene spoilers.
Netflix está creciendo a un ritmo vertiginoso, ampliando sus horizontes cada vez más. No solo produce obras de géneros tradicionales, como drama, comedia o miniseries, sino que apuesta por la animación, pretende desarrollar series basadas en franquicias de videojuegos, y también tiene su vista puesta en el mercado japonés, mediante la adaptación de animes, como el caso que nos atañe.
Cowboy Bebop fue un anime que se emitió entre 1998 y 1999, que constó de una temporada única de veintiséis episodios, y que arrastra un montón de fans desde entonces. Hace unas semanas, volvieron a introducir la ficción original en Netflix, movimiento extraño porque creo recordar que estuvo desde hace bastante tiempo y luego desapareció, para entrar ahora, apenas un mes antes del estreno del live-action. ¿Casualidad? No lo creo. Gracias a eso, muchos, ante el lanzamiento inminente de la producción que encabezan John Cho (Flashforward, Selfie, Sleepy Hollow), Mustafa Shakir (The Night Of, Quarry, Luke Cage, The Deuce, Jett) y Daniella Pineda (The Originals), le hemos dado una oportunidad a la serie animada japonesa, en un ejercicio de comparación que hará mucha gente.
Tengo que decir que el anime me gustó, pero no lo considero de mis favoritos. Tiene una estructura bastante procedimental, es decir, casos episódicos y un hilo argumental que se toca de higos a brevas, y aunque tiene un opening que me parece de lo más fantástico que he visto en televisión nunca (que ha sido adaptado con bastante tino en el live-action), y unos personajes muy carismáticos y que te ganan con cada episodio, la veo en líneas generales bastante desaprovechada para lo que podrían haberla explotado. Quizá con más temporadas y más desarrollo hubiese perdido esa magia que desprende cuando la ves, y a lo mejor se hubiese malogrado, pero nunca llegaremos a saberlo. Por lo tanto, cuando me dispuse a ver la adaptación, me pregunté cómo la abordarían, dado que el material original no te da para un largo recorrido en televisión estadounidense, a menos que hicieran cambios. Y los han hecho.
Lo que en el anime es casi secundario, el pasado de Spike, aquí es un elemento troncal, como consecuencia de que se anunciaran casi desde el principio de la producción los fichajes del trío principal junto al actor que encarnaría a Vicious (Alex Hassell), rival del protagonista, y poco tiempo después la actriz que sería Julia, Elena Satine (Revenge, Magic City, The Gifted); en consecuencia, la serie nos cuenta lo que vemos en el anime, las aventuras por nuestro Sistema Solar del grupo de cazarrecompensas que viajan en la nave llamada Bebop, mientras paralelamente se va desarrollando todo lo que gira en torno a Vicious y Julia, directamente conectado con el trasfondo de Spike. Aquí no se alude puntualmente a ello, como en el anime, sino que es fundamental para el transcurso de la entrega, y para mí es un gran acierto, ya que eso les va a permitir extender la serie más tiempo del que pudiéramos pensar si hacían un copia-pega de la estructura del anime, que no iba a dar para demasiadas temporadas.
No solo eso es un punto a favor. La ambientación, el apartado técnico, el vestuario, esa música que caracterizaba a la obra original, así como los casos y personajes que podemos ver en episodios del anime, todo eso y más está llevado a Netflix con mucho mimo, denotando que el equipo de la serie japonesa colabora con la plataforma streaming para darle vida al producto de acción real. Durante la temporada, recurren a algunos de los casos que vemos en los veintiséis episodios de la ficción nipona, por lo que, en caso de que sea renovada (me extrañaría mucho que no lo fuera), tienen material todavía para ocupar más episodios. Además, las escenas de acción me han encantado, y hay algunas que visualmente son una gozada. No solo eso: los capítulos se pasan volando, y han dado en el clavo con el formato Netflix. Raro será que muchos de vosotros no la veáis en plan maratón.
Y sobre los personajes, no son calcados a los originales, pero los cambios realizados me han convencido. La tripulación de la Bebop en el anime, digamos que viajan juntos, pero cada uno suele hacer la guerra por su cuenta. Aunque aquí también vemos esa disfuncionalidad, que van un poco a su bola de tanto en tanto, es mucho más mitigado en el live-action, y hay más sensación de unión que en la obra en la que se inspira; si lo hubieran hecho tal cual, quizá hubiera quedado un poco raro, o esa es mi impresión. Hay cambios en Jet y en Faye, pero ninguno me molesta lo más mínimo, y yo creo que lo fundamental de la personalidad del trío principal se ve reflejado en sus alter egos de carne y hueso.
Cuando hablamos de adaptaciones, la comparativa con el producto primigenio siempre estará ahí, y siempre se lleva a cabo ese ejercicio, también para encontrar los puntos a favor y en contra. Con Cowboy Bebop no será para menos, y habrá mucha gente que le eche en cara cuestiones que ellos consideran esenciales o necesarias (con más o menos razón, y con motivos realmente fundamentados o simplemente pataletas sinsentido), pero, bajo mi punto de vista, todos los cambios realizados han sido acertados, y ayudan a que el conjunto quede como uno de los estrenos más relevantes de este 2021, no solo para la plataforma, sino del panorama televisivo.
La esencia del anime permanece, mejora y nos brindan un producto entretenido, ameno, con una buena historia detrás, grandes personajes, con ritmo y acción de las buenas, y muchos otros ingredientes que enamorarán tanto a los fans de la ficción original como a aquellos que se embarquen en las aventuras de la Bebop por primera vez. Si todavía tenéis dudas, ni os lo penséis: este viernes tenéis una cita con los diez episodios que componen la primera entrega de Cowboy Bebop, y espero que os guste tanto como a mí.
PD: viva Ein.