Spammers del Mes (septiembre): Emma Mackey y Hamish Linklater
Septiembre es el mes de regresar a la rutina, de volver a clase o al trabajo, de despedirnos de la playa y de empezar temporadas o series nuevas. En Casa Spammer nos centramos en dos productos de la plataforma Netflix, una serie consolidada entre su público y un estreno que ha pasado bastante desapercibido. Nuestros nombres destacados son Emma Mackey que interpreta a Maeve Wiley en la serie Sex Education y Hamish Linklater que se pone en la piel de un sacerdote en Midnight Mass. Daniel y María nos hablan de ellos, respectivamente.
Emma Mackey
En esta vida, entiendo algunas cosas, pero hay otras muchas que escapan de mi alcance. Netflix tiene un catálogo amplísimo, con más o menos calidad dependiendo del producto en cuestión, pero, a mi parecer, más número que otra cosa. No obstante, tiene alguna que otra joya que merece la pena que le prestéis vuestra atención y, curiosamente, están representadas en este artículo a través de dos de sus protagonistas.
Abría diciendo que hay cuestiones que no logro comprender. Una de ellas es el motivo que lleva a la crítica estadounidense a no hacer hueco en sus nominaciones a los galardones correspondientes a Sex Education, y, por qué no, a Emma Mackey. La joven actriz británica fue una de las grandes sorpresas de la serie cuando arrancó, ya que su compañera de reparto (y también brillante) Gillian Anderson, e incluso Asa Butterfield, tenían un nombre más reconocible para el espectador medio que no consumiera tanto producto audiovisual. Ella, en cambio, se descubrió con su magnífica interpretación en la serie, y cada año que pasa corrobora lo buena actriz que es, y lo mucho que nos hace apreciar a Maeve. Como siempre, el viaje de la estudiante de Moordale no es nada sencillo, y no está exento del correspondiente drama, y en todos los registros que representa Mackey hace que conectemos con su alter ego en la pequeña pantalla siempre. El trabajo de la creadora de la serie, Laurie Nunn, elaborando a personajes tan fantásticos como Maeve es de agradecer, aunque no serían tan redondos sin buenas actuaciones detrás, como es el caso que nos atañe.
Sex Education no entrará en nuestra recopilación mensual de lo más destacado en televisión por una buena razón: ha habido una gran variedad de opciones para incluir en la sección, pero no me olvidaré de ella en el cierre de año, cuando seleccionemos lo más importante de cada apartado en este 2021. Esta joya de Netflix tiene muchos elementos que la hacen única e imprescindible, y uno de los más importantes es Emma Mackey y Maeve Wiley.
Hamish Linklater
Posiblemente casi nadie conozca el trabajo de este actor en Midnight Mass. La serie ha pasado tristemente desapercibida, sepultada bajo la descomunal fama generada por El Juego del Calamar. Ha sido un poco de mala suerte coincidir con la gran serie mediática del momento, no se puede definir de otro modo: muy mala suerte para una muy buena serie. Nosotros, como buenos seriéfilos, hemos dado similar relevancia a ambas ficciones y podéis leer análisis sin spoilers de sendas series: El Juego del Calamar (Squid Game) por Iván; y Midnight Mass (Misa de Medianoche) por una servidora.
Quizás en otro momento hubiéramos hablados todos más de esta deliciosa miniserie de Netflix, que combina el terror con un desarrollo de personajes absolutamente magistral, que nos ofrece escenas de tensión al más puro estilo del género clásico y reflexiones de gran altura intelectual que invitan al espectador a pensar sobre los asuntos más importantes de la vida. No es sólo una miniserie de miedo, es una historia que lleva al corazón y que conduce al espectador por un camino inexplorado de aceptación, rebeldía y ambición desmedida, que aunque a veces esté auspiciada por buenas intenciones termina destruyendo a las personas.
Y eso es algo con lo que lucha el personaje de Linklater, un hombre que se ve empujado por algunos malentendidos mentales que lo arrollan en una dirección que a todas luces es equivocada, pero que no parece errada según su propia perspectiva. Y el espectador lo entiende, y el espectador lo cree. Ves como está comportándose como un condenado idiota y a la vez comprendes que cada uno de sus actos está guiado por un pensamiento racional. Entiendes su plan por muy estúpido que sea e incluso por momentos compartes su objetivo. Creo que un personaje tan complejo no lo hubiera podido interpretar cualquier actor.
El protagonista de Midnight Mass es un personaje tan complicado que en manos de otro actor podría haber sido casi paródico o ridículo. Pero Linklater sabe dotarlo de ternura y hacerlo comprensible al espectador. Es un personaje que actúa como un loco a veces y como el más cuerdo de los hombres en otras ocasiones; un personaje que persigue un fin muy claro, que tiene un objetivo muy sólido y que ha trazado un plan para llegar a su meta; un personaje repleto de fantasmas internos y externos; un personaje forjado en secretos y en mentiras y que pese a ello está movido por un sincero deseo de cumplir una misión.
No sólo Linklater lo borda, también hacen un trabajo excepcional otros intérpretes como Kate Siegel, Zach Gilford o Bev Keane entre otros. Mike Flanagan se ha convertido en un sello de garantía para los actores que trabajan en sus obras, porque bajo la excusa de un relato de terror nos da la mano en un recorrido por las miserias del ser humano, algo que gracias a Linklater (entre otros) exploramos de maravilla en Midnight Mass.