El descanso ha sido breve, nos despedimos de la sexta temporada hace apenas un mes y ya estamos de vuelta con la premiere de la séptima. Un episodio que no ha decepcionado y que reparte la suficiente locura sin sentido salpicada de disparate que apreciamos los fans de estas leyendas.

El episodio comienza exactamente donde terminó la season finale: nuestro equipo está atrapado en Odessa en 1925 debido a que una Waverider apareció de la nada y destruyó la Waverider que ellos iban a usar. Por lo visto, en previsión de sucesos como esos, la nave contaba con una caja fuerte donde guardaban suministros esenciales para emergencias. La primera parte del episodio trata de los personajes intentando hacerse con esa caja y abrirla… para descubrir que estaba prácticamente vacía y que dentro no había nada que pudiera ayudarlos a resolver la situación. Salvo por un manual que Ava decide convertir en su salvavidas y que en último termino se convierte en ese mismo, pues gracias al manual toman algunas decisiones acertadas.

Ava está genial en este comienzo de temporada, creo que es el personaje estrella del episodio y que lo borda sirviendo tanto como alivio cómico como co-líder que toma decisiones importantes y es capaz de actuar asumiendo el control de la situación. En todo caso, es muy divertido para el espectador verla derrumbarse una y otra vez, porque supongo que hace lo que todos nosotros haríamos en una situación similar. The Bullet Blondes ofrece algunos momentos brillantes, tanto relacionados con Ava como con otros personajes, pero creo que el mejor momento del episodio, por lo inesperado que resulta y lo absurdo que es, es la muerte de J. Edgar Hoover y la transformación de Ava en una fría y calculadora criminal resolutiva que obliga a su amigo alienígena a comerse un cadaver.

Mientras se enfrentan al drama de no poder huir de 1925, provocan un poco de caos temporal, que es algo muy lógico y normal teniendo en cuenta que nuestro querido equipo siempre la lía. Para esconder las locuras que presenciaron los vecinos de Odessa, es decir: extraterrestres reptiloides corriendo por el césped, explosiones en el cielo, cápsulas espaciales aterrizando en tierra firme etc… deciden transformarse en un circo, pero la cortina de humo no les sirve de mucho cuando un famoso e implacable agente del FBI se presenta en el pueblo (por culpa de Nate por cierto) y decide perseguirlos como si fueran una banda de atracadores, lo que lleva al equipo a convertirse en una banda de atracadores y da pie al desenfreno de los últimos minutos del episodio.

La amistad entre Astra y Spooner ofrece un soplo de aire fresco en una serie que prioriza las relaciones románticas o los bromances de Nate, me gusta ver una amistad genuina entre dos mujeres que tienen multitud de cosas en común y que se ven parecidas pese a ser muy diferentes. Espero que traten este tema con cuidado y que no le den un cariz romántico que no necesita. En este episodio también exploramos de forma algo más sutil la relación entre los hermanos Tarazi, pues Zari está en modo totalmente superficial para huir del dolor de la perdida y su hermano la comprende, la apoya y está ahí para ella sin ser demasiado insistente. También nos aproximamos a la relación maternofilial de Spooner y su madre, que tampoco nos regala frases bonitas ni nada de eso, pero nos enseña como Spooner se resiste a poner a su madre en peligro y como a su vez la madre acepta ponerse en riesgo si con ello ayuda a su hija.

La llave que Constantine entrega a Zari abre una puerta a una dimensión de bolsillo que aparece como la mansión de John en medio del infierno. Supongo que esto es algo que terminará siendo útil en el futuro, pero por el momento sólo han presentado una casa perdida en la nada que puede servir a los personajes para esconderse. Tampoco hemos profundizado en exceso en el mal uso que hace Astra de sus poderes recién adquiridos, parece como si la pupila no hubiera aprendido nada de su maestro y asumiera riesgos innecesarios sin un cálculo racional de consecuencias. En este episodio la consecuencia principal ha sido que Gideon en forma humana aparezca en escena, algo que puede darnos algún que otro buen momento también.

La temporada se presenta con la misma energía con la que se despidió el pasado septiembre, así que estoy optimista al respecto de lo que veremos en esta séptima temporada de Legends of Tomorrow.