Review Titans: Troubled Water
Hay veces que me cuesta escribir. Luego igual me termino enrollando más de lo que debería, o redacto más líneas de las que merece el tema en cuestión. Otras veces, es todo lo contrario, todo fluye. Para hacer este artículo, creo que va a costarme más bien poco, no porque me fascine lo que voy a decir a continuación, sino porque el contenido del capítulo de esta semana se podría resumir en apenas unas frases, y no precisamente extrayendo sensaciones positivas. A ver en qué queda al final.
Hay un dicho, o un refrán, que viene a explicar que a todo no se puede llegar, usando el ejemplo de que si tiras hacia arriba de una manta, dejas tus pies al aire, mientras que si la extiendes hacia abajo, la parte superior del cuerpo la expones. También podríamos decir que quien mucho abarca, poco aprieta. En el caso de Titans, en su pasada temporada, le podríamos haber achacado este último, porque introdujo demasiados elementos y la capacidad de elaborar un guion óptimo y un desarrollo de temporada a la altura fue inexistente. Una de las cosas que les estoy reconociendo este año es que, al menos, han centrado sus esfuerzos en contar una historia muy principal, con detalles sueltos adornándola, que nos pueden importar más o menos, pero que no desvían muchísimo el foco de atención; incluso el 3×09 responde a la necesidad de incorporar de nuevo a esos personajes en la acción principal. Pero en su intento de resolver los problemas pretéritos, se han encontrado con nuevos (de ahí mi mención a la manta).
La segunda tuvo trece capítulos, mal gestionados en su conjunto, con algún pico destacado, momentos interesantes y que se pueden salvar del suspenso general, pero daba la sensación de que con ese número de episodios no les daba tiempo a contarlo todo como ellos hubieran querido, y el resultado fue que la trama avanzaba a trompicones, metiendo elementos nuevos casi todas las semanas, y el foco de atención muy dividido, culminando con una Season Finale muy mala a prácticamente todos los niveles. Esta vez, si trece parecían pocos, ahora los veo hasta excesivos.
Todo lo que cuenta el capítulo de esta semana, se podría haber resuelto, quizá, en mucho menos tiempo, o incluso integrándolo en otros. Donna regresa a Gotham, superando una prueba por parte de Lydia, la lideresa de las amazonas, para ver si está OK para regresar a la tierra de los vivos. Algo que tampoco es que me aporte demasiado, porque todos teníamos claro que si habían recuperado al personaje era para que volviera a la acción, así que estas escenas me parecen de relleno, lucimiento de Donna aparte.
Lo de Gotham, el foco principal, ha sido todo muy predecible. El plan de Crane causa el efecto deseado en los ciudadanos de la urbe, y todos empiezan a volverse contra los Titanes. En un alarde de genialidad, deciden que la mejor solución es entregarse a la policía, como acto de lavado de cara para el público, que vean que se responsabilizan de sus actos, para luego soltar la mosca y llevar a cabo sus acciones como justicieros más que como amigos de las fuerzas del orden. El pequeño fallo es que parecen haber olvidado que el cuerpo policial de Gotham es, quizá, lo que encuentras en el diccionario cuando vas a buscar la palabra corrupción. Por mucho que Barbara esté de comisaria, siempre va a haber alguna manzana podrida en una cesta ya bastante corroída por años de cargar podredumbre, como ese policía que de repente tiene más escenas que alguno de los personajes principales, para luego descubrir que, oh sorpresa, está comprado por Red Hood y Crane. Qué podría salir mal.
Los Titanes terminan divididos en una Gotham que, ahora sí, ya es la que me gusta a mí, en la que se respira caos y anarquía. A Gar le encuentra una Rachel que, al contrario que su amiga Donna, no parece haber tenido muchos problemas para entrar en la ciudad (¿Veis? Otro ejemplo de que este episodio resulta casi prescindible, con escenas como las del peaje de Donna, para que luego nos salgan con Rachel llegando como si nada); Conner y Dick huyen de la comisaría, y Kory y su hermana por su cuenta. ¿Alguien se cree a Blackfire? Sinceramente, para mí la sorpresa sería que realmente tuviera buenas intenciones para con su hermana y no hubiera estado todo este tiempo haciendo exactamente lo que le echa en cara Kory cuando se queda sin poderes. Entre que el conflicto entre ellas me ha sobrado siempre (lo he mencionado en varias reviews), y que lo veo todo tan previsible, solo consiguen sacarme de situación una y otra vez.
Una semana más, un capítulo menos. Quizá sea el consuelo de una tercera entrega que, empezó relativamente bien (aunque a mí no me terminara de maravillar como a otros), con sus peros, pero que ha ido evolucionando en una deriva un tanto preocupante, que denota que igual focalizarlo todo en una trama, con esta cantidad de episodios, se queda corta, y tienen que rellenar para cumplir el encargo. Cuando no es por unas cosas, es por otras, pero Titans siempre consigue dejarme con un sabor amargo. Lo que queda por ver en octubre espero que sea mejor, pero es que siempre estoy diciendo eso, y luego no cumplen, así que solo me queda sentarme, verlos, y valorar en consecuencia. Pero no pinta bien, para qué vamos a engañarnos. Nos vemos en la próxima review.