Review The Walking Dead: On the Inside
Lo usual es vivir la última temporada de una serie que nos ha acompañado tantos años con una mezcla de ilusión y tristeza. Ilusión por conocer el desenlace, tristeza por la separación, por dejar atrás una ficción que con mayor o menos fortuna ha formado parte de nuestras vidas. On the Inside ha tenido una trama muy buena, que podría haber sido excelente, pero aún siéndolo no hubiese salvado el resto de los arcos.
Lo único que siento con estos zombies insufribles es un aburrimiento de dimensiones gigantescas. Me da mucha pena, porque he sido fiel a esta serie y he mantenido que seguía ofreciendo calidad aun cuando todo el mundo a mi alrededor repetía lo contrario.
He sacado puntos positivos en todas las temporadas, he disfrutado episodios en todas las temporadas. He disfrutado mucho esta serie y he intentado tener una mirada optimista en casi la totalidad de los arcos argumentales. Pero hemos llegado a un punto en el cual ya no sé cómo defender esto, creía que la nueva showrunner salvaría la serie, o al menos los últimos años de la misma, quería creer que al menos le daría una despedida digna de la calidad de las primeras temporadas. Pero nada más lejos de la realidad. Parece como si quisieran acabar con esta pantomima deprisa y corriendo, parece como si se la quisieran quitar de encima de una maldita vez, sin prestar atención a los detalles y sin esforzarse en escribir buenas historias, o en darle alguna coherencia a la trama, o en ser fieles a los personajes que ellos mismos han construido.
Vemos a Daryl torturar a un tipo al que no quiere torturar, pero lo hace con muchísimo interés para ganarse la confianza de una gente a los que podría ganarse de alguna otra forma. Pero supongo que es una escena interesante, porque plantea un conflicto ético en el personaje a la vez que nos da un poquito de violencia a los espectadores sedientos de sangre.
Por su parte, Connie usa un cuchillo para escribir en un cuadro en la pared un súper inquietante “no estamos solos”, cuando unos minutos antes hemos visto que su compañero tenía un cuaderno y un oportuno lápiz en el bolsillo. De acuerdo, todo sea por mostrarnos a esa mujer desesperada destruyendo un cuadro con un cuchillo.
Parece que los guionistas echan por tierra cualquier verosimilitud y coherencia si consiguen algún tipo de escena medianamente efectista.
Y hablemos de la casa encantada y el monstruo, lo único que teóricamente podría ser salvado si simplemente hubieran sido otros los personajes encerrados en la casa con el caníbal psicópata. La escena de Connie mirando por una rendija de la pared mientras el monstruo, imitando el más puro estilo de Sadako, se acerca por detrás al incauto superviviente es una pasada. La música de clásico terror potencia las sensaciones y el resultado es buenísimo. Casi todo lo que sucede en la casa está bastante bien escrito y dirigido, bañado por el más puro estilo de película de casa acechada por el mal. En este caso el mal es un hombre, ni siquiera está muerto, es un hombre que ha perdido su humanidad, recalcando el mantra de la serie de que los peores monstruos no son los zombies si no las personas.
Toda esta trama está muy bien, repito que lo único que me falla es que sean dos personajes con tan poco carisma los que la protagonizan. Aunque la sordera de Connie da mucho juego, me fastidia que usen historias poco interesantes para los personajes cuyas vidas nos importan y dejen las mejores ideas para aquellos que nos dan igual.
Un casi desconocido, al que sólo vimos hacer locuras en una breve trama con Michone y Connie, un personaje que tampoco es que conozcamos demasiado bien y a quien llevamos sin ver muchísimo tiempo. Me hubiera gustado ver esta trama de la familia de monstruos acosadores protagonizada por Carol y Daryl.
Kelly se marcha sola a buscar a su hermana, eso sí tiene sentido, lo que no tiene sentido es que los demás tengan que hacer una asamblea para decidir cómo, cuándo y quién busca a la mujer. Pero que se hayan encontrado tan rápido y oportunamente me chirría un poco, aunque casi mejor eso a que mareen la perdiz con las hermanas dándose caza por los bosques repletos de muertos.
Esperemos que la cosa gane algo de ritmo y la temporada coja algo de fuelle para su tramo final.