Review Ted Lasso: No Weddings and a Funeral
Parece que la serie ha entrado en un modo de todo drama y no hay nada que pueda ejemplificar esto mejor que el propio hecho de que en esta semana nos vamos de funeral, así que todos felices porque el Ritchmond se va de entierro.
La pregunta más importante que nos planteamos de primeras ¿Quién ha muerto? El padre de Rebecca, figura que ya en los episodios anteriores tuvo más presencia por menciones que por llegar en aparecer en algún momento, sobre todo por los paralelismos de la vida amorosa de ella con la relación que mantenían sus padres, en la cual su padre engañó en más de una ocasión a su mujer y provocando bastantes separaciones y reconciliaciones por el camino para desesperación de Rebecca.
A partir de esa base, el episodio muestra como Rebecca sobrelleva la muerte de su padre con todo el bagaje negativo que la dejó y afrontando su recién estrenada relación con Sam, personaje que esta temporada hay que decir que ya antes de toda esta trama romántica había dado un paso adelante tomando bastante peso en la serie. Un capítulo en que prácticamente se profundiza en todo momento en cómo ha terminado afectándola todo lo que la hemos visto vivir a lo largo de este año.
Pese al tono serio que se podría suponer a un episodio cuyo núcleo es un funeral, posiblemente haya sido el que más toques humorísticos haya tenido desde hace ya unas pocas semanas, pues creo que estaba siendo bastante descarado el paso al drama de la ficción; sin embargo hay que reconocer que el capítulo aprovecha muy bien la situación para meter un tono de humor bastante acertado y que en el fondo, creo que todos echábamos un poco de menos.
Otro punto que toca el episodio es Ted, que le vemos sufrir antes de llegar al funeral otro ataque de ansiedad, teniendo que recurrir a Sharon y descubriendo cómo le afectó la pérdida de su padre cuando era joven. Aunque esto es algo que creo que de cara a la trama global es interesante, creo que lo mismo no era necesario meterlo en el episodio pues daba la sensación de que estaba metido únicamente para que Ted tuviera un poco de protagonismo, aunque hay que decir que la escena en la que intercalan su narración con la de Rebecca me parece una maravilla y que Jason Sudeikis lo borda.
El episodio se cierra con Rebecca rompiendo de primeras su relación con Sam, pues no se ve preparada y tiene miedo de terminar haciéndose daño con un Sam que semana a semana va demostrando que es un cacho de pan y que pese a que sufra con la decisión de ella, la entiende dando a entender que estará esperando a que Rebecca esté preparada.
Después de un episodio bastante experimental como el de la semana pasada, volver a algo un poco más normal y más cómico se vuelve extraño pero refrescante a la vez. El nivel que está manteniendo la serie sigue siendo más que alto y creo que confirma la sensación que nos dejó Ted Lasso el año pasado, que estábamos ante de una las mejores series de la actualidad. La serie ya ha demostrado que sabe mantenerse tanto en la comedia como en el drama, llegándolos a mezclar de lujo como se ha podido ver en esta ocasión.