Review Legends of Tomorrow: There Will Be Brood
El episodio ha sido bastante intenso, tanto por la trama de John como por la de Spooner, menos fuerza ha tenido el arco de los hijos de Kayla, pero la confesión de amor de Mick también ha sido bastante poderosa teniendo el cuenta el carácter del personaje. Creo que el episodio ha tenido un nivel altísimo y asumo que la semana próxima veremos algo más relajado, quizás incluso de tono fresco o cómico, algo que nos levante la moral después de las tragedias de There Will Be Brood.
Constantine ha muerto y eso siempre deja un vacío en los espectadores, aunque llevábamos semanas imaginándonos este momento es duro que verlo pasar. La parte de Spooner ha sido más sorprendente, pues nos ha situado en un contexto que, aunque es bastante habitual en las ficciones que tratan los viajes en el tiempo, nos ha guiado a través de algunas reflexiones interesantes con una perspectiva novedosa. Nos ha hecho una pregunta que ya nos ha sido respondida con anterioridad en otras series, libros, películas etc… La cuestión es si merece la pena dejar de ser quienes somos, y por lo tanto en cierto sentido morir, para salvar a la persona que podríamos haber sido.
Spooner salva a su madre, hasta ahí todo bien, todo perfecto, porque no son pocas las ocasiones en las que vemos como este tipo de cuestiones se solucionan dejando morir a quien no tendría que morir y básicamente sólo muere por salvaguardar el guión y no la línea temporal. Pero este no ha sido el caso y me ha parecido perfecto que elijan hacerlo así, porque efectivamente Sponner puede salvar a su madre sin poner en riesgo la línea temporal y me alegra que lleguen a esa conclusión sin comerse en exceso la cabeza porque en otras muchas ficciones esto no se tiene en cuenta y se deja morir a gente que no tendría que haber muerto sino simplemente quedarse a un lado. En este caso la hija salva a la madre y eso me parece muy bien, pero a la vez se condena a ella misma a ser la persona que siempre ha sido y por lo tanto a sufrir la ausencia de su madre, las voces en la cabeza, la soledad y el dolor. Podría haber hecho que todo esto desapareciera, podría haberse convertido en una persona completamente distinta y crecer junto a su querida madre en cualquier rincón seguro y confortable del tiempo y el espacio.
Pero eligió seguir viva, eligió el presente, eligió lo seguro y conocido (y doloroso) frente a lo que podría haber sido y eligió vivir con todos sus fantasmas. Me gusta mucho que sea precisamente Astra quien acompaña a Spooner en esta aventura, porque es precisamente ella quién mejor sabe lo que es perder a una madre y perder la infancia. Ambas tienen muchas cosas en común que las acercan y es interesante verlas revivirlas juntas, me gusta la amistad que han hecho crecer entre ambas y creo que los dos personajes crecerán conformen sigan aportándose la una a la otra.
Por su parte John, ya había caído en la oscuridad, y tal como hemos hablado en reviews anteriores me gusta que su descenso haya sido lento. Lo hemos acompañado mientras se dejaba vencer por la tentación, mientras se iba alejando de si mismo y de las cosas que le hacían verdaderamente feliz para convertirse en alguien irreconocible. Lo hemos visto intentar luchar contra esos demonios internos que le seducían, pero a la vez también lo hemos visto rendirse una y otra vez porque en él era más poderosa la sed de poder y de magia que cosas tan poderosas para otros como el amor, la amistad, la integridad o todo lo que podrían darle Zari y el resto de leyendas.
John nunca fue del todo bueno, pero al menos lo hemos visto intentarlo. Es triste que su perdición haya sido sentirse un inútil sin la magia, es algo mucho más profundo de lo que parece, hemos pasado sobre ello de forma muy superficial, pero tal como Zari le recuerda en más de una ocasión: John no es su magia, John puede ser un gran hombre sin su magia… podría haberlo sido. Pero la tentación era fuerte, sentirse amado no le pareció suficiente y aunque fue Bishop quien provocó la explosión, John ya tenía encendida la mecha de la traición mucho antes de que Bishop le susurrase al oído.
La trama del resto de los personajes no ha sido tan potente, lo cual es un acierto en la medida en la que era mejor dejar todo el foco de atención en el último viaje de un personaje que nos ha acompañado durante las últimas temporadas. Estoy bastante de acuerdo con John en que el nunca fue un miembro aceptado del equipo de pleno derecho, jamás se sintió perfectamente adaptado o querido, pero los espectadores nos habíamos acostumbrado a él y nos merecíamos esta despedida.
Mientras tanto nos dan un aperitivo del futuro de Mick y Kayla, que no sólo tienen un intercambio de palabras de corte romántico sino que vemos que quizás ella pueda dar pie a la salida del personaje. Es bonito verlos juntos, creo que Mick se merecía algo de paz, ha pasado de ser un villano de manual a convertirse en un escritor prestigioso, un padre aceptable y ahora un enamorado, supongo que él también podría tener el final feliz que se merece.
La semana próxima se acabará la temporada con un episodio llamado “The Fungus Amongus”, donde espero que resolvamos la historia de Mick; asistamos a la boda de las capitanas y sobre todo, volvamos a ver a Behrad quien se ha estado perdiendo todo lo que ha sucedido con John y que debería estar presente para consolar a su hermana.