Fundación y el aleteo de la mariposa
Apple TV Plus cumplirá dos años de vida el próximo 1 de noviembre. En este tiempo, la plataforma nos ha dado productos altamente recomendables, como The Morning Show (hablé de su actual entrega hace justo una semana), For All Mankind o Ted Lasso. No obstante, quizá el siguiente paso para acabar de dar el salto definitivo y dejar claro que buscan ser el servicio más importante en este mercado tan amplio era adaptar una obra conocida mundialmente. Foundation llega hoy, y os comento mis impresiones de los episodios que he visto.
NOTA: este artículo trata sobre ocho de los diez capítulos que compondrán la entrega inicial de Foundation, a los que hemos podido acceder gracias a Apple TV Plus España. NO contiene spoilers.
Isaac Asimov es el autor de esta prestigiosa historia de ciencia ficción, cuyo núcleo y parte más importante es lo que podéis encontrar en el tomo llamado Trilogía de la Fundación, compuesto por tres volúmenes: Fundación, Fundación e Imperio y Segunda Fundación, escritas en 1951, 1952 y 1953, respectivamente. Hace años, leí el citado tomo, y es una de las historias del género que más me gustan. La idea de adaptarla siempre ha estado ahí; de hecho, HBO tuvo la intención durante un tiempo, pero finalmente Apple TV Plus se ha llevado el gato al agua.
El proceso de llevar a la gran o pequeña pantalla una obra literaria es siempre complejo, y no exento de polémicas. Para empezar, tenemos a los que exigen que sea un calco exacto de las páginas de su novela favorita, y cualquier cambio, pequeño o grande, ya supone motivo de críticas destructivas, aún antes incluso de ver el producto finalizado. Luego están a los que les parecen bien algunos cambios, pero otros no: ejemplo, que un personaje sea de una etnia en el libro de turno, y que en la pantalla sea de una distinta; o que cambien su género. Y también podemos incluir aquellos que solo esperan que les entretenga, sin ningún tipo de pretensión más que el disfrutar de una buena producción audiovisual, así como muchos otros ejemplos que no hace falta señalar. Preveo (espero equivocarme) que vamos a tener polémicas de este estilo (y seguro que más) con Foundation.
La mencionada Trilogía, si algo tiene, son complicaciones para ser adaptada. De entrada, el presupuesto requerido para reflejar lo que la mente de Asimov diseñó hace setenta años es el de una plataforma que sepa exactamente dónde se está metiendo, y que no tenga problema en soltar la mosca. Por suerte, Apple lo es, y el resultado es altamente satisfactorio en los episodios a los que he tenido acceso; visualmente y a nivel técnico, Foundation es una pasada. Nada que reprocharle en ese sentido.
Luego está la cuestión central y primordial: cómo desarrollar la trama. Todo comienza cuando un matemático llamado Hari Seldon predice, a través de una rama científica llamada psicohistoria, que la forma de gobierno actual en la galaxia, el Imperio Galáctico, está cerca de llegar a su final, y lo que seguirá es un periodo de oscuridad, caos y anarquía en el universo, del que la raza humana no será capaz de salir en muchísimo tiempo. Para prevenir semejante debacle, Seldon sugiere la creación de la llamada Fundación, que preserve el conocimiento humano en una Enciclopedia Galáctica y permita que todo lo acumulado durante milenios no se eche a perder con la caída del Imperio y el posterior resurgimiento que él también ha previsto de un Segundo Imperio, que llegaría antes gracias a esta Fundación.
¿Cuál es el problema? Que en este tomo de la Trilogía, cada libro contiene sus capítulos respectivos y, cada vez que pasas de uno a otro, hay un salto temporal considerable. Esto está hecho para intentar abarcar buena parte de ese período que predijo Seldon, y ver la evolución de la situación galáctica y si de verdad las predicciones del matemático fueron acertadas, y su plan sigue las pautas previstas, o por el contrario, la humanidad se aboca al desastre que él tanto temía. Y claro, llevarlo a la pantalla es un marrón considerable, porque si algo necesita un espectador es una cierta estabilidad en una ficción serializada, es decir, que tenga continuidad con una historia y unos personajes (por ejemplo, una antología sigue otras reglas), y no que cada episodio te salte 50, 100, 500 años, y te cambie el escenario, los personajes y las tramas que te abren. Y aquí empiezan los cambios.
Hace años, cuando Game of Thrones comenzó a dar su primeros pasos y empezó a ganar fama y popularidad, George RR Martin, autor de la saga de Canción de Hielo y Fuego en la que se basó la serie, comentó que pequeños cambios aquí y allá que estaban haciendo los creadores de la ficción de HBO (algunos necesarios, otros no tantos, varios obligados, etcétera) podían provocar un efecto mariposa, con consecuencias diversas para el devenir de la producción en cuanto a su trama. Foundation ha asumido que las mariposas aletean, y busca contener el tsunami que puede derivarse del mismo.
Un cambio destacado: Gaal Dornick y Salvor Hardin están interpretados por dos actrices (Lou Llobell y Leah Harvey, respectivamente), cuando en las novelas son personajes masculinos. Para el espectador neutral es un hecho inocuo; para el lector, igual no tanto (lo que decía de los que se quejan porque hay cambios en el género de los personajes). Para mí, más que si son hombres o mujeres, quizá la mayor sorpresa ha sido la relevancia de Gaal sobre todo, a la que le han dado un rol bastante destacado, suponiendo una derivación considerable a lo que tenemos en las novelas. Salvor tiene bastante más importancia que Gaal a lo largo de las páginas de las obras de Asimov, así que entiendo la decisión tomada. No obstante, las tramas que nos muestran de ambas divergen notablemente de lo que podemos encontrar en el material original, por lo que tengo mucha curiosidad por ver en qué desemboca todo esto, y qué camino toma el equipo creativo de la serie.
Luego está el tema de Jared Harris y Lee Pace, que interpretan, respectivamente, a Hari Seldon y al Hermano Día, este último, uno de los tres Emperadores Galácticos. Contratar a estos dos actores conlleva que sus personajes van a ser relevantes; sin ir más lejos, buena parte de la atención de la trama pesa sobre los Emperadores y su punto de vista del gobierno de la galaxia. Seldon, como en las novelas, es capital en todo lo que vendrá después, pero no de la forma que quizá esperen los lectores. Eso no quita para que ambos se luzcan con estos papeles, y sean de lo más destacable de Foundation, algo que tenía claro desde el momento en que se anunciaron oficialmente tiempo atrás.
Mi opinión final al respecto es que estamos ante uno de los productos más destacados de lo que queda de año y que, a falta de dos episodios que me restan por ver, lo ofrecido por Foundation me ha convencido, porque reflejar lo que Asimov ideó era una tarea compleja (e imposible, diría yo), y han logrado confeccionar una serie de ciencia ficción de calidad, ambiciosa y con mucho potencial para convertirse en uno de los referentes del género en el futuro próximo. Ahora bien, el asumir el aleteo de la mariposa conlleva que hay riesgos venideros. El crear nuevas historias, aprovechando la mitología y el universo que el autor confeccionó en sus obras, y explorar vías distintas a lo que leemos en las novelas, es un arma de doble filo que puede resultar siendo muy interesante y salirles bien, o que pierdan el rumbo y nos ofrezcan algo que se aleje de lo que el autor pretendía inicialmente. Sea como sea, Foundation dará que hablar las próximas semanas, y cada viernes tendréis un episodio nuevo en Apple TV Plus.